Esta parrilla me encanta. No sólo por su buena parrilla, sino también porque allí prevalece ese olorcito a autóctono. Aquellos que tuvimos la suerte de conocer el NOA, nos pasa que al encontrar lugares como estos(sin generalidades), donde el ambiente y la decoración te trasladan directamente a un viaje sin escala a las peñas de la Quebrada de Humahuaca, entienden de lo que hablo. La calidez autóctona de los paisajes y la gente del Norte Argentino es algo muy difícil de encontrar en las sociedades como la nuestra. Por eso, es que cuando uno viaja a estos destinos, algo nos toca el alma, y aprendemos a abrir los sentidos para conectarnos aún más con la naturaleza y nuestra madre tierra. Huaya tiene eso, amor a la Pacha Mama. Y se nota en la rusticidad de sus platos, en la calidez de sus dueños, y hasta en la comprensión del parrillero, quien se aguanta a personas como yo y mi familia, que nos encanta acercarnos a la zona de parrilleros a ver qué pinta tiene la carne que está en el asador y elegir a dedo nuestra próximo bocado(somos todos muy carnívoros). Este restaurante, tiene el plus de contar con un jardín amplio para que los más pequeños jueguen, y tienen juguetes para ellos. No es caro para nada, y siempre hay lugar para estacionar.
Joaquín G.
Tu valoración: 4 Rosario, Argentina
Fui una vez con un amigo que vive en la vecina localidad de Funes y estábamos en su casa, una lástima que este lugar quede tan lejos de mi zona porque me quedé contentísimo con casi todo lo que pasó, ambientado como lugarcito norteño en un edificio que como estudiante de arquitectura consideré medio feo(acá el porqué del«casi») con unas aberturas blancas por todos lados que nada tenían que hacer juntas con los ladrillos vistos, y con unas intenciones de líneas rígidas medio«modernas» que no coinciden con lo relajado y cálido de adentro(listo, terminé la crítica) Con un patiecito muy bonito y vegetalizado por doquier, ésta parrilla y restaurant con precios de parrilla y restaurant, no esperen menos, ofrece unas comidas riquísimas, en su mayoría acordadas con la decoración, llevan un toque de norte argentino. Cuando fui tomamos un vino muy rico y no muy caro, y comimos unas empanadas alucinantes primero y un corte mar del plata que estaba recontra perfecto, nos preguntaron cómo lo queríamos, y como lo pedimos nos fue servido, la calidad de la carne era tremenda, además. El ambiente era muy familiar y el patio estaba bárbaro, desde la mesa veíamos nuestras piezas y la de los demás comensales siendo adecuadas para el gusto de cada uno.
Lucas G.
Tu valoración: 5 Rosario, Argentina
Posta que Huayra es un local genial, se lleva las cinco estrellas. Uno no esperaría encontrarse con tamaño lugar a esa altura de Fisherton, cerca del límite con Funes. Es un localcito muy acogedor, todo ambientado con una estética norteña, pero no así nomás, bien ambientado. Y encima, en verano tienen un patio con mucho verde, una huerta, y un especie de gran quincho abierto en donde está la parrilla, como para relajarse tomando una cerveza. Comí tres cosas distintas las veces que fui. Entrecot relleno… una maravilla, con la carne rosa, como tiene que estar. Otra vez comí pastas, también espectacular, después de ese plato ya no querés nada más, ni siquiera respirar. Y también probé las empanadas norteñas de carne cortada a cuchillo, sin palabras. Siempre acompañado de un buen tinto(tienen algunas marcas raras también). Los martes hacen 25% de descuento para las mesas de mujeres y los miércoles hay dos por uno de pastas. Muy buen lugar.
Nicolás S.
Tu valoración: 4 Rosario, Argentina
El restaurante parrilla Huayra está ubicado casi donde se cae Rosario, muy cercano al límite con la ciudad vecina Funes. Dentro del salón con gran parte de su estructura en vidrio, la decoración está acorde a lo campero, a lo gauchesco, con guardas pampa sobre sus paredes y manteles que hacen a la imagen integral de esta parrilla. La vez que pude conocer el lugar, conocí lo que era un buen asado de tira ancha, una costilla gigante del tamaño tres veces mayor a la que me venden en la carnicería de los chinos. ¡Je! Y la destreza de la persona que tenía a cargo la parrilla, era digna de aplaudir. Vestido con atuendos campestres, separaba y juntaba brasas de un lado hacia el otro, como una obra de arte, para estar a la altura de los comensales que habíamos asistido y que con al agravante para él que no nos poníamos de acuerdo en nada de lo que pedíamos, y mientras unos lo quería jugoso, el otro seco y el de más allá, más o menos… A pesar de todo, tarea difícil de por medio, logró conformarnos a todos, y creo que debo haberle pedido la receta ese día, yo, que, bastante néófito en el tema de hacer asados, me crucé con un maestro de la parrilla. Aplausos para él y seguro seguiré los consejos que me dio esa noche, aunque, por cierto, infructuosamente.
Jimena A.
Tu valoración: 4 Rosario, Argentina
En Guaraní Huayra significa viento. Huayra es la casa del viento. Un esquina acogedora, cálida, relajada, saliendo de Rosario, casi en el límite con Funes. Sus paredes exhiben pinturas de nuestros pueblos originarios y su carta hace honor a los sabores de nuestra tierra. Las empanadas son una delicia, muy muy ricas. El entrecot al verdeo es una buena elección y las papas, en cualquiera de sus presentaciones, siempre están gustosas. El brownie con helado, un clásico que no falla. Su impronta telúrica también llena de detalles su propuesta de tapeo, donde las cazuelas de barro tienen protagonismo. El local no es muy grande y los mozos están atentos, tienen una buena atención. Afuera, un patio cervecero, amplio, te recibe con muy buena onda y mucho verde. Ideal para todos: parejas, grupos y familias con chicos. Nos animamos a una tabla de mar y nos fue bien. Un detalle, si te sentás afuera observá con cuidado de donde viene el viento y tené ese dato en cuenta a la hora de ubicarte en una mesa, porque la parrilla está afuera y llenarte de humo no es agradable. Tienen delivery de empanadas, pastas y carnes a precios muy razonables.