Club Fortín Barrancas Restaurant

Ésta parrilla se encuentra en el club Fortín Barracas que se ubica en calle Bv. Rondeau al 1000, lo conocí porque nos habían invitado a un festival de patín que fue realmente maravilloso y como se había hecho tarde nos sentamos a cenar en la parrilla del lugar, donde observamos que también festejan cumpleaños y arman las mesas de manera que los del festejo estén todos juntos. Pedimos una parrillada para cuatro personas, que tardó lo normal, muy completa con asado, achuras, ensaladas y un buen vino, realmente la comida fue abundante y de buena calidad. La atención fue excelente, los mozos atentos a los clientes y sus necesidades. Los precios fueron accesibles y la cena riquísima, observamos que tiene de clientela a los asociados del club pero también gente de paso por el lugar. Muchas mesas, muy bien preparadas para los comensales, una mantelería en condiciones y una vajilla muy completa. Ésta parrilla es muy reconocida por los vecinos del barrio, todos te recomiendan el lugar cuando tenes que hacer algun festejo y queres comodidad, buena comida y excelente atención. Solo tenes que hacer las reservas unos día antes y decidir el menú para la fiesta y la cantidad de invitados.

Ubicado sobre Bv Rondeau desde hace muchos años este club te ofrece un sinfín de actividades deportivas: fútbol, voley, patín y como posee su propio restaurante tenes acceso a este servicio también.
Lo conocí por un socio que festejo allí su cumpleaños.
Al ser club de barrio, los mozos y empleados se nota han trabajado allí toda su vida, la tienen clarisima en cuanto a atención y servicios.
Nos armaron una mesa muy linda, con una linda ubicación. Comimos asado, ensaladas de todo gusto (clásicas) y papas.
Todo es muy rico y abundante! Los mozos iban y venían preguntándote siempre si estabas bien o si precisabas algo mas. Obviamente al final de la noche se llevaron una propina mas que interesante!
El precio realmente no lo se ya que fui invitada. pero me han comentado que si queres podes ir y cenar allí sin ser socio, los que han ido en otras oportunidades me han dicho que es accesible!
Me encantó el lugar, si te invitan o queres conocerlo, vale la pena ir!

Caí en el Club Fortín Barracas porque me encanta ir a comer a los clubes de barrio, tienen ese no sé qué y generalmente una gran parrilla.
Era un viernes a la noche y llegamos al club tipo 22 conducidos por el olorcito a asado feroz. Nos encontramos con algo que no esperábamos, había una mesa de 35 personas en un cumpleaños, todas para cenar, además del resto de las ubicaciones llenas del público habitual. Igualmente nos sentamos, teníamos ganas de probar este lugar.
Como la gente del cumpleaños había ido sin reserva, los encargados del restaurante no tenían previsto semejante despliegue por lo cual entre el único mozo (un genio) y ellos mismo se hicieron cargo de toda la noche y no les fue nada mal.
Esperamos bastante para que nos atiendan, nos pidieron paciencia por lo inusual de la situación. Pero una vez que pedimos, la comida llegó más rápido de lo que imaginamos.
Como teníamos hambre fuimos al grano: una parrillada para dos con ensalada, un vino y una botella de agua. Miramos alrededor y había otras mesas comiendo rabas con muy buena pinta, pizzas, pastas y minutas.
Enseguida nos acomodaron la mesa con una panera salvadora y la bebida. Al ratito llegó la comida. Muy buena. Se notaba que estaba recién hecha, efectivamente veíamos pasar al parrillero con las bandejas de carne cruda camino a la parrilla.
La parrillada tenía achuras varias y carne de vaca, pollo y cerdo. Abundante y a punto. Las papas estaban sequitas y crocantes.
El mozo (un señor bastante mayor) era de esos trabajadores de oficio, se notaba que la tenía re clara para manejar semejante cantidad de gente. Muy amable y mantuvo el humor y buen trato toda la noche. Iba y venía, de acá para alla pero no se confundió ni un plato, ni una bebida. Muy groso.
A la hora del postre, pedimos recomendación: flan con dulce de leche, exquisito. Bien casero y el dulce riquísimo.
Pagamos muy conformes por la atención, la comida y el precio razonablemente económico. Nos fuimos con la idea de volver.