María Bonita

La verdad María Bonita es un restaurante muy famoso por su delicioso sazón, pero no sé si la cocinera es otra, o de plano cambiaron la administración por que la última vez que fui, al momento de entrar quise salir huyendo.
Las paredes son absolutamente blancas, pero no a propósito, sino que parece que quitaron los cuadros y después no les alcanzó para la pintura. Las mesas no tenían en el centro más que un servilletero y algunas otras un salero, total descuido.
No le di importancia y pensé «al menos su comida es buena», pero mi pensamiento fue anticipado. Como es costumbre cuando vas a estos sitios en busca de excelente comida, pedí un mole negro con una pechuga de pollo y arroz… la porción era de buen tamaño, pero el sabor no era el que yo recordaba.
Mi mole estaba un poco frío, por lo que pedí que me calentaran el plato y cuando me pasaron las tortillas eran de la máquina :O cuando siempre había degustado las riquísimas tortillas de mano.
Nada extraordinario en el María Bonita, en verdad, creo que sólo queda el recuerdo de lo que fue en algún momento.

Me gusta mucho este lugar porque para mi es bastante completo.
Los guisos son tradicionales, ricos, sazonados y no son costosos. Tienen menú del día siguiendo la temática de los guisos tradicionales. De mis platillos favoritos están la sopa de guías así especia como la preparan ahí, o el estofado, yo lo prefiero son pollo porque me parece que el mole en si, es ya un muy buen platillo pero eso es de gustos.
Aunque parezca un dato así casi al aire, puedo agregar que las aguas frescas son muy buenas y en verdad se los digo sin sed de por medio.
El lugar es agradable y fresco, tal vez la entradas les parezcan a algunos muy pequeñas pero eso hace que el lugar se conserve fresco. La atención es buena, muy familiar diría yo.

Cuando se trata de comida oaxaqueña regularmente no recomiendo que la prueben en restaurantes pues nunca pueden igual el sazón de las cocineras tradicionales. Más bien invito siempre a acudir al mercado o a algún otro establecimiento, tal vez no formal pero donde sí cocinen con mucho corazón.
María Bonita es uno de los pocos restaurantes establecidos (con un local, mesas, meseros y demás) que sí me convence en cuanto a comida oaxaqueña.
Lo que más me gusta son los moles. Además el sitio tiene una decoración muy agradable y está ubicado en una de las zonas más apacibles de la ciudad.
Si está por la calle Alcalá camina unos pasos hacia arriba y darás con este restaurante.

Este restaurante me hace recordar a la inolvidable actriz mexicana María Félix conocida como «María Bonita» y a quien Agustín Lara le compusiera una canción con el mismo nombre como regalo de bodas.
Es por ello que me provoca desde el nombre paz, alegría, añoranzas, y muchos sentimientos al recordar en nuestra historia la época de oro del cine mexicano. Degustar aquí un delicioso y tradicional platillo oaxaqueño también nos trae a la memoria parte de nuestra rica historia.
Chilaquiles o mole negro son platillos ideales en este lugar, aunque el menú no siempre es el mismo, los precios son accesibles y el lugar bueno para grupos o para comer a gusto solo o sola.

Su concepto entrañable, es lo que hace único a este restaurante, ya que se ha encargado de rescatar las recetas de nuestras abuelitas oaxaqueñas, de la antigua cocina.
Su sello es el sazón y la elaboración tradicional, no hay más, algo que se esta perdiendo en nuestro estado, sin embargo, por lugares como este, es que propios y extraños se maravillan de la enorme cultura gastronómica que tiene Oaxaca.
Algo que te sorprenderá es que este es el lugar ideal para platicar y pasar un buen rato con la familia, ya que esta libre de internet, así quedaras libre de redes sociales por un rato, disfrutar de un buen mole o estofado a la hora de la comida.

Si sigues el recorrido por Macedonio Alcalá, encontrarás este sencillo pero agradable espacio; un lugar con mesas amplias para compartir con capacidad para albergar a la gente que quiere aventurarse a descubrir el sabor tradicional de la comida regional de Oaxaca.
Los precios son bastante accesibles y el sabor de los alimentos es muy agradable, imagínate estar en un ambiente muy familiar compartiendo la comida con los abuelos, las tías, los sobrinos y demás y claro, acá en Oaxaca esto ocurre seguido. También es una buena opción cuando andas con poco dinero pero no quieres sacrificar el sabor y la sazón de la gastronomía oaxaqueña.
Es verdad que tienes que probar los chiles rellenos son una maravilla, pero el mole almendrado que ahí se prepara también está ampliamente disfrutable. Además, si eres de buen diente, acá no tendrás el pendiente de que te quedarás con hambre, ya que las porciones son abundantes y siempre te dejarán satisfecho.

Si eres de los amantes de la comida oaxaqueña tradicional este restaurante te va a encantar. Resulta ser un lugar bastante agradable, su espacio no es muy grande pero sí bastante acogedor por su hermosa decoración. Lo mejor que tiene este lugar son sus platillos, los cuales todos son riquísimos. Lo que más me gusta venir a disfrutar a este establecimiento son los moles que son mi vicio desde niño. Por otro lado de vez en cuando me gusta comer uno de los chiles rellenos de chapulines, los cuales resultar ser una explosión de sabor para mi paladar.
Muchas veces no sabemos dónde ir a comer cuando estamos en el área del centro de la ciudad. Yo considero que este restaurante es una excelente opción por que a pesar de estar muy céntrico está bastante discreto y tranquilo. Los precios son realmente muy económicos y todos sus platillos están bien servidos. No existe un pero que valga para no visitar este lugar.

Si quieres comer como en la vieja escuela, es decir con el viejo sazón antes de que llegara la combinacioón de platillos, María Bonita es una de las mejores opciones para desayunar o comer pero yo se los recomiendo más a la hora de la comida.
Para empezar lo que deben probar son sus chiles rellenos, son una cosa deliciosa y podría comer esto todos los días sin problema, me gusta mucho este restaurante que es como de comida corrida, ya que los precios son accesibles, todo platillo tiene un sabor sumamente casero (poca grasa y gran sabor).
Si tienen ganas de comer algo raro o diferente les recomiendo el estofado de lengua (no suena muy bueno pero lo es), pero si tienen ganas de algo muy Oaxaqueño y con el toque totalmente de la región les recomiendo las garnachas istmenñas, la flor de calabaza capeada y un buen mole para acabar con el pie derecho.
A pesar de que no es un lugar muy grande, les recomiendo que vayan y prueben, por cierto puede ser que te toque comer con desconocidos así que el lugar no es apto para antisociales.

Hola chic@s:
Dentro de los restaurantes dentro de la Ciudad de Oaxaca, existen pocos que tengan éxito, sobre todo ese sazón especial, podría decirse de cocina antigua. Donde los clientes disfruten de la comida y siempre estén recomendado el lugar; es lo que pasa con el Restaurante María Bonita, es uno de los pocos que tienen como las recetas originales, es decir que tengan las recetas de generaciones y sigan con ese exquisito sazón; recuerden que cada quien tiene su forma de preparar sus platillos; pero que sepas la receta «original» es muy difícil.
El día que entre al lugar para consumir fue estupendo, debido a que el ambiente es agradable, el espacio es amplio y muy coqueto. Aparte el servicio del personal es muy amable; para mí esta dentro de mis restaurantes favoritos :), me enamoro inmediatamente, desde la vista hasta el paladar. Cuenta con servicio a la carta, al igual que con el menú del día, es económico, puedes ir con la familia, amig@s o compañer@s de trabajo; después puedes gozar de una caminata por el andador turístico.

Pues qué les puedo decir de este restaurante, de entrada es tá en un lugar muy céntrico y fácil de llegar, sí, tan céntrico que está en el centro de la ciudad ja, ja. De verdad te ofrece toda una experiencia en cada visita, aunque suene medio presumido pero es la verdad.
De entrada tiene precios muy accesibles para todos los bolsillos, pero recuerda llegar temprano o con tiempo porque como es un lugar pequeño no es que siempre tengan lugar para atenderte rápido.
La sazón es buenísima, obviamente con el toque oaxaqueño que hace de todo una verdadera delicia, los antojitos oaxaqueños son su fuerte. Te cuento que sólo aceptan pagos en efectivo así que ve preparado, de hecho en casi todo Oaxaca es lo mismo, por eso siempre ten algo de dinerito en tu bolsillo.

Centrico, atractivo, comodo y comida rica es lo que ofrecen en este pequeño restaurancito. Que a mi parecer yo no le exigiría demás, ya que lo que ofrecen en cuanto a comida respecta, es muy rica y tradicional. Aveces pensamos que los restaurantes son solo caros, y con comida que no te llena, o no con mucho sazón.
Pero este lugarcito te ofrece un sazón muy indiscutible, a demás de que la comida tiene toques Oaxaqueños.
Los precios son accesibles, no hay internet, y no aceptan tarjetas. Asi que cuando decidas ir, deberás llevar en efectivo, y solo sentarte o relajarte. ya que este lugar lo disfrutarás y la comida, ni se diga!

Si lo que buscas es comer rico con el sazón a la antigua (su nombre lo dice todo) y un buen café, María Bonita es una de las mejores opciones que obtendrás en la ciudad de Oaxaca.
María Bonita está ubicado en el centro pero un poquito lejos del zócalo por lo que si planeas ir al zócalo puedes pasar a comer aquí y para que se te baje la comida puedes ir te caminando al zócalo o a tu destino.
Del menú te recomiendo la crema de flor de calabaza y los chiles rellenos, en especial el de picadillo de pollo o de chapulines, cualquiera es rico y eso si, se toman su tiempo para preparar los platillos así que hay que tener paciencia y te aseguro que la tendrás por el lugar te hace sentir como en casa.
Eso sí, lleven efectivo pues no aceptan tarjeta de crédito.

María Bonita es un lugar que te permite conocer lo mejor de la cocina oaxaqueña, desde sus desayunos (los cuales están muy bien servidos) cuentan con opciones tradicionales para arrancar la mañana con energía.
Entre sus platillos destaca la clásica botana oaxaqueña (platillos surtido con las diferentes carnes y quesos que distinguen a Oaxaca). Yo tengo un platillo favorito: «Chiles rellenos de chapulines» los cuales los acompañan con frijoles negros de la olla, está es una opción que no te decepcionara.

El concepto de María Bonita me gusta mucho.
Y me gusta mucho porque es entrañable y de agradecer que un restaurante rescate las recetas de nuestras abuelitas y se encargue de llevar la comida antigua oaxaqueña a las nuevas generaciones.
No se trata de nuevos platillos o que jamás has probado, si no de la comida oaxaqueña de toda la vida pero con la particularidad (que es el sello especial del lugar) de que está preparada como originalmente se hacía y/​o con el sazón que sólo las abuelas le pueden dar a los platos que han preparado toda su vida.
Tienen servicio desde temprano, con desayunos, y hasta tarde con comida, así que es un buen lugar para tenerlo en cuenta a lo largo del día.
¿Sabes cómo son los huevos oaxaqueños? Yo no lo sabía, confieso, y lo descubrí gracias a los desayunos de este lugar.
Son una especie de huevos a la mexicana pero con ajo y epazote, en María Bonita los probé por primera vez.
De la comida recomiendo el mole colorado, que aunque yo no como picante vale tanto la pena que hasta aguanté haciendo mi mejor esfuerzo y mejor olvidé con un mezcal, como debe de ser, ¿no?
Como es obvio tienen en el menú todo lo clásico de un restaurante de comida oaxaqueña, como tlayudas.
María si está Bonita.

Es un restaurant pequeño pero muy acogedor y tranquilo, que está muy cerca del templo Santo Domingo y el andador turístico, un lugar de comida muy tradicional de la bella Antequera con sazón casero e ingredientes frescos.
Puedes ordenar desde un mole artesanal, chiles rellenos, estofado de lengua, flor de calabazas capeadas, memelas, hasta unas tradicionales garnachas istmeñas, así como de una bebida refrescante.
Cabe mencionar también que el diseño y estilo de su espacio es muy sofisticado por las pinturas que se exhiben, los precios son justos y la atención de las personas que atienden es muy amable y cordial hacia sus comensales.