Capricho

Sus nuevas instalaciones aun no las conozco pues yo acidia cuando estaba más metido. Pero por curiosidad fui a dar a esta cafetería, que es súper tranquila, muy relax, es callada, música a medio volumen así como me gusta para ir a leer o para pasar el rato. Lo que gusta es que tienen muffin de muchos sabores. El de pera esta muy bueno, tienen de frutos zarzamora, plátano, naranja y lo mejor es que son del día, ahí mismo están preparándolos en su horno, así que huele a pan recién horneado todo el tiempo.
Aparte de los Muffins venden postres como pay de zarazarmora o pasteles. Es una ocasión una amiga podio el pay y no se lo acabo, porque le empalago y dejo casi la mitad, yo si me lo hubiera acabado pero ya me había comido un muffin y ya seria gula.
El servicio es tranquilo, es decir solo hay una persona en cocina y alguien más te pasa lo que pides, pero nunca he visto que este llena a tope, además como escribía al inicio es un lugar tranquilo.

Aunque ahora se encuentran en otra ubicacion cercana, cuando conoci este lugar fue gracias a un amigo que vivía cerca de este lugar, como teniamos antojo de algo dulce cada uno eligió un postre, yo opte por un Brownie. El lugar me pareció muy lindo tanto por fuera como por dentro, en primer lugar los colores son muy calidos y adentro tienen unas mesitas blancas con floreros donde puedes sentarte a consumir lo que hayas comprado. Podria decir que en general el lugar tiene una decoración muy victoriana.
Tienen una gran variedad de postres y cafés, y por lo que he observado tienen un muy especial cuidado en su aspecto, todos lucen muy lindos. Cuando los pruebas es igual, y a pesar de que son dulces no son para nada empalagosos. Tienen unos muffins adornados que me encantaron y su cheesecake es increible, porque es muy cremoso justo como me gusta. Las personas que te atienden son super amables y siempre hacen que te sientas a gusto en su local. Un lindo lugar.

Esta pequeña cafetería estuvo durante algunos años un tanto escondida a solo dos cuadras de donde está ahora, sin embargo el cambio les ha venido muy bien, ahora está súper cerca de mi trabajo y lo que es mejor, han mejorado y ampliado su carta.
Es un pequeño lugar en el que venden infinidad de muffins (esa es su especialidad), ayer compré uno de plátano, otro de naranja (es delicioso), uno de mandarina con almendras (riquísimo) y uno de mocca con zarzamora. No hay pierde, todos son riquísimos. Además tienen unas lindas galletas, rebanadas de pastel de chocolate o de pay de queso al que le ponen salsa de frutas naturales, ayer por ejemplo, tenían de mango y guayaba.
Los precios no son súper baratos, pero hay productos que valen mucho la pena, como precisamente los muffins, que son grandes y cuestan sólo 18 pesitos. De beber tienen una extensa variedad de tés y algunos cafés *muy buen café*
El servicio es lento y tranquilo, pero es parte de la esencia del lugar. Sólo manejan efectivo y el otro día que fui, me regalaron uno de los merengues con forma de corazón que tenían cerca de donde despachan… me lo devoré jajaja
Por tanto, si andas por ahí, te invito a pasar, es un lugar lindo en donde el tiempo se irá rápido y el apetito se abrirá fácilmente.

Este lugarcito está estrenando ubicación, luego de varios años en pleno corazón de Xochimilco. Se trata de un localito dedicado a las pizzas, bastante sencillas y ricas, y a ofrecer postres, algunos muy buenos. El local antiguo tenía mucho encanto, una casita vieja en una calle casi peatonal, aunque algo escondida. Ahora se han mudado a una calle muy transitada, al lado del colegio Blaise Pascal, mucho mejor para tener mayor clientela, aunque algo inhospito para visitar, por el tráfico permanente y el ruido.
Su carta es mínima, recomiendo la pizza de papa con tocino, una delicia que sabe mucho mejor de lo que sueña. La típica de peperoni también es muy recomendable. Su pastel de chocolate es lo mejor mejor de su carta, es una delicia, ampliamente recomendable. También hacen galletas ricas y pan de caja para llevar que vale mucho la pena. Otro postre sencillo que tiene mucha personalidad son las gelatinas de yogurt con mermelada de mango o ciruela pasa, es un descubrimiento.
Sin duda, una excelente opción para el postre de la tarde o para el antojo mañanero.

Amo los lugares pequeños e íntimos, son ideales ya que ofrecen una tarde agradable, libre de estrés y contaminación auditiva, ubicado en el Barrio de Xochimilco, uno de los más tradicionales y concurridos.
Su estilo vintage y decoración de enredaderas con hadas, te invitan a disfrutar de un rico café o una bebida refrescante, acompañado por supuesto de un postre, a mi en lo particular me gustan los cheesecake de zarzamora con una soda de naranja.
Su especialidad son los muffins, pero puedes encontrar, galletas caseras, crumbles, pizza, café y té; el servicio por parte de los propietarios es excelente y los precios muy cómodos.
Frente a este se encuentra unas escaleras de piedra, que son una inspiración para los turistas nacionales y extranjeros, que gustan de tomar fotos o simplemente sentarse en una de las bancas que hay ahí y sentarse a dibujar sus callejones.