La Costanera Alfajores

Casas viejas de alfajores si las hay!!! Las colaciones son increíbles !!! La caja de alfajores es genial! P relajar no podes quedar mejor! Y tienen unos galletas saladas increíbles!!!

Voy a comprar siempre que puedo los Merengues… Son una cosa de locos… Muy ricos y las colaciones ni hablar… Es un local que se quedó en el tiempo y los productos de primera calidad.

La verdad q los productos son exquisitos, la decoracion, como olvidada en el tiempo te da ganas de quedarte viendo todos esos detalles q tienen esas cosas antiguas, la gran caja registradora antigua es genial.
Los precios, no muy bajos pero no lo encuentro descabellado en comparacion con otros lugares de productos regionales.
Y con todo esto, la pregunta es: porque solo 3 estrellas si todo estaba muy lindo? Y la respuesta es simple, por la atencion al publico, las dos veces q fui (una a consultar y otra a comprar) me trataron de mala gana y sin intenciones de esbozar una sonrisa o una gentileza (me atendieron dos empleadas distintas, una en cada visita y ambas igual). Pregunte que productos tenian para ofrecer y q variedades d alfajores y me miraron mal y me respondieron peor, como si yo ya tendria q saberlo, con muy poca predisposicion para mostrar los distintos productos q vendian (colaciones, alfajores, amarettes, masas finas, chocolates, etc). Quizas esperan que vaya solo gente que ya ha ido y sabe lo que venden y lo que quiere.
Eso no me gusto para nada y realmente deberian cambiarlo para hacer sentir mas comodo al cliente, y para generar mas ventas.
Pero reitero q la calidad del, producto es excelente!

Pasé una sola vez por el frente y me detuve a observar todo el local, es cierto que parece que se quedo en el tiempo. Los muebles, la balanza, todo, debe ser de lo original.
No compré en ese momento pero conozco bastante sus productos y me encantan porque mi abuela desde que era chica siempre nos regalaba las latas con colaciones, alfajores y demás. Me traslada totalmente a la infancia cuando mi papá llega con una lata de sus gloriosos bizcochitos, que en realidad son como galletitas saladas bien finitas.
El sabor y la calidad no cambiaron nunca, es imposible que falle, todo es riquísimo. Creo que tienen las mejores colaciones que comí!
Debería ir más seguido, es una linda opción cuando tenés invitados ofrecerles estas masas para él té, o simplemente si te encanta el dulce de leche, tener un par de alfajores guardados para cuando estás muy tentado es lo mejor!
Un muy lindo lugar en el centro de Córdoba, vale la pena caminarse varias cuadras o hasta tomarse un bondi para ir.

Las mejores empanadas de Córdoba!!! También las colaciones rellenas de dulce de leche… Es un lugar ambientado de manera muy clásica; parece que se ha quedado en el tiempo! Esto no le resta punto; hace que uno entre y sienta nostalgia por tiempos pasados. No es lo mas barato pero vale la nena entrar.

Este lugar ha quedado detenido en el tiempo! !! Los muebles y el personal son los originales desde sus inicios, pero el estado de conservación es perfecto. Los productos son excelentes, tengan en cuenta esto a la hora de consultar los precios. Desde la época de mis abuelas hasta hoy se conservan los sabores. No puedo pasar por ahí sin entrar a comprar empanadas criollas (y alguna vez también de vigilia) con su deliciosa masa casera y las galletas mantecadas, son únicas realmente y ninguna otra se les parece, realmente el sabor se mete en el cuerpo y se hereda de generación en generación. A quienes aman los dulces, las colaciones de dulce de leche pueden llegar a cautivarlos. En épocas navideñas se puede encontrar un muy buen pan dulce con frutos secos en cantidades muy generosas.

La costanera son unos de los alfajores mas ricos de la ciudad, y quizás pueda decir de la provincia.
Si bien es poco conocida, esta fábrica de alfajores, en la cual podes es contraer una gran cantidad de variedades, de membrillo, higos, pera, y por supuesto dulce de leche, no solo hacen alfajores, sino también colaciones y varias cosas mas.
Las colaciones son increíbles, la cantidad de dulce de leche ya es abuso, y es ese dulce de leche mas duro que el común, es dulce de leche repostero casero.
Na, no existe, tenes que probarlo.
La cuestión es que el local, en plena Chacabuco ya lleva más de cuarenta años deleitando paladares del mas goloso, y aún conserva el estilo de cuando fue inaugurado, si bien el edificio está restaurado, toda la magia que envuelve a La Costanera hace que tengan un sabor diferente.

Una cosa que me encanta de esta ciudad, y este país en realidad, es la cantidad de cosas dulces que hay para comer. No es bueno para los diabéticos, pero hasta ahora todo bien para mí. Me acuerdo de haber leído antes de venir por primera vez de los alfajores, galletas mágicas de la Argentina. Cuando llegué, no perdí tiempo en probar uno, y me quedé enamorada.
Ahora como menos alfajores porque tengo una alergia rara a una proteína de la leche, pero de vez en cuando no me puedo controlar y como uno. Me encanta ir a fábricas de alfajores y ver la cantidad de cosas que hay para probar. Creo que mi tipo favorito es de mermelada de frutas del bosque cubierto en chocolate amargo. Es lo más y ya se me cae la baba.
Caminando por la calle Chacabuco, vi un local bastante curioso. Parecía de otra época, y fijándome en el cartel, me di cuenta que era del año 1927. Obviamente el local está restaurado, pero mirar adentro es ver el pasado. Se llama La Costanera Alfajores, y es un lugar donde podés comprar todo tipo de alfajores casi gourmet, entre otras delicias.

De Córdoba
Córdoba es una provincia que se caracteriza por su variedad, cantidad y calidad de Alfajores. En el centro de la ciudad, hay tres históricas fábricas que preparan alfajores artesanales basados en recetas de inmigrantes.
No hacen falta muchas palabras para describir a un alfajor: dos tapas hechas con galletas, un relleno y un baño. Así de simple es el alfajor cordobés. Después, cada fábrica le agrega sus retoques. Algunas, por ejemplo, recurren a la miel como conservante natural, incrementando el dulzor de la masa. Otras priorizan la calidad de las frutas (ciruelas, duraznos, higos, peras, membrillo) que usan en las mermeladas del relleno. También están las que usan un chocolate súper amargo para bañar las tapas, o las que usan glaseado para darle más «liviandad» al producto.
Negocios de alfajores hay muchos. Pero, como decía al principio, pocas son las que se destacan. En Chacabuco 33 se encuentra La Costanera.
Fundada en 1927, la confitería resulta otro rincón de dulzuras autóctonas. Paradójicamente su nombre no tiene nada que ver con el río Suquía –el cual se encuentra a varias cuadras de allí-​.
En Córdoba, La Costanera es sinónimo de confitería colonial: colaciones, caramelos artesanales de leche y de chocolate, vainillas caseras, yemas de huevo acarameladas, alfajores de turrón de miel de abejas, bocaditos de clara batida, bizcochos y los inconfundibles y clásicos alfajores locales.
Después de mucho crecer, este local tiene hoy siete variedades de alfajores rellenos con dulce de leche o frutas como manzana, durazno y membrillo. Las diferencias se presentan según la composición de las tapas –blandas, duras, de bizcochuelo, de fécula de maíz– y su número. Todos los alfajores están cubiertos por un baño de azúcar.
Los clientes habitué tienen la ventaja de encontrar, desde hace 20 años, los mismos productos con su sabor inalterable. Una característica que pocos conservan.

Quizás por falta de publicidad este sea uno de los lugares no tan conocidos para comprar alfajores, pero su fundación data de 1972 cuando Don Checchi fundó el negocio familiar.
De este lugar me enteré de casualidad un día leyendo sobre una competencia de alfajores en dónde La Costanera participaba con media docena de otras marcas mucho más conocidas en toda la provincia.
No fue el resultado de esa competencia lo que me llamó la atención, sino que en un comentario de la nota hablaban de la excelente ambientación que tenía el local y cómo se había mantenido con el tiempo.
El bichito de la curiosidad me pico y allá fui. Tal cual lo decía un consumidor el local parece haberse estancado en 1972, permaneciendo en una condición impecable, con las modernizaciones justas y necesarias. Local de techo bien alto, paredes pintadas de azul, muebles vidriados, con muchos espejos y máquinas que claramente datan de aquella época son algunos detalles que resaltan.
Los alfajores y todas las colaciones que La Costanera te ofrecen son más que exquisitas. Ana la dueña del local te ofrece alguna que otra opción para que degustes y elijas sabiendo qué te estás llevando.