D Mercao

Fabuloso local y recomendable al cien por cien. He ido en un par de ocasiones, otra reseña que llega con retraso. La verdad es que es complicado decir nada nuevo tras quince magníficas aportaciones. De hecho, hasta he hecho las mismas fotos, de los mismos platos que vosotros.
De todas maneras, intentaré daros mi punto de vista, que de esto trata Unilocal.La decoración es llamativa, no sabría bien como definirla, aunque reconozco que me gusta mucho. Una de las grandes ventajas de D Mercao es que te ofrece una zona donde poder tapear, lo que te permite comer bien y a un precio más ajustado.
Como os he mencionado he estado dos veces, la primera hace ya mucho tiempo y comimos un grupo en la parte de restaurante, la segunda vez fue en la zona de tapas. Como ha sido la más reciente, me centraré en relacionaros qué tomé:
— Fideos tostados: Uno de los imprescindibles de su carta. Están muy, pero que ricos y sabrosos.
— Tartar de Pez Mantequilla: Otra de sus especialidades, no os lo debéis perder. Solo por la textura merece la pena.
— Patatas Cremadas: No estaban mal, el foie acompañaba realmente bien.
— Ceviche de Corvina: No puedo ser objetivo con el ceviche, me gustan todos y en todos los lugares donde lo pruebo.
— Saam de cochinillo: Sorprendente, muy rico y gustoso. Lo recomiendo encarecidamente.
Toda la comida estaba tremenda. El servicio correcto. El precio elevado, pero es que este tipo de cocina debe pagarse. Se nota en cada plato la maestría de la cocina. De todas maneras, si vais de tapas el precio es mucho más ajustado y la calidad no merma lo más mínimo.
Os preguntaréis entonces el porqué no le he puesto la máxima puntuación. La respuesta radica en el postre, pedimos un par de tapas de queso, no me gano la vida como afinador, pero algo sobre quesos sé y los que nos pusieron adolecían de la calidad necesaria. Una pena que el final de la comida fuese así.
De todas maneras, volveré y os recomiendo a todos que lo conozcáis, es de esos sitios a los que hay que ir por lo menos una vez. La experiencia culinaria lo merece.
Buon Appetito.

Un lijado de cocina con platos muy elaborados. Recomiendo su cochinillo así como la lasaña de wantoo o fideos tostados, pero sobre todo para los amantes del pescado crudo su Tartar de pez mantequilla y huevas de pez volador.
En los postres muy rico el coulant de chocolate y pistacho.

Hay locales que cumplen con la fama que toman. D Mercao es uno de los pocos que no defrauda cuando ves ckeck-​ins por doquier y buenas reseñas.
El local es precioso, con una distribución algo extraña pero muy acogedora. La cocina a la vista, con unos cocineros y camareros que te lo ponen muy difícil para elegir qué dedo cortarte y que no te duela cuando te «cantan» la carta. En cuanto a ésta, justa; ni muy amplia ni muy corta, con platos originales y combinaciones exquisitas.
Aparte de la calidad de sus platos, lo que más me gusta de mis visitas es que te ofrecen todo el tiempo del mundo para que disfrutes de la experiencia. 0 prisas. Algo que es de agradecer en un local que va subiendo como la espuma…
Dos últimos apuntes:
— Pagas lo que comes. Relación calidad-​precio equilibrada, pero algo superior a la media de los bares de tapas habituales de la zona.
— Lujazo de carta de vinos por copa… Sobre todo de vinos andaluces!
Te recomiendo que:
1. Reserves. Tuvieron algunas quejas en cuanto al tiempo que tardaban en servir y ahora suelen hacer menos turnos de mesas para dar mejor servicio.
2. No vayas en pareja. Los platos son tan abundantes que con 3 te basta y te sobra y… te quedaría tanto por porbar…
3. No te pierdas el tartar de pez mantequilla, los fideos tostados con ali oli de pera y gambones, el magret de pato, el taco de atún marinado o el carré de cordero australiano
4. Complicado el aparcamiento. Si vas en coche o lo dejas en la zona de Torneo o te la juegas por el barrio de San Lorenzo.

Solo he venido una vez y, desde luego, repetiré si tengo la oportunidad (y el dinero).
No es carísisimo, pero sí que es para ocasiones especiales. El típico restaurante para cumpleaños, aniversarios, etc.
Tiene una parte que no he probado, y quizás si sea más para momentos de esos que te apetece comer modernito y bueno.
Los platos estaban espectaculares. Tanto los fideos fritos, las migas, las vieiras, el solomillo… El tentáculo de pulpo muy vistoso pero no es para tanto.
La decoración es modernita minimalistas. De vez en cuando una silla diferente, colores claros, cubiertos de diseño…
En general muy recomendable y exquisito, merece la pena!

Por fin probé d mercado… Tras varias recomendaciones tanto de Unilocalers como de amigos y aprovechando una de esas ocasiones especiales decidimos visitar D mercado. Y la decisión fue mas que acertada, los platos de d mercado causaron revuelo en cada uno de los comensales.
Uno a uno fueron llegando a la mesa, donde estuvimos atendidos por una camarera muy amable. Como aperitivo de la casa un gazpacho de naranja que nos encantó y como entrantes a compartir pedimos:
— Fideos con alioli!!! Riquísimos, pedirlo si o si!!!
— Pata de pulpo ahumada con roca rellena de patata y trigueros. Este plato gustó pero para mi no fue lo mejor, aunque el pulpo estaba que se deshacía!
— Migas con huevo a baja temperatura: si te gustan las migas te recomiendo pedirlas, para mí estuvieron muy buenas.
Para cerrar la comida:
— Tataki de buey, que si os gusta la carne estaba delicioso! La carne macerada estaba increible!
— Vieiras con tallarines y gazpacho de albahaca. No se qué decirte si estaba mejor esto o la carne. Vieiras a la plancha, tallarines negros y con la salsa que traen aparte y te sirven al traer el plato. Buenísimos!
En general los platos eran bastantes grandes, recomiendo compartirlos para probar varias cosas porque los platos son una delicia.
Y para no ser menos de postre:
— Bizcocho susher con mouse de galleta, helado de café y arena de cacao… Personalmente el helado de café no me gustó pero en general el plato bastante bueno y cuidada la mezcla de sabores.
— Verduras en diferentes texturas: bizcocho de zanahoria, escerificaciones de hinojo, helado de calabaza y aire de apio. Este postre no me encantó la verdad, eso si a la vista parecía un pedazo de plato y la combinación de texturas alucinante.
Después de todo esta explicacion, mi valoracion general es voy a repetir en una proxima ocasion especial. Os digo especial porque el precio por persona no es barato, la cuenta para los 4 salió unos 125E, es decir unos 30 y poco por persona.

Cuando conoces un sitio y te gusta mucho la primera vez, yo al menos, quedo enamorada para los restos y siempre querré volver. D Mercao es el sitio perfecto para una ocasión especial, o para sorprender a alguien, o bien porque tu cuerpo te pida un capricho.
Aunque desde fuera parezca un sitio pequeñito, tienes que entrar. En la parte delantera tienen mesitas pequeñas para tapeo rápido (aunque también delicioso) o si lo prefieres, al fondo tienen una zona donde sentarte, más cómoda, tipo restaurante, y organizar algún encuentro con amigos o algo más íntimo.
Por lo que comimos, no habría palabras para describirlo. Todo lo que probamos estaba delicioso, todo. Los ingredientes son de calidad y además hay mucha creatividad en sus platos. Yo diría que es una cocina llena de fusiones. Mezclan sabores y gastronomías de todo el mundo. Comimos migas, carne, pescado, algas, foie… Y un postre ¡inolvidable! Tengo que decir que aunque venía acompañado de helado de café (que no me gusta) estaba igualmente deliciosa la tarta de chocolate. Exquisita.
Además, la cena estuvo en todo momento muy bien servida, con una atención correcta, atenta y cordial. Tienen una amplia carta de vinos además ofrecen un vermut, que si te gusta, se volverá adictivo. Un sitio diez en la ciudad. Muy recomendable.

Solo he estado en una ocasión, pero el sitio me encantó. Fue todo… La atención, los platos (a cada cual más rico) y el vermut. me fui enamorada de su vermut. También es cierto, que fui a una cena invitada, y por lo que observé en la carta, el sitio no es barato… Nada barato. Si es cierto que los ingredientes me parecieron de primera y los platos muy creativos y sabrosos. Eso sí, no es un lugar para ir todos los días, pero si esta chulo para una cena o almuerzo especial.
El lugar me pareció muy coqueto y acogedor. Con el suelo antiguo y la madera de pino en las mesas de la entrada combinadas con esas sillas modernas de plástico /​metacrilato y otras de password, ciertamente me encantó.
Nosotros estuvimos al fondo del local, en una mesa para ocho comensales, y tengo que decir que las dos mesas del final del local fueron las que me parecieron más acogedoras, en pequeñas salas, algo separadas que daba la sensación de más intimidad.
Para comenzar, nos sirvieron un salmorejo de naranja como aperitivo, muy bueno… Aunque todo lo que vino después, lo superó con creces.
Lo siguiente fue un menú degustación de numerosos platos que paso a describir que… ¡hay que probarlos! Porque todos están más ricos aún que su nombre…
Lo primero fue un «lingote de foie, queso de cabra y con arena de moka y chips de plátano crujiente». En mi opinión, de los platos más ricos que probé. Todos estaban buenísimos, pero el sabor de este. mmmm. Eso sí, pequeño pero consistente. Muy consistente y denso. Un sabor muy intenso.
Luego, y si no recuerdo mal el orden, pasamos a los «tacos de atún marinados sobre algas hijikis y esferas de ume boshi». El atún buenísimo también y muy sabroso. El alga tenía un sabor fuerte pero también muy rico, y más mezclada con la emulsión de las esferas.
Proseguimos con unos «fideos tostados al tenzuyu con ali oli de peras y cola de gambones». Iban como flambeados, y aunque no estaban malos, fue el plato que a mi personalmente menos me gustó. Creo que fue porque traía demasiado ali oli y al mezclarlo con los fideos el sabor fue demasiado fuerte.
Por último (de los entrantes), probé unas «Migas crujientes con foie, tomates caramelizados rellenos de ganso ibérico y huevo a baja temperatura» creo que era así (o algo parecido). También muy rico, pero claro. tengo debilidad por el foie, así que muy objetiva no soy.
Tras todo esos entrantes, que por cierto fueron acompañados de un pan como de aceitunas deshidratadas ESPECTACULAR, y sus vasos de vermut con un sabor muy rico y suave… Pasamos a degustar un plato de pescado y otro de carne.
El de pescado fue una reinterpretación (de esas que están tan de moda) del popular plato de urta a la roteña. Y aunque no decepcionó y estaba muy bueno, seguramente si tuviera que quedarme con menos platos del menú, sería uno de los que yo quitaría.
De carne: ciervo con puré de patatas con boletus (creo que era) y chip de remolacha. La carne muuuy rica y en su punto. Tierna y con muy buen sabor, el acompañamiento le daba un toque e iba perfecta la combinación.
Después de todo esto y ya de comida hasta arriba (de gorditos total) llegó el postre, una tarta de chocolate y galleta que iba acompañada de helado de café y un «río» de chocolate. El postre apenas lo probé, no porque estuviera malo sino porque realmente no podía comer más. Si es cierto, que lo poco que probé, me gustaron más los platos de la comida que el postre… Aunque siempre fui más de bocadillo de jamón que de napolitana ;P
A toda la comida, se le sumó un buen servicio (aunque si es cierto que a veces un poco lento, sobre todo en el tema de traer las bebidas) y que tienen wifi gratis, un plus que siempre cuenta para «enganchados» a las redes como yo jejejeje.
En definitiva, reocmendaría este sitio sin duda alguna. Y volveré… eso sí, cuando ahorre un poquito: D

Hay pequeños detalles que hacen que no le pueda poner 5 estrellas. He ido sólo una vez, y todos los platos estuvieron deliciosos, todos, y la presentación, increíble, pero hay una cosa que nos molestó mucho. Éramos 6 amigas y pedimos platos para compartir. Cuando íbamos por el segundo, nos dimos cuenta que los platos traían 6 porciones. ¿Sería casualidad? Pensamos que si habían decidido poner 6 porciones iguales para que todas tuviéramos la nuestra, si eso incrementaba el precio, nos lo dirían. Pero nos equivocamos. Casi duplicó el precio de los platos y no fuimos advertidos. No nos pareció bien. Cuando uno pide hace un cálculo mental del precio que quiere pagar y de la cantidad de comida que quiere comer. Al decidir por nosotros el camarero, sin avisarnos del incremento de precio, la cena nos costó más dinero y además sobró comida.
Como digo, una lástima que un detalle tan tonto haga que no pueda ponerle 5 estrellas, a pesar de que algunos platos como la caballa o el bacalao nos parecieron excepcionales.

De momento sólo he estado una vez, pero ya tengo ganas de volver.
Lo que más me gustó fue el punto que tenían los pescados, la materia prima era de mucha calidad y estaba muy bien tratada. Me encantaron las sardinas y la caballa estaba buenísima, ambos pescados estaban en su punto, jugosos y muy ricos.
Los postres me parecieron demasiado dulces, pero el granizado de apio y el de tomate (ambos en un postre llamado huerto) eran muy interesantes.
El lugar es agradable, el servicio es atento y la comida está muy rica para mi gusto.

Dentro de la Sevilla Tapas Week, decidimos visitar algunos de los bares situados en el centro, entre ellos De Mercao, al que llevaba tiempo queriendo venir y que aún no había visitado. Tomad este comentario solo como un avance, dado que probé pocas de las tapas del local.
Localización y ambiente
El local, situado en Conde de Barajas, es amplio, disponiendo de numerosas mesas, si bien la barra es algo exigua. Es un sitio más para comer que para tapear. El local estaba repleto y en los fines de semana es recomendable reservar. Puntuación: 5.0
Cocina
Fue ver la carta y saber que tendría que volver a este sitio nuevamente. Toda ella es muy sugerente. Dado que estábamos de ruta de tapeo, probamos la tapa de la sevillatapasweek y otra de las habituales.
Dentro de la Sevillatapasweek tienen una tapa denominada «Paloma Torcaz bajo el cielo del otoño», la cual es deliciosa. Lo primero que llama la atención es la presentación de la misma. Así es un pequeño canelón relleno de paloma con un «tejadillo» de setas que se sostiene sobre dos columnitas de patata, y acompañado de paloma en otra textura, a la plancha, y setas también a la plancha, y para finalizar un «gazpachuelo» de setas. El tejadillo está elaborado con obulato, por lo que, al contacto con el gazpachuelo caliente, se derrite y todos los sabores se funden en el plato. Pero si la presentación es espectacular, el sabor no lo es menos, todo muy concentrado e intenso. Para mí una tapa, no de 10, sino de mucho más. No aparece en su carta habitual, pero espero que la incorporen tras esta feria de la tapa, porque vendría aquí solo por tomarla.
Tras ella probamos el risotto japonés de miso y algas hijiki con tempura de choco en su tinta. También estaba buena, pero no sé si es que la anterior dejó el listón muy alto pero, aun estando buena, no me terminó de convencer. El choco frito en tempura negra sí llama la atención y le da un buen sabor a mar.
A falta de probar más cosas, voy a dejarlo en una puntuación de 4.0. Aunque sé que este sitio tiene potencial de 5.0, por lo que espero volver pronto.
Bebidas
Solo tomamos cerveza, cruzcampo, bien servida.
Servicio
El servicio fue excelente, siempre atentos y haciendo una presentación detallada de cada uno de los platos. Puntuación, 5.0
Precio
Los precios de las tapas están entre 4 y 6 euros la mayoría, y la cerveza a 2 euros. Son quizás unos precios algo elevados, aunque la elaboración de los platos sí pueda justificarlo. Puntuación 3.5
Sin duda tengo que volver pronto para probar otros platos de la carta. Puntuación global, 4.0

Me ha encantado el sitio, platos muy sabrosos, elaborados y originales. Te ponen gratis de entrada salmorejo de remolacha exquisito. No dejéis de pedir los fideos fritos con langostinos y alioli de pera, el carpaccio de boletus con bacalao ahumado y el ceviche de salmón con espuma de pimienta. Los fideos fritos es un plato muy consistente y llenan mucho.

Uno de los nuevos locales de San Lorenzo, todo exquisito, no dejeis de probar la pringá y el ajoblanco. Muy buena calidad, no es especialmente económico y el local es un poco ruidoso, pero te atienden super bien.

Desde que abrieron D Mercao estaba en mi lista de pendientes que visitar y por fin el fin de semana pasado pasé por allí. Le tengo un cariño muy especial a la Escuela de Hostelería de la Consula, donde se formó el cocinero de D Mercao, Jorge Manfredi, pues durante 5 años la visité muy a menudo en mi trabajo de gestión de las becas Leonardo da Vinci de los alumnos de la escuela. Guardo mucho recuerdos de los viajes y reuniones con el personal y sus alumnos, de las buenísimas comidas en el restaurante ejecutadas por los alumnos. Así que cuando supe que mucho del saber hacer de este cocinero era producto de su formación en La Consula, ya sabía que pondría más de un pie en D Mercao.
No tenía reservada mesa pero no fue necesario, sábado de julio con media Sevilla en las playas me hacían presagiar que no iba a tener problema alguno. Nada más llegar nos ofrecieron un chupito de gazpacho de sandia muy rico, el justo sabor dulce sin excesos. A continuación pedimos tres platos de la carta (aunque nos ofrecieron algunos más fuera de ella): un entrante para compartir, el ceviche de salmón salvaje con jalapeños, corazones de tomate y aire de Sichuan, que realmente fue el plato que menos me sedujo… porque para mí era más bien un carpaccio de salmón marinado y no un ceviche. La pimienta de Sichuan daba un sabor muy rico, pero me hubiera gustado un plato más cítrico en conjunto.
Los otros dos platos que pedimos triunfaron, uno de ellos la pluma ibérica con mojo coreano y canelón de calabacin relleno de patata trufada. Creo que el mojo coreano era un puré de kimchi o al menos llevaba especias similares (me quedó pendiente la pregunta al cocinero, pues el camarero lo desconocía). El otro plato, la ventresca de atún en manteca colora de soja y ajoblanco de wasabi, me pareció buenísimo en sabor y en textura, sin duda la mejor elección del día.
Nos quedamos con ganas de los que parecían suculentos postres en la carta. El problema que todos llevaban helado de facturación propia de acompañamiento y la heladora estaba estropeada. Así que decidí dejarlo para una segunda visita y tener la experiencia completa. Tengo que volver a por ese postre con helado de cardamomo que quedó grabado en mi memoria…

Muchas veces es complicado encontrar la excelencia si vas a cenar a un local que no es un restaurante de etiqueta.
D Mercao la busca y la consigue en los pequeños detalles, ahora te retiro el platito para no mezclar sabores, ahora te pongo cubiertos limpios, ahora un pincho para mientras esperas tu comida… Son esas cosas que no te encuentras en otros locales sevillanos y hacen que éste marque la diferencia.
Después, claro está la comida… pocas referencias en carta para no saturarte en pensamientos de si me gustará esto más que aquello… hay que ir a lo más sencillo, porque comer es de lo más sencillo. De las que probé no hubo una sola que me decepcionara, ni en presentación ni en elaboración… La experiencia fue redonda.
El único inconveniente: el local ocupa la planta baja de una típica casa sevillana, de muros anchos y frescos en verano, por ello no dispone de un gran salon, sino de pequeñas estancias divididas. Esto hace que le ambiente sea coqueto, sí, pero hace que la distribución la marque la construcción y que para ir al baño de caballero haya que llegar hasta la misma puerta de la calle, o también que exista mucha resonancia del ruido en las paredes, por lo que el ambiente no llega a ser tranquilo como mandaríà la situación.
Por todo lo demás es una auténtica experiencia que hay que probar, el arroz negro está delicioso y las caballas sobre milhojas de grano son sencillamente geniales

#LunesdeReseña
Un duro rival para locales de la zona de San Lorenzo. Y es que la calle Conde de Barajas se está poniendo las pilas con la buena gastronomía. A ambas aceras tenemos muchas opciones: La Azotea, Barajas20 tapas, Az Zait y éste.
Llevaba tiempo queriendo ir, desde que avistara al poco de abrir, pero no fue hasta un mediodía entre semana que por fin lo lograra. Fines de semana imposible si no se llega temprano o tengas reserva. Me hizo gracia su manera de medir los platos en su carta: ‘para picar’ y ‘para compartir o no’.
El local tienen una decoración sencilla a la par que elegante. El trato por parte del personal, muy bueno. Hasta paciencia con un niño, que por desgracia, nos acompañaba en mi mesa.
Y centrándome en lo principal, la comida, qué decir; es fantástica, presentación y sabor, de diez. Nada más sentarnos, como aperitivo de cortesía un vasito de salmorejo de naranja, exquisito. Al ser una reunión grande, pudimos probar un poco de todo: fideos fritos con alioli, risotto negro de sepia, de carne y setas, ensaladilla, huevos de corral con patatas y foie. Todo muy bien elaborado y magnífico de sabor.
Es normal, que cuando un restaurante piensa en conjunto y de manera organizada una apertura, salen experiencias redondas, como ésta. El chef estuvo diez años por Málaga trabajando, el local con una fachada nada ostentosa, da paso a un ambiente muy agradable y los platos son exquisitos. Todo ello, por una media de 20 euros en función de postre y/​o vino.
Sin duda, ya en favoritos y deseando volver.

Me encanta! Y eso que abrieron hace unos 3 meses!
Encontré este sitio de camino a otro bar y como llegaba un poco antes de la hora a la que habíamos quedado, me paré a leer la carta. En ese momento me enamoré del sitio :) No sé cómo lo hice pero acabamos comiendo allí y cancelamos la reserva en el sitio que íbamos en un principio. El resultado una maravilla y decidí dar de alta el negocio en Unilocal: D
Es curioso porque la entrada es algo particular y cuando pasas por delante no te das cuenta de que es un restaurante ya que tienes que pasar una especie de pasillo alargado. Una vez pasas la puerta te encuentras una pequeña antesala alargada con unas 6 mesas, 3 a cada lado, y a continuación un salón más amplio con más mesitas, la barra de frente a la derecha y a la izquierda la cocina con ventanal. Al fondo otro salón con mesitas, incluyendo una en una especie de minipatio, y el baño.
La atención magnífica, lo dirige (al menos eso creo) una señora muy agradable que nos dio la carta, nos habló de los platos del día y nos ofreció la bebida. En esta primera visita nos dejamos aconsejar totalmente por la dueña: ensalada de berros (indescriptible el sabor), ensaladilla (menuda mayonesa!!) y los fideos tostados con alioli de pera espectaculares! Como platos principales escogimos el cochinillo lechal que se deshacía en la boca y corvina (fuera de carta) maravillosa! De postre el membrillo en pasta de kataifi que me dejó sin palabras. Es increíble que todos y cada uno de los platos nos encantara, desde luego que acertó con las recomendaciones. Para beber optamos por un vino de Almería que nos gustó mucho.
La verdad es que se come de escándalo en este sitio pero el precio es elevado, no es para venir todos los días, pero para darse un capricho merece la pena :)
Accesibilidad: perfecta, sin escalones, baño amplio (no recuerdo si tenía barandilla).
PD: recomiendo encarecidamente reservar, sobre todo si es festivo y fin de semana.
La página web está bastante bien hecha y puedes ver la carta y los precios, échale un vistazo si tienes tiempo!

Bien, sitio nuevo y directamente al entrar, subiendo posiciones, como puse en el consejo, me gusta nada más llegar y pasar la puerta, en la barra nos atienden y nos ofrecen de beber mientras se queda libre alguna mesa, ya que el sitio está lleno y nos presentamos sin avisar un sábado a las 22:30 — 23:00. Se ve la cocina y como trabajan la comida, todos los empleados muy amables.
Nos sentamos sin tener que esperar mucho, y empezamos a revisar las opciones, algunas más elevadas de precio, otras más normales, pero todo bastante bien en general. Varias de las cosas que queríamos pedir y sobre todo que yo quería pedir, no quedaban, nos explicó el camarero que sábado y a la hora que era, que lo entendiéramos, y se entiende, además creo que es símbolo que la comida no es congelada ni cosas por el estilo ¿no?
Tomamos un tartar de pez mantequilla, que a mi no me apasionó, pero al resto si y otro que a mi si me gustó más, obviamente, era de carne y yo con la carne me entiendo más. Hubo también un poco de atún, del bueno, según el camarero de la mejor parte del atún y atún rojo nada menos, pero yo, como es habitual en mi, las cosas poco cocinadas no son mi fuerte y no me gustó, pero a mis compañeros de cena si, aunque un poco elevado el precio para lo que era, eso si lo comentaron.
Guardo un párrafo entero para el arroz, un arroz negro, pero negro mu negro y además de mu negro ¡mu rico! me encantó la verdad y si ese estaba tan bueno, el que no pudimos probar porque no quedaba denominado ibérico o no se exactamente que nombre tenía, debe andar igual de bueno seguramente, porque el arroz estaba muy bien hecho. Así que sin ser un sitio específico de arroz, creo que saben hacerlo igual o mejor que en algunas arrocerías.
Volveré y probaré todo lo que no pude probar :)

Me gustó bastante venir aquí sin reserva, encontrar mesa, cenar muy a gusto y pagar una cuenta que, aunque fue algo elevada, fue porque nosotros lo elegimos.
Normalmente es muy difícil encontrar mesa libre un sábado por la noche este nuevo restaurante de la ciudad, pero nosotros llegamos tardecito y apenas tuvimos que esperar unos diez minutos para que nos sentaran. La pena es que al llegar pasadas las 23h, había algunas cosas de la carta que ya no estaban disponibles, pero vimos salir de la cocina algunos de los últimos platos y… hummm, habrá que volver para probarlos.
Pese a quedarnos con las ganas, pedimos varios platos que estaban realmente deliciosos, en dosis algo reducidas pero que, al final de la noche, fueron suficientes para salir satisfechos con la cena. Todo estaba deliciosos y, además, nos pusieron gratis unos chupitos de salmorejo con pilpirrana que estaban estupendos.
Uno de los platos estrella fue uno que estaba fuera de carta. Un filete muy especial de atún rojo con una salsa deliciosa que, aunque fue caro (16 euros sólo ese plato), fue la excepción y sin duda mereció la pena el «esfuerzo» económico de pedirlo.
Creo que los cuatro que cenamos salimos satisfechos y nos gustó bastante. Probablemente haya que repetir :)