Pastelería OK

Es una de mis pastelerías favoritas, me encanta sus pasteles de chocolate y el servicio de nieves que tienen, eso le da un plus. La nieve que más me encanta es la de frutos rojos, es deliciosa y no es cara. Está pastelería es igual a todas las demás solo que suples son las nieves, el café y el área para sentarte.
M encanta venir sobre todo en tiempo de calor para disfrutar de un rico postre. Además de que abren temprano por la mañana, funciona para tener un pastel de cumpleaños y puedas llevarlo a clases por si tu maestro o algún compañero cumple años.
La recomiendo muchísimo y sus nieves están muy ricas.

A veces sólo se necesita un empujoncito para darse un empujonsote de golosinas y aquí los gelatos te arrinconan y te ofrecen tantos sabores y posibilidades que lo difícil es saber cuánto helado puedes engullir en el menor tiempo posible; casi siempre dado por la espera entre tu llegada y la primera rebanada de pastel, o ésta y el segundo trozo.
Definitivamente no te puedes perder nada que hagan con cajeta aquí. Yo le llevé un pastelote de cajeta al papá Mel y él, gustosísimo, le quitó las velas con ansias para poder empezar a comérnoslo y descubrir que por dentro había un montón de queso aguardándonos.
No será el suegro, pero con el casero también hay que quedar bien…

Esta pastelería es muy famosa por toda mi familia, en cada cumpleaños de un primo, tío o el mío, nunca falta el pastel de chocolate de OK, me encanta su sabor y consistencia. Conforme ha pasado el tiempo ha subido de precio, un poco más de 300 pero los pasteles, todos los que he probado son riquísimos, pero siempre mi favorito será el de sabor chocolate. Hace poco pusieron en promoción las nieves a un excelente precio, a tan sólo 10 pesos el cono de nieve de tu sabor favorito. Esa promoción aún sigue vigente.

Mi mamá dice que nunca seré flaca. A veces pienso que exagera, pero lo que es un hecho es que me gusta comer y que se me antoja de todo, entre esto me encanta el pastel. La pastelería OK está en el gusto de los tapatíos desde la década de los noventa. A diferencia de algunas pastelerías que tienen más ambiente de expendio de pasteles, me gusta que este lugar invita a quedarse a probar una rebanada con un café, aunque también se pueda llegar de corre y vuela a comprar un pastel.
Mis favoritos son el pastel de queso cajeta, y el de rompope aunque he oído que su pastel de zanahoria está buenísimo también. El menú no se acaba en pastel y café, también venden gelatinas, helado y café molido.

Conocí las Okey hace un par de años cuando el concepto de pastelerías en la ciudad comenzaba a evolucionar. Pero no sólo me conquistaron cuando probé el pastel de zanahoria, fue con su helado de queso con el que terminé de enamorarme.
Siempre que paso por esta sucursal se me antoja tomarme un chocolate caliente en las mesas que dan hacia la calle donde de donde se pueden observar los dos templos. Está abierto desde muy temprano, cosa que me salvó porque dejen les cuento que hoy fue cumpleaños de una amiga que trabaja conmigo y como que me acuerdo que dije que llevaba la vela, ya estaba yo haciendo uso de mi memoria cuando me decidí a entrar a comprar una.
La vendedora me mostró una muy pequeña y comestible, la verdad es que se me hizo curiosita y más porque era un signo de interrogación, Le pregunté que de que estaba hecha, porque la verdad es que no se veía muy masticable que digamos y me dijo que de azúcar. Así que sin pensarlo mucho, la pagué y hasta me la pusieron en un plato de unicel para que no se me quebrara.
Me gustó porque me atendieron muy bien y aunque había gente adelante me ofrecieron un servicio rápido y amable.