¡Uy!, ¡los tamales Lolita si que son gordos y bastos! Doña Lolita lleva años poniéndose afuera de los Baños Tláloc. Mucha gente la conoce, inclusive le llega gente de otros lugares porque han sido muy recomendados. Yo conocí estos tamaños por los baños el verano pasado: cuando mi hijo y yo salíamos de echarnos un vapor, era quí donde rematábamos. Doña Lolita es generosa y muy trabajadora. Le pedalea de Lunes a domingo y si puede darte algo más, te lo da. ¡Buenísimos!