Refectorio del Hotel Quinta Real

This hotel is in a former convent and the buildings and gardens are wonderful — unique and atmospheric and historic and beautiful. The huge carved stone arbor where the nuns used to wash their clothing in individual stone basins in water from a constantly running fountain is exquisite.
The location is excellent.
The pool is beautiful, and not too cold even at night.
The breakfast was excellent, with individually made omelettes (I especially enjoyed the flor da callabassis, or zucchini blossoms with cheese); well-​labelled traditional Mexican breakfast dishes, and lots of fresh fruit juices and peeled fruits. We were a big group (nearly 20) and actually getting offered coffee in the morning at breakfast was hit and miss.
There is a nice bar near the pool, and a lovely library room for meetings. The large former chapel (or refectory?) was set up for a graduation — an amazing place to have a wedding or other important event.
My garden room was simple, with traditional blue tiles and a painted ceramic basin in the bathroom. The bed was very clean and comfortable. The bathroom is small and the bedroom closet and armoire are a little shabby, as are the lamps and plugs. Tiny details that could easily be provided: an alarm clock that is easy to set and turn off, a full-​length mirror, and some bathroom hooks that do not leave towels hanging right onto the toilet paper roll.
The staff are not unfriendly at all, just not very quick, and there was little personal interaction. There were no water bottles in my room (except for an old, half-​drunk one in the fridge!), and it took two phone calls to get some bottles of water. A problem with one lamp was fixed immediately.
I would stay here again for the extraordinary building and gardens, as well as the location.

Oaxaca se caracteriza por ser una ciudad colonial con una arquitectura única. Muchos de los edificios aún son casas particulares, negocios, oficinas de gobierno o pertencesn a empresas nacionales. Este es el caso de este lugar, que ahora es el Hotel Quinta Real, y su restaurantes EL Reflectorio.
El Restaurantes, al igual que hotel, sobresale por el lugar. Este exconvento hace de la experiencia de ir a comer o desayunar una experiencia muy agradable. Puedes elegir entre dos diferentes cuartos cada uno con su tradicionalambiente, o a un costado de los jardines, sobre un pasillo muy cómodo, el cual es mi favorito.
La comida es muy buena, y a mi me gusta ir a desayunar, sobre todo el buffet, que tienen un poco de todo y el servicio es de primer nivel. Claro, lo bueno cuesta y la verdad este lugar no es barato.

Este hotel Quinta Real antes Camino Real lo conocí una vez que vine a visitar a mi novio a Oaxaca, me invito a desayunar al restaurante El Refectorio. Primero hicimos un recorrido dentro del hotel que es verdaderamente hermoso, sus jardines y los lavaderos antiguos son algo que no puedes dejar de visitar aunque no desayunes ni te hospedes en el hotel.
El restaurante es precioso me encanta, estaban exhibidos algunos trajes tradicionales oaxaqueños, que le daban al lugar un toque muy especial. El desayuno es tipo bufete, y el servicio es de primera, la manera de montar el bufete es realmente hermoso me encanto, además la comida es deliciosa por lo menos la que probé, hay gran variedad de platillos, super limpio y ordenado. Me la pase muy a gusto y desayune muy rico.

Uno de los restaurantes más especiales del centro histórico, aunque no estés hospedado en este hotel, valdrá la pena conocer lo aquí crean. Sobre todo sábado y domingo donde preparan buffet para el desayuno y los domingos un buffet de comida del mar el cual es excelente.
Los clásicos moles también son buenas opciones del menú, observa la pared de los cántaros, hecha con los cántaros pertenecientes a las mojas del antiguo convento, o su cocina tradicional (donde montan el buffet) con la estructura de las antiguas cocinas de la época conventual.

Hay lugares caros, pero que bien lo valen, es el caso del Restaurante El Refectorio, dentro del Hotel Quinta Real. Este hotel es realmente bello, incluso si no estás hospedado en él, bien puedes acudir y visitarlo, de paso verás el restaurante tan hermoso con el que cuentan.
Puedes comer a la carta o el buffet, te recomiendo el buffet, ya que además de ofrecer comida realmente rica, entrarás a la cocina de este lugar: su cocina es bella, amplia, antigua, las paredes te harán imaginar tooodo lo que quizá ocurrió en este edificio.
El lugar es fresco, puedes sentarte adentro (se está muy a gusto), en la parte delantera, en donde verás un pequeño jardín o en el jardín trasero, frente a algunas habitaciones; no importa qué opción prefieras, el servicio es IMPECABLE y la comida es rica, te recomiendo ampliamente sus pequeños tamales de mole, su variedad de jugos y sus chilaquiles –rojos o verdes, ambos son riquísimos-​.
De entre las opciones a la carta, lo que te sugiero evitar son las enfrijoladas, sospecho que quisieron hacerlas taaan buenas, que terminan sabiendo a otra cosa.
El café de El Refectorio es delicioso, si pides descafeinado te lo prepararán al momento.
Después de desayunar seguramente querrás dar un paseo por el hotel, puedes hacerlo a tus anchas, respetando el espacio de las habitaciones, obviamente; pero podrás tomarte fotografías en los jardines o en «los lavaderos» un espacio bellísimo en donde corre el agua bellamente.
Tal como las 4 estrellas de Unilocal indican, soy admiradora de este lugar, si vienes a Oaxaca, pasa por el hotel y quizá desees quedarte a hacer alguna de tus comidas aquí, te atenderán como rey (hablando de Reyes, los de España se hospedaron aquí en su visita a Oaxaca, nada mal, ¿verdad?)