El Imperio Del Sol

Lugar sencillo y sin pretensiones para comer verdadera comida peruana.
Típico restaurante familiar, abierto a casi cualquier hora (he ido varios domingos a almuerzo-​cenar entre las 4 y las 6 y siempre siempre la cocina está abierta y funcional), con platos bien sabrosos y porciones abundantes. Sirven gaseosas grandes y hacen delivery.
La atención es siempre buena y con buena onda.

La comida tiene el sabor peruano al 100%. El lugar es calido y la atencion es muy buena. Los precios de los platos son accesibles y abundantes. Esta bien ubicado y es de muy facil acceso.
Lo unico es que no tienen los postres típicos peruanos ni tampoco aceptan tarjetas de credito.

De El Imperio del Sol sólo puedo opinar sobre el delivery.
La comida es muy rica y abundante. Pedíamos dos platos y comíamos tres. Vienen con dos salsitas: una muy suave y una super picante.
Pedimos varias veces y nunca nos defraudaron, la comida llegó rápido y siempre sabroso. Y por sobre todo, muy buen precio. Al menos como delivery, es una opción para tener en cuenta si vivis por la zona y no querés vivir a base de pizza.

El Imperio del Sol es un restaurante peruano básicamente de y para peruanos, alejado de toda la moda del último tiempo por este tipo de cocina. No van a encontrar tiraditos con ingredientes gourmet, ni causas extravagantes o cosas así.
Es un lugar para pedir clásicos y recibir porciones grandes, bien preparadas, con ingredientes buenos y estilo casero.
Mi menú ideal es unas deliciosas papas a la huancaina como entrada (con una sala super cremosa y sabrosa) y un pollo a las brasas con ensalada y papas fritas o un ají de gallina, acompañado por una Inka Cola si hay o una riquísima chicha morada.
También recomendable el pisco sour.
En definitiva un lugar para comer rico, abundante, no muy caro, entre amigos o en familia, sin grandes pretensiones de decoración o atención, pero bien.

La comida es casera y peruana 100%. Los platos son muy abundantes y riquísimos.
El precio es muy accesible y definitivamente uno de los lugares peruanos que cumplen realmente con los ingredientes.
Si bien los platos tardaron en llegar, la atención siempre fue muy buena.
Me encantó el ají de gallina y el suspiro limeño.

No es el mejor restaurant peruano que haya conocido, pero para salir un poco de las comidas de todos los días están bien. El local está ambientado sin demasiadas pretensiones, no van a encontrar nada sobresaliente.
Recomiendo el pisco sour para esperar la comida y como entrada las infaltables papas a la huancaína que están muy bien. Yo soy fan de los tamales, así que siempre me pido uno.
El ceviche mixto está bastante aceptable, es fresco y abundante. Pero también hay platos principales como pollo a las brasas, frito, con tallarines. Entre los postres, no puedo recomendar los demás porque siempre me pido el suspiro limeño.
Si quieren completar la experiencia peruana por completo, pueden pedirse una gaseosa Inka Cola. La atención es buena y ágil.

Es complicado encontrar por la zona un lugar donde comer rico y barato sin caer en la típica pizza. Para eso, el Imperio del Sol ofrece un espacio bien típico de bodegón peruano con platos clásicos.
No vayan ahí para probar opciones demasiado jugadas. Es más, hasta les diría que mejor ni se gasten con el ceviche. Pidan el pollo a las brasas, que es la especialidad de la casa, sale muy seguido y siempre muy rico. Viene con papas y ensalada y se siente bien casero. Simple y efectivo.
El lugar recrea la onda ahora tan conocida de los bodegones peruanos: tumis, fotos de Perú, tejidos con las clásicas imágenes de llamas y cholas. Es informal pero no tanto como los de Almagro, y bastante más tranquilo. Atienden bien y rápido.