Conocí esta panadería hace mucho, una mañana que había acompañado a mi mamá a hacer unos trámites. Luego de hacer lo que habíamos ido a hacer nos dio hambre, por lo que empezamos a caminar y al llegar a la esquina de Alem y Mendoza nos encontramos con Freedom. No la conocía hasta el momento ni tenía idea de que había una panadería con ese nombre. Entramos. El lugar es muy bonito tanto por dentro como por fuera. Aunque me gusta mucho más el interior. La decoración es linda y moderna, y el lugar está muy bien cuidado y limpio. Tienen un mostrador donde exponen una gran variedad de comestibles. Todos elaborados allí. Que van desde las clásicas facturas hasta postres y grandes tortas. Nos pedimos un café con leche y para acompañar mi mamá eligió una porción de lemon pie y yo una porción de torta de chocolate. El café estuvo rico, nada del otro mundo. Y las porciones de las tortas que pedimos estaban exquisitas. El lemon pie un poco agrio para mi gusto, pero la torta muy rica. La atención fue fenomenal. Y los costos moderados, tirando más para caro. Hay muchos otros lugares en donde encontramos lo mismo a menor precio, pero no vamos a disfrutar de este lugar tan lindo y de la atención que brindan aquí.
Sofía M.
Tu valoración: 4 Rosario, Argentina
No recuerdo qué había antes en esta esquina(creo que una Panadería Distinción, pero no podría asegurarlo) pero desde hace un tiempo el hermoso edificio es sede del bar Freedom. Nunca pensé que lo iba a conocer, la verdad; suelo pasar en colectivo pero no es una zona que suela recorrer a pie, muchos menos una a la que vaya cuando salgo a comer o a merendar. Pero ese día había ido a sacarme sangre a un laboratorio cercano y el ticket para desayunar me daba la posibilidad de ir a Freedom, así que hacia ahí me dirigí. Eran alrededor de las mañana y por los enormes ventanales de la esquina entraba una luz natural muy cálida. El salón es amplio y estaba lleno de señoras muy paquetas tomando el desayuno y conversando, y yo me sentía bastante fuera de lugar vestida media sport, muy de «voy a sacarme sangre acá nomás y vuelvo a mi casa». Me sorprendió la variedad de opciones que tenían para desayunar/merendar y almorzar. Para las meriendas hay infusiones, chocolatadas, licuados y milshakes, jugos naturales, además de medialunas, facturas, tostadas y porciones de torta para comer. Para almorzar hay opciones tipo de sandwichería, menúes vegetarianos(me pareció un muy buen detalle) y algunos platos más elaborados. Los precios me parecieron un poco caros(por ejemplo: arriba de los $ 70 el menú para almorzar y $ 30 la infusión con dos medialunas) pero eu, a mi el desayuno me lo estaban regalando, así que no podía quejarme. La atención me pareció muy atenta; cuando le pedí dos medialunas dulces, la moza me dijo que las medialunas saladas estaba más ricas hoy, y que si esperaba un ratito me las traía calentitas. Ciertamente voy a volver, porque me encantó.