Los Maestros

Fui con tres amigas porque estabamos de pasada y buscabamos un lugar para tomar una cerveza. Al final terminamos ahí pidiendo una muzzarella, faina y fugazetta. la muzzarella OK aunque un poco aceitosa. El queso se te pegoteaba en el paladar, cosa no muy agradable. Si bien la masa tenía el grosor justo, esto del queso y tanto aceite no me hizo muy feliz. La fugazetta zafaba pero nada del otro mundo. Claro que soy muy exigente con la fugazetta porque viví cerca de un Banchero muchos años y me gusta la de ahí.
La faina finita y sabrosa, como me gusta a mí.
El tema es que es un salón bastante amplio y había mesas largas con grupos ruidosos, nosotras cuatro teníamos que gritar para escucharnos, tipo boliche.
Sacando ese inconveniente todo estuvo bien, el precio es más o menos el de las pizzerías del barrio y la atención fue atenta y el mozo que nos tocó fue muy simpático sin ser denso.
Volvería.

Como buena catadora de pizza aficionada, fui a Los Maestros a corroborar si el rumor de que tienen una de las mejores pizzas de Palermo es cierto (¿no escuchaste ese rumor? bueno, no importa, una señora hablaba de eso en el banco y yo le creí). Cuestión: no es cierto, porque hay mejores, pero sí hay que reconocerle que está muy buena.
El local está bueno para ir con amigos porque como es grande, es muy factible que juntarte un par de mesas no sea ningún problema. Tiene unas cuantas variedades de pizzas, destacándose para mi –obvio– la de vegetales. Lamentablemente, no me agregaron berenjena, pero creo que se hubiesen ganado las 4 estrellas si lo hubiesen hecho. La pizza es estilo porteño: media masa, bien crocante, bastante aceite. Nada de pizzas pretenciosas y cosmopolitas –esta es bien bien de Buenos Aires.
Si bien el local es un poco ruidoso, el ambiente está bueno para ir con gente con quién charlar, grande de muzza de por medio. La atención es buena y rápida, y los precios si bien no son económicos, tampoco son una locura.