En una palabra: simpatía y buen hacer. Vale, son cuatro palabras, pero la economía del lenguaje quizá no sea lo mío. Un lugar tranquilo y de trato exquisito.
Idoia R.
Tu valoración: 3 Sevilla
Bar en plena calle Feria para tomar una cerveza a mediodía y poco más. Tienen chicharrones del Manteca(bar famoso de Cádiz), por lo que eso supone un aliciente. La gran pega que tiene para mí es que tienen Pepsi :(
Pablo G.
Tu valoración: 5 Sevilla
En una palabra: ¡Imprescindible! En tres: ¡¡Atún en manteca! ¡¡Atún en manteca! ¡¡Atún en manteca! Te lo repito tres veces porque hacerlo once, que era mi primera idea, ocuparía muchas líneas y sería algo pesado de leer. Muy repetitivo, quizás. Que ¿por qué lo iba a poner once veces? Pues lo iba a poner once veces porque, de camino que jugamos un poquito con el nombre del bar, en una puntuación de 1 sobre 10, el atún en manteca de ‘El 11 de Feria’ recibiría un 11. Y es que el atún en manteca que te ponen aquí está que se sale de la tabla. Exquisito no, lo siguiente. Palabra. Te puedo asegurar que, con el tiempo, tanto el atún como el bar, se convertirán en un referente del tapeo sevillano, y la gente vendrá atraída por los mantecosos cantos de sirena atunera. Sí, sí, tú ríete, pero, ya me contarás, tiempo al tiempo… Es más. Si por cualquier extraña razón, temporal o crónica, no te atrae la manteca, o el atún, aquí te puedes homenajear con otras suculencias como la piruleta de pollo, los fideos fritos con soja o el humus con tiras de zanahorias, por citar algunos de los placenteros inventos ‘made in 11′; o cargarte un estupendo montaíto de los muchos que tienen; o la hamburguesita de novillo quenotequierodecircómoestádebuena. Y si vas en grata compañía grupal, os pedís para compartir un platito de lagarto(si no sabes lo que es, ve, lo pides, lo pruebas y ya me contarás), o de solomillo al güisqui o al 11, al gusto que más gustes; o una prueba de chorizo o morcilla; o un revuelto de setas o camarones; o cualquier otra tapa de la original y atrayente carta de este 11 de Feria que te atrapa desde el más gustoso de los sentidos. Hasta el menú infantil, me da a mí esa sensación, está pensado para que los mayores piquemos. Ah, se me olvidaba. Dan desayunos. También. ¡Unos desayunos que espabilan al más ‘dormío’! Y para cuando ya has ‘espabilao’ y te has quitado de encima las mañaneras legañas faciales, estomacales y mentales, nada mejor que enfrascarte en la lectura de uno de los libros que allí tienen a tu entera disposición. Hasta te lo puedes llevar a casa y traerlo después. O traer otro. Por tu cara bonita. Si es que… ¡qué poco cuesta agradar! Lo malo, o lo bueno, según se mire, es que un poco de cultura, te abre el apetito, y, claro, estamos en el sitio idóneo para empezar otra vez a jalar… En fin. Y resumiendo. En ‘El 11 de Feria’, todo, todo, todo(lo pondría once veces, pero tú ya sabes lo que pasa), buenísimo y muy bien de precio. De 11 sobre 10. Palabra. Nota.- La nota(valga la redundancia) o puntuación de Juanma y Jesús, artífices de este gran invento y buenagente donde las haya, va implícita en sus creaciones y en su atención. De 11. Y si no me crees, ve, los conoces, charlas con ellos, y ya me contarás.