Pan de Azúcar Fábrica de Alfajores

Superclásico de la ciudad, se presenta a sí misma como «fábrica de productos artesanales» pero es mucho más que eso. Parece estar frente a la Plaza San Martín desde antes que Colón descubriera América, y esperemos que siga estando un buen tiempo más. Cuando me voy de viaje y en el destino me esperan para hospedarme, en casas de amigos o parientes, siempre compro antes de partir alguna delicia de este lugar. Delicatesen y tradición son las palabras que mejor lo definen. Por otro lado, no por nada se llama «el rey de los alfajores», sus alfajores artesanales son únicos. Largas vitrinas de vidrio, siempre repletas de productos, para recorrer un rato en un salón súper amplio y de techos altísimos. Además de todos los alimentos típicos de Córdoba (queso de cabra, alfajores, salame de la colonia, aceitunas y aceite de los olivares cruzdelejeños, jamón serrano) también tienen muchos productos importados, distintos tipos de delicatesen, bombones, masas finas, chacinados al vacío, todo tipo de escabeches, merengues, frutas en almíbar y más. También venden comida por kilo, como las típicas empanadas cordobesas, pero esto no lo he probado. Y como si no fuera poco, ofrecen mates, termos, bolsos materos, cuchillos y juegos de asador. Larga vida a Pan de Azúcar.

Desde que tengo memoria y habiendo nacido en Córdoba, la confitería y rotisería Pan de Azúcar, está instalada y sin intenciones de moverse, frente a la plaza más importante de la ciudad, la Plaza San Martín.
Pero vamos al grano y a lo más importante del asunto: si pensás largar la dieta y engordar hasta reventar, que no sea por cualquier producto de morondanga. Lo recomendable, es que sea por culpa totalmente atribuible al rey de los alfajores, como le gusta darse a conocer desde siempre a este lugar.
Ideal para darse una vuelta y comprar de todo para uno mismo o para deleitar los paladares de amigos y parientes que viven en otros lugares con productos netos y con chapa cordobesa.
Punto importante a destacar: en Pan de Azúcar, no te vas a encontrar con cualquier cosa. Y si no me crees, fijate en la enorme vidriera que precede al local. Ahí vas a encontrar el diploma de honor otorgado al local por la Asociación Consultores Argentinos en el rubro de fábrica de masas, fiambrería y rotisería. Por dicho motivo, Pan de Azúcar recibió el Triángulo de Oro de la Popularidad.
Siempre digo que la comida depende del paladar que la pruebe, sin embargo en este caso, si algo que comprás en Pan de Azúcar no te gusta, desconfía de vos mismo, tenés ese permitido.

Pan de Azúcar es la fábrica de Willy Wonka cordobesa, diría yo. ¿Quién no pasó por ahí y tardó unos segundos más volteando a ver ese hermoso mostrador de la entrada?
Ayer compré con mi novio dos alfajores de turrón y ¡por deus! Me compraría mil más. Claro, además de alfajores fabrican otro tipo de dulces: escones, yemitas, tortas, merengues, galletas dulces y saladas; los alfajores, además del clásico, vienen de higo, de turrón, de manzana y todo tipo de masas dulces para terminar lleno de caries.
Adentro el local es grande, cómodo y tiene un servicio de comidas por kilo que se puede comprar para comer en otro lado (no tiene mesas ahí).
A la venta, Pan de Azúcar también tiene mates artesanales de todo tipo, bombillas, mermeladas de frutas, escabeche, fiambres para degustar, aceitunas y un oasis de comida para armar una picada artesanal entre amigos.
No puedo dejar de comentar que es EL lugar para llevar a cualquier turista, de cualquier edad, ya sea un grupo de egresados primario o secundario, un contingente de jubilados, o cualquier persona que haya tenido la suerte de visitar Córdoba: ya sea comida o recuerdos, Pan de Azúcar lo tiene todo.

Ohhh un paraíso para los paladares exigentes! Cada vez que estoy en el centro haciendo algún trámite, me hago una escapadita a este negocio para chusmear todas las cosas ricas que tiene y obvio, siempre encuentro alguna excusa para llevarme algo a casa para picar.
Es que este local es super tradicional y clásico en la ciudad de Córdoba. No sá cuantos miles de año tiene desde que lo abrieron pero desde chica siempre que visitábamos la ciudad con mi familia, no había forma de no pasar por aquí y llevarnos algo.
Además de los increíbles alfajores artesanales que tiene y de todos los sabores y colores que se te ocurran, podés encontrar infinidad de productos delicatesen como ser jamones de todo tipo: jamon serrano, lomito de cerdo a las finas hierbas, quesito también especiados, aceitunas rellenas, salchichas tipo alemanas y todos productos importados y de la más alta calidad.
El local es enorme, como un salón bien amplio sobretodo hacia el fondo donde tenes todo muy bien expuesto y exhibido, por si te quedara alguna duda de lo que te tenés que llevar si o si. Es difícil elegir pues todo se ve muy rico, bien presentado y empaquetado al vacío.
Para los mas dulceros, tenes todo tipo de cositas ricas, con dulce de leche, bombones de chocolate fino, etc.
Por supuesto, al tratarse de artículos artesanales por un lado e importados por otro, los precios no son bajos, pero por la calidad que te llevás terminan siendo accesibles. Tenés que darte una vueltita por este local!

Por fuera parece que vende de todo, y entrando de das cuenta que sí. Además de alfajores riquísimos, acá se encuentra delicias dulces y saladas. Venden masitas, conitos de dulce de leche y otros bombones, galletas dulces y saladas, y más. Más adentro se ve una mesa llena de alfajores de todo tipo: durazno, higo, damasco, manzana, tutti frutti, leche, y más. Hay también con cobertura de chocolate si te gustan más así.
En las paredes vas a ver mermeladas de todo tipo, dulce de leche, escabeche, frutas en almíbar, y mucho más. Hay fiambres y quesos para saborear también. Además de las cosas que fabrican ahí o que son locales, hay productos importados como aceitunas, golosinas, aceites, etc. Es lindo porque ni tenés que salir del centro para encontrar estas cosas.
¡Pero hay más aún! Si vas directamente al fondo de la fábrica alrededor del horario del almuerzo, vas a ver que hay una cocina que hace comida por kilo. No hay ningún lugar adentro para sentarse a comer, pero podes comprar tu almuerzo y llevarlo a casa o comerlo en la Plaza San Martin. Vende comida típica de Cordoba, como pollo al horno, empanadas de varios tipos, papas doradas, y hasta trucha a veces. La comida esta muy buena y no muy cara.