Confitería Chacabuco

Confitería Chacabuco, más que confitería es una panadería estilo confitería estilo kiosco, tiene de todo un poco, mas producto de panadería que otra cosa y la verdad que una más rica que otra las preparaciones que nos ofrecen, desde as medialunas, pasando por los alfajorcitos, los pastelitos, los criollitos, todo, todo es una delicia en este lugar, como para tomarse un buen desayuno con una facturita de esta confitería. La verdad que muy buena calidad la que nos ofrecen, se nota que son preparaciones del día, bien frescas, bien ricas, bien del día. Los precios no son para nada excesivos, no son los más baratos pero son accesibles para el bolsillo del cliente promedio. La atención es muy buena, súper amable la chica que suele estar ahí, atenta, siempre ofreciéndote lo mejor. La verdad que es una panadería-​confitería que no deja nada que desear, tiene todo y todo lo que tiene es de buena calidad, un lugar en el que podes pasar tranquilamente, sentarte, tomarte un cafecito, comerte una buena factura o con unas palmeritas por ejemplo y no te vas a arrepentir, ni siquiera vas a notar cuanto tiempo ha pasado porque el ambiente es súper tranquilo, es genial para parar un rato después de una extensa jornada laboral, o simplemente para disfrutar de un buen producto de panadería.

La Confitería Chacabuco se encuentra sobre el Boulevard Illia, avenida que sirve para dividir el centro del barrio Nueva Córdoba y esta en el medio del caos, en esas cuadras que caminas sin ver y que solo algo puntual puede sacarte de ese estado hipnótico de locura cotidiana. Y esta panadería lo logra, porque tal vez entendiendo la dinámica que la rodea, apela a siempre estar horneando algo, para despertar el sentido del olfato y obligarte a parar frente a su vidriera.
Mitad kiosco mitad panadería, este local se las ingenia para producir las mejores donas de la ciudad y las palmeritas mas hojaldradas que puedas imaginar.
Es el lugar obligado para comprar las facturas o los criollos para la merienda, si estas volviéndote del laburo o la facu y pasas por este negocio que siempre esta abierto.
La panificacion no es wow y en la ciudad hay lugares mejores en cuanto a la elaboración de medialunas y panadería en general, pero como todo negocio tiene su caballito de batalla y este es sin dudas y reitero, las donas (difícil encontrar buenas y con masa húmeda y no aceitosa) azucaradas y las palmeritas que están siempre frescas y recién sacadas del horno.
Los alfajores están bien sino eligen los de chocolate porque el que utilizan esta lejos de tener cacao de verdad pero si optan por los de maicena o los con fruta pueden pasar un momento mas que agradable.

Esta panadería es como el amor hecho un pedazo de masa horneado y puesto a la vista de toda la people que pasa por la Chacabuco. Yo voy a dejar por acá un secreto, espero que no me perjudique, lo tuve mucho tiempo guardado sin compartirlo así que sepan aprovecharlo (?
En invierno, los días de lluvia o fresquitos, o casi todas las mañanas (en menor cantidad) esta panadería ofrece LAS MEJORES DONAS DE LA CIUDAD si así de fácil y en mayúscula y si pudiera poner lucecitas y más cosas lo haría, no se dan una idea lo que son, las amos. Ofrecen la común sin baño y con azúcar o si no otras dos opciones, baño de chocolate blanco y baño de chocolate negro.
Tienen que ir bien tempranito o si pasan y las ven no duden en comprar, si pasan a la media hora o a los diez minutos seguro no quedan más, y es muy probable que el que las compró haya sido yo. Y si voy y no hay le voy a echar la culpa a alguien de acá. No mentira vayan y sean felices, salen entre $ 6 y $ 7 cada una pero es lo mejor que les va a pasar en la vida, unas donas con un café y si afuera encima llueve es el plan perfecto.

Escribo esta reseña comiendo las facturas que compré en esta panadería-​confitería-​almacén. Es una especie de kiosko con muchas cosas de panadería, fiambrería, unas mesas y una barra al fondo para sentarse a tomar algo. Un híbrido bastante completo.
Pasa un poco desapercibida en una calle por la que pasa mucha gente todo el tiempo pero muy rápidamente. Las facturas que compré estaban muy baratas pero en este preciso momento puedo decirles que no están bastante lejos de ser la gloria. Valoro igual que tenían muchas cosas de panadería: palmeritas, grisines, libritos (que no son lo mismo que los criollos), etc. Como dije, también tienen muchas cosas de almacén en una pequeña gondola contra una pared. Al fondo se veían, un poco escondidas, una pequeña barra con banquetas y una que otra mesa para sentarse a tomar algo. De ahí venía lo de ‘confitería’ que aparece en el cartel supongo.
El lugar está bien dentro de todo, la atención, por parte de una chica muy simpática, fue muy buena. Para sentarse a tomar algo rápido de pasada puede estar muy bien.