El Rincón de Almendralejo

Pocas veces me he encontrado un restaurante así, mal servicio, equivocaciones continuas (platos y cuenta), problemas de mapa olores y según veo muy poca higiene.
No repetiré jamás.

Cerca de mi casa y tras varios comentarios positivos decidí pasarme por el bar. Pedí una tapa de atún con salsa de almendras. Al rato vino el camarero «aquí está su carri…». Perdona pedí atún. Tras consultar con cocina me puso dicho plato como el atún que había pedido. Pues de tres trozos que había dos eran atún. El tercero era carrillada. Todo ello no en salsa de almendras sino en salsa de carrillada. Llamo al dueño, le cuento lo ocurrido, se lleva el plato sin inmutarse. Tras esperar un rato pedí la cuenta y adiós. Muy poquísima profesionalidad y dudosa calidad. Hasta nunca

Hemos ido varias veces, y ahora que han cambiado la carta hay unas tapas muy buenas, entre ellas el atún con salsa de almendras que estaba espectacular. Sin embargo, esta vez hemos tenido problemas con el trato, ya que les pedimos una coca cola y unos postres que nunca llegaron, aunque en otras ocasiones no tuvimos problemas con el personal. Lo recomiendo, unas tapas riquísimas a buen precio.

No conocía este lugar y después de conocerlo me pregunté, ¿por qué no había venido antes?
Es el típico sitio de raciones y tapitas pero teniendo en cuenta que por la zona solo conocía lugares de comida «de gordos» o comida rápida, fue un gran descubrimiento.
Lo que más me gustó fue que la carta es muy muy extensa con numerosas tapas, lo que posibilita ir en varias ocasiones sin necesidad de repetir plato. El precio es normal para Sevilla: ni excesivamente barato ni caro (unos 10 € por cabeza aproximadamente). Y el servicio fue bueno: muy rápido a pesar de la de mesas que tenían ocupadas.
Si es cierto que es un lugar para ir pronto o esperar de pié mientras te preparan una mesa, a pesar de que la terraza es muy amplia, ¡se llena!
Pero no todo podía ser bueno. Algo que no me gustó o me decepcionó es que llamándose «El Rincón de Almendralejo» no tuvieran vinos del lugar. Me han hablado muy bien de los vinos de Almendralejo y la verdad es que esperaba probar alguno en este lugar, pero que va. De cádiz, riberas, pero nada de la tierra que da nombre al sitio. (No sé si sería una excepción o que no los venden allí).
Cuando pedí, al haber tanta variedad de tapas me costó bastante decidirme, la verdad. Al final probé unos champiñones, un rollito de pollo en salsa carbonara y para el centro unos langostinos enrollados en hilos de patata. Y la verdad que todo estaba bueno.
Ya volveré y probaré otras cosillas que se me antojaron y no pude (porque iba a reventar ya: P)
En resumen, está bien de precio y bien de comida… El local en sí no es gran cosa y el servicio normalito. Pero relación calidad precio me pareció que estaba bien. SImplemente, no esperes más que un bar de tapas «tradicional», con lo que ello conlleva :)

Atraído por que suele estar de bote en bote, nos acercamos a este clásico bar de tapas de Sevilla Este. Una terraza muy amplia te recibe, con el clásico castillo hinchable que hace las delicias de padres y nińos, y el castigo del incauto que ose sentarse cerca.
No se si no era uno de sus mejores días, pero el servicio desesperaba hasta al santo Job, y con la clásica coletilla que tanto me molesta de echarle la culpa a la cocina. Osea, al compańero.
La carta muy completa, pero las tapas desiguales. Un crujiente de langostinos más que digno, y un pastel de berenjenas francamente a mucha altura. En cambio, el pollo frito a las hierbas crudo, para devolverlo. Por cierto, debe haberse disparado el precio de los camarones, porque había que buscarlos con lupa en las tortillitas. Al final, cuando llegó la factura, comprendí el éxito del local. Bastante económico.

El Rincón de Almendralejo es un bar de Sevilla Este que dispone de una amplia terraza, aunque suele estar bastante lleno. Los precios son los habituales rondando entre los 2 y 3 euros la tapa.
.
Si bien es verdad que las tapas no son muy abundantes si son bastante variadas. El problema es que a la hora de elegir pescado tendrás que optar por las medias raciones ya que apenas disponen de alguna tapa.
Si te pides una hamburguesa ten por seguro que será una hamburguesa de verdad y no una de esas minis con la que te quedarás con hambre.
Desde mi experiencia recomiendo las lagrimitas de pollo con tres salsas, el solomillo al whisky o los crujientes de patatas con langostinos.

He estado allí varias veces. Se come bastante bien y a buenos precios, aunque la cantidad en los platos o tapas no es gran cosa.

El Rincón de Almendralejo es un sitio conocido por la zona. Se encuentra ubicado en la Calle Almendralejo y como no podía ser menos algunos de sus productos y platos están vinculados a tierras extremeñas. La variedad de tapas es amplia, hay un poco de todo y la mayoría es casero, desde panes de la casa, carnes, pescados, ensaladas, pisto, chacina o fritos. Aparte también hay otros platos elaborados con foie o queso de cabra.
El local es bastante normal, pero aún así estaba lleno. Contrastaba el calor que hacía dentro, con el frío de la calle. La bodega es otra cosa que destacar, vinos hay de todas partes pero sobre todo de Extremadura.
Mi novio y yo nos pedimos un sartenazo, que consiste en una un revuelto de solomillo, jamón, patatas fritas y huevo presentado en una pequeña sartén, como no podía ser menos. Antes de empezar a comer, yo ya estaba llena pues ya había picado algo antes, sin embargo nos comimos el plato casi sin darnos cuenta. Y yo como postre tengo que comer, sino es como si no hubiera comido, me pedí leche frita con canela, no estaba mal pero las he probado mejores. Aunque tengo que destacar el precio de los postres que rondan los 2 y 3 euros, lo que considero un precio razonable, no como en otros sitios que por lo mismo te pueden cobrar hasta 5 euros y me da igual lo elaborado que esté el postre.
Algo que no nos hizo gracia fue que nos cobraran 60 céntimos mas de lo que venía en la carta, por el plato que pedimos cuando se supone que el IVA ya estaba incluido. No dijimos nada porque tampoco es que fuera mucha cantidad y porque cualquiera se equivoca, pero no nos pareció bien. Solo que por ese pequeño detalle ya no le dejamos propina.
La terraza es bastante tranquila, pero cuando yo fui hacía demasiado frio como para exponerse de esa forma. A lo mejor cuando haga buen tiempo.