Anabel Fisherton – Salón de Fiestas

Cuando tenía quince años, la moda era hacer la fiesta, con toda la pompa y confites. Y en esa época, no había tantos locales de eventos como existen hoy en día. O por lo menos no había tantos de calidad y con la belleza de Anabel Fisherton. Creo que todas las chicas de mi curso de desvivían por hacer su fiesta allí. Tuve el placer de que una de mis compañeras lo hiciera allí, y fue a la altura de las expectativas.
Para empezar, el salón tiene un hermoso parque forestado, donde se arman hermosos livings para conversar. Recuerdo que era verano y la recepción se hizo ahí mismo. Después el local por dentro es precioso, con las mesas y sillas vestidas, todo blanco, y decorado a gusto y placer de la cumpleañera.
El catering del lugar es de primer nivel, y la atención ni hablar. Al instante que veían que alguna bebida comenzaba a escasear, te traían otra.
Se celebran allí todo tipo de eventos, desde casamientos, fiestas e quince, aniversarios, eventos empresariales.
Lo que sí tenés que tener en cuenta, es que hay que reservar con muchísima antelación.

La empresa Anabel cuenta con una larga trayectoria en el rubro de la gastronomía y de la organización de eventos, y eso es algo que pesa mucho a la hora de elegir dónde festejar alguna ocasión especial. Por eso este salón de Fisherton es una de las opciones predilectas de los rosarinos para casamientos, cumpleaños de quince y aniversarios, y también para cocktails y despedidas de año empresariales.
El salón es amplio y distinguido, con ventanales gigantes que permiten apreciar un hermoso jardín, en el que, durante la primavera o el verano, suelen realizarse las ceremonias civiles y religiosas de los casamientos.
El pack de servicios que Anabel ofrece es super completo, incluyendo shows en vivo, divertidas decoraciones temáticas, cotillón y servicios de iluminación y proyección. El servicio de catering propio, además, es uno de los más reconocidos en Rosario.
Personalmente a mi la ubicación del salón es lo que no me convence del todo (ya que está muy cerca de la mega-​transitada ruta nueve), y prefiero aquellos salones de la zona Norte que tienen vista al Río. Pero quitando este detalle, Anabel Fisherton es un lugar de primera línea para celebrar todo tipo de eventos.

Cuando me casé con fiesta, iglesia, pompa y todos los chiches hice una investigación exhaustiva de todas las propuestas de salones que había en ese momento en Rosario y alrededores. Aunque eso fue en el año 97, he vuelto a este lugar y puedo confirmar por experiencia propia que sigue siendo uno de los mejores que tiene la ciudad.
El salón está ubicado en Fisherton, al pie de la Ruta 9 y es amplísimo. Sus laterales están todos cubiertos por grandes ventanales que dan al parque que lo rodea. Adentro, las opciones pueden ser tan variadas como decidan los novios. Se puede agregar un escenario, o completar con cómodas mesas, bien separadas y aun así queda mucho espacio para disfrutar de una mega pista de baile con barra y todo. Afuera cuenta con un área verde en la que podés hacer la recepción o el civil, si el tiempo te lo permite. Los baños son grandes, limpísimos y tienen canastitas con todo lo que pueden llegar a necesitar los invitados.
La atención desde el primer día que vas a averiguar hasta que termina tu fiesta es excelente. Todo el staff está manejado personalmente por la familia Anabel, dueños de la famosa confitería. (Por eso su catering también es exquisito!). Son muy atentos y están atrás de todos los detalles, siempre.
Si vas a elegir este lugar para una boda no te va a decepcionar. Tiene la infraestructura y la atención de un salón de primer nivel. Además te ofrecen wedding planners, decoradores, dj, pantallas, etc. Todo lo que necesitás para que tu casamiento sea realmente una fiesta inolvidable.

Este salón de fiestas y eventos es uno de los más bonitos de la ciudad –y uno de los más caros también-.
Está bastante alejado de la zona céntrica de la ciudad y de los suburbios. Se ubica por la ruta 9, y a pocos metros tiene otro salón pero que es un boliche.
La estructura es hermosa al igual que la decoración –a pesar de que para cada evento sea distinta, el personal tiene muy buen gusto para armar las mesas, manteles, cortinas y demás-​. Muy delicado todo.
Conocí Anabel hace dos o tres años cuando tuve el cumpleaños de quince de una amiga, pero hace varias décadas que está abierto.
Aquí festejan muchísimas cosas, entre las más destacadas podemos nombrar casamientos, cumpleaños de quince, de cincuenta, graduaciones escolares y universitarias, etcétera.
¿Otro punto a favor? El servicio de comida. ¡Exquisita!
Me encanta este salón. Sin dudas lo recomiendo.