La Catrina de Alcalá

Cierto día de la semana hubo una conferencia magistral sobre un tema de mujeres en el Paraninfo de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, una amiga y yo no habíamos desayunado en casa y no sabíamos a qué lugar acudir. Al salir percibimos que en justo en frente de la puerta lateral del Paraninfo se encontraba este restaurante, quizá nunca antes le habíamos prestado atención.
Entramos a La Catrina de Alcalá en donde desayunamos muy a gusto unas enchiladas acompañadas de su tasajo, los trabajadores están muy atentos a lo que se te ofrezca, un lugar ideal para comer, elegante, bonito y agradable a la vista.
Encuentras aquí desde omelets, huevos en sus diferentes presentaciones, antojos de la región del Istmo de Tehuantepec y platillos típicos de la entidad.
Uno de los meseros nos informó que en celebraciones de fiestas de cumple años ofrecen como obsequio de la casa un pequeño pastel y su velita, simbólico y representativo, el fin es convivir en grande.

En una ocasión me invitaron a este restaurante y me pidieron que me vistiera formal. Yo no entendía el por qué me habían pedido esto hasta que llegamos al restaurante. Déjenme decirles que quedé im-​pac-​ta-​di-​chi-​mo con la decoración del lugar. Todo, absolutamente todo luce muy elegante y eso no para ahí el servicio es excelente.
Mi parte favorita de este lugar son sin lugar a dudas sus platillos. El chef ofrece unos platillos del Istmo con su propio toque moderno haciendo que queden deliciosos. Este lugar es ideal como para venir con la pareja y disfrutar de una velada inolvidable con un ambiente tipo de película. En el día puedes venir a disfrutar alguno de los paquetes, ideal para venir con la familia. Una de las cosas que más sobresalen son los vinos de diferentes marcas que ofrecen al cliente. Obviamente los precios son bastante elevados, aunque vale la pena cada peso que pagas.

Es un hotel/​restaurant bastante elegante. La decoración esta de lujo y la comida ni se diga. Se podria decir que es de los lugares caros pero realmente lo vale. La comida es oaxaqueña y del istmo pero con un toque distintivo. Eso si hay que ir arreglados de preferencia, ya que es un restaurante «nice». Una buena opción para llevar a tu pareja a cenar ya quese presta para el romanticismo.

Debo confesar que cuando escuché el nombre por primera vez no me imagine un restaurante y menos uno elegante y padre.
Hace poco una persona especial me invitó a cenar a este lugar y me sorprendió y a la ves me sentí mal vestida para la ocasión por lo que si les dicen que irán a la catrina no vayan de tenis, te vas a sentir fuera de lugar, aunque después de un rato te acostumbrarás.
El lugar tiene un tema muy romántico de noche ya que tiene unas estrellas colgantes y con la iluminación se ve como una escena de película, así que les recomiendo ir con su pareja de noche y con la familia de día pues si los invitas a este lugar vas a quedar muy bien.
También hay eventos aquí por lo que es un lugar multiusos y se ve que les va muy bien pues no descuidan ningún detalle, aparte la atención es casi personalizada.
El menú es amplio y todo lo que comí aquí fue 100% del estilo de Oaxaca por lo que siento que este lugar no debería ser tan elegante pero bueno, prueben y juzguen.

Este lugar para mi es muy elegante y está muy padre el concepto que ellos manejan pues sirven comida del istmo, regional y las fusiones entre ellas.
Es un restaurant-​galeríà la cual fue diseñada por Rolando Rojas y tiene un toque único y especial.
La catrina es el lugar perfecto para toda la familia en especial para los mayores ya que por obvias razones son quienes comen más y disfrutan la comida, también por el vino que se sirve aquí, eso si, si tienes duda con qué vino elegir los empleados están sabedores de toda la información necesaria para que de esa manera te recomienden y escojas el de tu elección.
En ocasiones hay eventos de aficionados del vino dónde aprenden sobre ellos y aconsejan cuales son los mejores, es algo así como una cata de vinos.
De cualquier manera quedarás muy satisfecho de haber elegido este lugar para comer o cenar.

Quedar bien en una cena de negocios, o con la suegra que te quiere poquito, o simplemente darte un gusto a lo grande.
Este lugar es muy refinado.
En realidad La Catrina de Alcalá se trata de un hotel muy reconocido en la zona.
Su ubicación en pleno centro y en la calle con mayor número de atractivos turísticos lo vuelve una excelente opción.
Pero si no estás hospedado en el hotel tienen un restaurante que vale muchísimo la pena, y el que puede aprovechar en las situaciones que antes mencioné.
El restaurante se trata principalmente de comida del Istmo y de Oaxaca.
Además de que tiene el reconocimiento de que la comida está cocinada por uno de los chefs más preparados tiene la particularidad de contar con una cava dentro del establecimiento por lo que todas las comidas son acompañadas con los mejores vinos (tienen una carta con una variedad realmente amplía).
¿No sabes de vino?
No te preocupes, todos los platillos llevan la recomendación de algún tipo de vino, así que tú simplemente te tienes que dejar llevar.
El sitio está decorado muy minimalista y con buen gusto.
Además cuenta con detalles espectaculares como pinturas y esculturas que bien combinan con el sabor del plato y el vino.
El precio es un elevado, así que considéralo una opción para ocasiones especiales.

Qué les puedo decir de este lugar TAAAN importante en mi vida: ¡aquí me casé! Les cuento: desde que este restaurante abrió, acudí a comer: mesas súper elegantes, ubicación perfecta y un techo con estrellas colgando, recuerdo haber dicho «si me caso, quiero que sea aquí» ¡y se me hizo!
El chef en esa época dejó un menú de comida istmeña con toques modernos, sus garchachas mini son deliciosas y todos sus platillos están espléndidamente presentados. No es barato, claro que no, de hecho si deseas hacer un evento ahí es caro (realmente caro), pero a la par exige de un ambiente muy íntimo, el chef fue muy claro: máximo 80 personas, no caben más.
Ha cambiado de chef en tres ocasiones, he probado de todos y no tengo queja alguna sobre los platillos, pero sí tengo una sugerencia: cambiaron sus mesas elegantemente presentadas por una imagen más informal, creo que en lugar de sumar, le restaron presencia al sitio.
El servicio para eventos es de PRIMERA: los chefs se desviven; obviamente tengo decenas de anécdotas qué contarles sobre el lugar –y la boda– pero esto es una reseña y no mi diario personal. Así que sólo les puedo recomendar ampliamente La Catrina: lo tiene TODO: servicio de 10, sazón a la vanguardia, el lugar bueeeno, ¡¡¡padrísimo!!!
Ah, si acudes pide una «catrina» es una bebida de fruta, mezcal, hielo frappé y escarchado con sal de gusano: es el «raspado» más rico y embriagador que existe, te encantará.