Qué descubrimiento este sitio! El Bocacalle es un pequeño restaurante que tiene cocina de toda la vida pero con un giro moderno. Muy cool todo pero aparte también delicioso. No sé bien por qué propuse este sitio pero nos llevamos una grata sorpresa. La ambientación es bien moderna, con bastante rojo en las paredes por lo cual creo que es un mejor sitio por la noche. La cocina está al final y es totalmente abierta, sin ni siquiera vidrio que la separe del salón, y los cocineros interactuaban mucho con las mesas que tenían cerca, respondiendo preguntas y haciendo sugerencias. En la entrada hay unas barras, con bastantes vinos, así que creo que su especialidad en bebidas es esta. La carta, en su diseño es original, y está pensaba más bien para compartir. Tienes un poco de todo, desde arroz, carne, pollo, pescado, lo que quieras. Los platos tienen nombres creativos y graciosos en algún punto. Soy fan de este tipo de cosas porque creo que le da al sitio mucha personalidad, sobretodo cuando se hace bien. Probamos el Estofadog y el fish and chips, super bien presentados y con un sabor espectacular. Las raciones no pueden ser de lo más abundantes pero si se comparten varias cosas creo que está bien. De postre, como teníamos sitio en el estómago, ordenamos la crema catalana con peta-zetas(me reí todo el tiempo mientras lo comía) que me hizo acordar a mi infancia, y también nos sugirieron probar las texturas de queso con frutos rojos, 4 quesos distintos con 4 texturas distintas. Exquisito. La verdad que es un sitio para volver cada tanto y ver si hay algo nuevo en la carta, porque me dio la sensación de ser de esos sitios donde todo el tiempo están experimentando platos nuevos.
Carlos M.
Tu valoración: 5 Madrid
Hace tiempo que no escribo una reseña en Unilocal y hace tiempo que no me sorprende un restaurante. Este me ha sorprendido tanto que me he lanzado a escribir. Un auténtico restaurante de diseño, tanto en la decoración como en la comida. La decoración sorprende porque es original, ahora que todos los locales son exactamente iguales. Aquí han creado dos espacios diferentes: boca, pintado en rojo con bonitos murales que te hacen sentir dentro de esa parte del cuerpo, y calle, pintado en gris con ambiente más urbano y callejero. Esos dos mismos conceptos están también en la carta: boca contiene delicias exóticas para el paladar y calle interpretaciones de platos de comida callejera de todo el mundo. La verdad, todo delicioso y divertido, sobre todo la pecera y la crema catalana con petazetas. Los dueños, muy jóvenes, encantadores. Repetiré para probar los platos que me faltan…
J D.
Tu valoración: 5 Chamberí, Madrid
Gran trato y muy buena comida«canalla». Imprescindible probar el fish and chips y el perrito caliente.