Es un bar muy pequeñito, fuera dispone de 6 veladores y dos más pero de pie, el interior es muy chico, con una capacidad de no más de 20 personas en la barra como máximo, está en la arteria principal de Triana, el paso de gente es continuo(lo digo por si os sentáis en los veladores de fuera, el espectáculo visual merece la pena por el entretenimiento). Javi es el actual dueño, ha sucedido a su tito al frente del local, lo redecoró y le ha dado un nuevo aire tanto al local, como a la cocina, aunque mantiene la base de siempre, ha innovado en algunas tapas. La Comida: Todo, todo está fantático. Todas las tapas son caseras, caseras y están muy bien de cantidad y calidad, hay de todo un poco, eso sí, todo plancha, frito o frío, es sota, caballo y rey, pero son unas tapas que merecen la pena conocerlas, a mí particularmente me encanta la tortilla francesa de gambas, hacen varios tipos de tortillas francesas muy ricas, también hacen unos flamenquines magníficos, pero sin duda la tapa estrella del local es la ensaladilla, para mí la mejor del barrio(y casi de Sevilla) con diferencia, las huevas también están muy ricas, los chocos fritos, las albóndigas de choco(brutales), en fin, que tiene una carta muy variada, no sabrás que pedir. En cuanto el servicio, Javi está solo en la barra, pero se las ingenia a las mil maravillas para atender de manera eficaz y rápida a todos los clientes. La relación calidad precio es casi insuperable. Buon Appetito.
Cristina A.
Tu valoración: 4 Sevilla
Bar pequeñito en plena calle San Jacinto, el corazón de Triana. Y cuando digo lo de pequeñito es literal, por suerte cuando fui conseguí sitio al final de la barra porque odio comer de pie. Este bar de tapas tiene una de las mejores ensaladillas que he probado nunca, y ya es decir. No tiene nada de especial a simple vista pero de sabor está deliciosa. También hay que resaltar sus flamenquines con varias especialidades para elegir, los dos que probé muy buenos pero me quedo con el de serranito. Sin duda una de las mejores opciones para tapear por la zona, tengo ganas de repetir.
Yvan M.
Tu valoración: 4 El Puerto de Santa María, Cádiz
Hace unos días estuve comiendo en este bar –restaurante que está muy cerca de la clinica Infanta Luisa, en Triana, Sevilla .Está a unos 50 metros de la puerta de la clinica, en la que tuve a mi hermano ingresado . Es un bar de toda la vida, que ha sabido evolucionar con los tiempos, pero que siempre ha mantenido una comida casera, y actualmente su menú de 8 Euros, es fenomenal . La relacion calidad– precio es imbatible. En cuanto a los desayunos, es famoso, por los churros … ¡¡¡¡ animaros a conocerlo !!!
Clara Victoria G.
Tu valoración: 4 Sevilla
…dicen que hay que dar segundas oportunidades! Oferta actual: «Selección de tapas y caña, refresco o vino recomendado por 2,5 euros». El camarero que me ha atendido hoy, chapó!
Maria T.
Tu valoración: 5 Sevilla
Recuerdo cuando era pequeña y solía ir con mis padres de tapeo. Esta era una de nuestras paradas de rigor casi siempre. Primero a La Blanca Paloma, y justo después a La Esperanza, o al revés. Con una tapita cada uno en cada sitio íbamos más que servidos! No recuerdo muy bien porque al principio tenía una cierta obsesión en pedirme solo patatas fritas cuando iba. Luego mis gustos fueron cambiando y me apetecía probar una cosa diferente cada día. Recuerdo con especial cariño las cazuelas. La mía era la de gambas y jamón… ¡Vaya cosa! Te la servían en la mesa en la cazuela de barro y tenías que mover el huevo rápido para mezclarlo todo y que se siguiera haciendo con el calor que aún tenía. Eso con 10 años, para mí era todo un reto! Que si la cazuela te da vueltas, que si le tocas con una mano sin querer y te quemas… que si lo que te quemas es la lengua porque no tienes espera… SIEMPRE llegaba a mi casa con la lengua rasposa por haberme quemado… Y es que yo soy una persona muy paciente… pero con la comida. prefiero achicharrarme la boca que esperar a que se enfríe un poco! También recuerdo que mi padre se pedía otra cazuela de bacalao y que tenía un sabor un tanto peculiar… hasta que un día descubrí que tenía kepchup! Raro verdad? Pues el sabor era increíble! Y la ensaladilla, que estaba buenísima… Después de la reforma solo habré ido una vez y bastante rápido… ¡siempre está hasta la bola!
Berta C.
Tu valoración: 5 Sevilla
Escribir sobre el bar La Esperanza es evocar tantos y tantos recuerdos… Años llevo yo yendo, tanto que hasta me podía sentar como una micurria encima de la barrita del interior. Este bar es muy chico muy chico, pero al fondo a la derecha tiene un huequecito donde, siempre que podíamos, nos situábamos nosotros. Si pensamos en las tapas de la Esperanza, la primera que todo el mundo recuerda es la ensaladilla. Famosa ensaladilla. A mi madre le da coraje porque siempre dice ¿si es que no tiene nada: solo patata y mayonesa? Pues así es, esos son sus ingredientes y supongo que un poco de huevo duro, pero no podrás negar que está deliciosa, no sabemos si el secreto estará en la mayonesa, en la calidad de la patata… ¡misterio sin resolver! De los demás platos, prueba lo que sea y te encantarán, son caseros al máximo y de gran calidad. El flamenquín especial de la casa está para dejar de trabajar e irnos todos para allá ahora mismo. Las gambas al ajillo… igual. Hace años el local sufrió una remodelación, coincidiendo con el relevo generacional, es curiosa la actual decoración con esa lámpara de lágrimas… No te digo más nada para que lo descubras tú…
Óscar H.
Tu valoración: 4 Madrid
Junto al Hospital Infanta Luisa se encuentra este restaurante del que únicamente conozco sus churros, o como ellos los llaman calentitos. Están buenos no, buenísimos, y es una suerte que los sirvan no solo por la mañana(de 8 a 12 de la mañana) sino también por la tarde(de 4:30 a 8) porque a algunos nos gusta también merendarlos. El sitio quizá no es muy cómodo, y a mí desde luego no me invita a quedarme, entrada estrecha con la barra a la izquierda tiene una sala al fondo alicatada donde poder tomarte tu café y tus churros, creo que además tiene una segunda planta a la que nunca he subido, ya que cuando he acudido estaba siempre tan lleno de gente(supongo que trabajadores y visitas del hospital), que lo único que he hecho ha sido cogerlos y salir corriendo.