The Oaxacan Coffee Company

La verdad el lugar encanta, por su decoración y saturación de arte, porque te la puedes pasar observando cada detalle del lugar en lo que te llevan tu orden porque en el servicio andan medio mal. Se tardan mucho en pasarte tus alimentos y eso que algunas opciones del menú ya están hechas, como los cuernitos rellenos. El precio es demasiado para lo que te sirven un vaso de agua (tamaño jaibolero) de melón esta entre los 24 pesos que sabe rica pero no lo vale. Otro pequeño detalle es la clave de wifi, ese día fue de lo primero que pedí y me pasaron el típico papelito con la clave escrita y estuve intentando un chorro de veces, hasta que le volví a preguntar al mesero y no se la sabia, así que fue por otro papelito y venía una clave totalmente diferente a la primera que me había dado y si no fuera poco un cuernito que pidió mi papá no se lo llevaron hasta las mil horas y se ve que lo calentaron en el microondas, porque su consistencia no era la de un pan fresco.
Yo pedí en una ocasión café americano y me lo sirvieron en esas tacitas de barro muy bonitas.
Si vas en grupo las mesas si son amplias y dan perfecto para que cada uno ponga una computadora en la mesa, además hay cargadores aunque están separados de las mesas pero sirven para cualquier emergencia.

Bueno, a pesar de ser un estado con clima caluroso, ¿a poco no se antoja de vez en cuando un rico café de la región? Pues a mí se me antojó, aparte de que me recomendaron mucho el café proveniente de Oaxaca, por lo que cuando vi este local pregunté inmediatamente al personal por su especialidad de café y recomendaciones sobre cuál era la mejor elección, me encontré con muchas opciones y todas con sus toques típicos como el café con chile, que al principio suena como picante con dulce nada qué ver pero la verdad es que solo agregan un poco de este sabor a la bebida y en realidad lo disfruté como ningún otro, indudablemente volvería por más de una tasa, además de que es muy accesible para todo público y el lugar es muy agradable donde se disfruta una buena plática y un exquisito café, ya sea por la mañana o en la noche.
Como si no bastara y como yo te quedas con duda si es de verdad café de grano, el personal es muy amable en decirte cada preparación que se hace en la bebida que quieras, incluso puedes ver toda su preparación. En verdad el lugar es muy bonito y rico en muchos aspectos. Uno de los mejores y a la vez únicos que uno se encuentra.

En cualquier esquina de la ciudad de Oaxaca puedes encontrar una cafetería, pero son pocas las que valen la pena. Este lugar es uno de esos buenos lugares que deben estar entre tu lista de cafeterías por visitar. Resulta que está en el andador turístico, es por eso que los precios son un poco más elevados que otros lados. El edificio es bastante bonito con decoración típica de Oaxaca, espacios amplios y frescos. Cuenta con servicio de wi– fi gratis para todos aquellos que vivimos con el celular en mano.
Aquí puedes venir y disfrutar de una rica taza de café y tener una de esas charlas interminables con tu compañía. En el menú podrás encontrar alrededor de 10 diferentes tipos de cafés y algunos platillos típicos de Oaxaca por si te da un poco de hambrita o ya llevas.
Desde mi punto de vista pienso que es un excelente lugar para venir a tomar el café con el meñique levantado.

Hola Unilocalers:
Algo de lo que hay que estar orgullosos es que los oaxaqueños son muy emprendedores, este restaurante Oaxacan Coffee Company se encuentra muy cercano al andador turístico, es excelente por su concepto es como un tipo expendio de chocolate y café netamente oaxaqueños, encontrarás chocolate con gran variedad de sabores, además te ofrecen galletas para acompañar.
La decoración del sitio es rustica agradable que te invita a quedarte disfrutando de la compañía y de tu rico chocolate, en lo personal me encantó el de avellana y si vienes para el desayuno podrás disfrutarlo con pan recién hecho, los croissant, o si hace calor un chocolate bien frio, de verdad no podrás negarte a la delicia de esta combinación.
Los precios son bastante accesibles créeme que con 120 pesitos te alcanza y quedarás satisfecho. La atención del personal es bastante buena y calidad va muy acorde al servicio y calidad de lo que nos ofrecen.

Ante la invitación de un café nadie se puede negar y yo menos la verdad puesto que tengo un delirio a la hora de probar uno nuevo y acudimos al andador turístico que es donde se encuentra este café y al entrar lo primero que se ve es el nombre en letras resaltantes, ya al sentarnos la verdad es que me callo de perlas el que hubiera un lugar donde poner a cargar mi celular por que ya no tenía pila, otra de las cosas que ame por que siempre ando en las redes sociales es que maneja lo que es el wifi y pues así ahorro datos a la hora de estar en el lugar. Una de las cosas que me encantó es que el lugar es fresco y que puedes tener una conversación tranquilamente aparte que también la atención de quien esta ahí es como si fueras a un lugar donde están tus amigas y vas a una casa como invitado o al menos así lo sentí. El café en definitiva fue una de las cosas que más me gustó puesto que como lo he dicho en anteriores ocasiones soy amante del café y que mejor que te la sirvan en una taza de barro y se guarde mejor el sabor. Quizás una de las cosas que se me hizo bastante curiosa es que al entrar y sentarnos un señor nos dijo que ahí penaban jajajja así que bueno dentro de lo que cabe puedes admirar también las diferentes pinturas, artesanía que hay en el lugar. Se me hizo algo caro para lo que consumimos pero bueno nada en la vida es gratis.

Como se han dado cuenta soy muy amante del café, soy un consumidor loco de esta bebida y de todas sus modalidades, por eso es que me encanta probar de diferentes tipos de café. Aquí venden todo lo que en cualquier otra cafetería pero a diferencia de muchas, la decoración es muy al estilo de Oaxaca, con mesas y sillas que llaman mucho la atención por su colorido.
De verdad que en una taza podrás probar todo el sabor de este estado, es una visita obligada cuando estás por Oaxaca, porque además podrás probar unos panecillos deliciosos, realmente hechos con dedicación.
Sus precios no son los más baratos en cuanto a cafeterías se refiere pero de verdad cada peso que gastas en una taza de café, lo vale.
Creo que con lo anterior les quedará claro que es una recomendación que les hago al 100% por todo, incluso por el servicio, si bien no cuentan con estacionamiento propio, sus autos los podrán dejar en calles aledañas o gastar un poquito y meter el auto a un estacionamiento público.

He de ser muy honesta al decir que normalmente no acostumbro entrar a los café que hay en el andador turístico, sin embargo esta tarde de Domingo se me antojaba un rico café y agradable compañía, recorriendo el andador me encontré de pie frente a la galería La Mano Mágica, de la que habrá que hablar después, me llamó mucho la atención una pequeña vitrina de madera llena de croissants que tenían muy buen aspecto, un poco más lejos estaba una chica de aspecto sencillo que saludó con un simple «hola» bastante cantado y alegre, no pude evitar recordar ese gesto y después de dar la vuelta a la manzana, decidí entrar junto con mi compañía.
Volvimos a recibir una sonrisa acompañada de un «bienvenidas» que me hizo entrar en confianza (para mi es primordial la sonrisa en los meseros y empleados de algún lugar), el lugar es verdaderamente fresco y agradable, con una decoración antigua y llamativa, por donde voltees encontrarás algún detalle que captará tu atención.
Las mesas y sillas son de madera, sencillas, antiguas y rústicas, pero bastante agradables. Tuve que preguntar si teníamos que ordenar en la entrada, pero segundos después la chica llegó con las cartas para que eligiéramos nuestros alimentos, Obviamente el nombre del lugar invita a probar su café, así que escogimos un americano y un latte (mi favorito) junto con un croissant de fresa el cual puedes pedir que lo calienten si te gusta esa sensación de pan recién horneado.
La espera fue poca y debo decir que tanto el café como el panecillo estaban bastante agradables, el café me gustó mucho, así de simple, hay veces que no hay mucho que decir, simplemente sabes que algo es agradable a tu paladar sin saber la razón exacta, pues este es el caso. Los precios son un poco elevados en comparación con otros sitios que venden algo similar, sin embargo el trato fue amable, y el ambiente lo ameritaba, así que a la hora de la cuenta, aunque mi cartera se quejó, yo pagué gustosa. Seguro volveré a probar algo más pronto.

He tenido buenas y malas experiencias aquí todo gracias a los meseros que van cambiando con frecuencia y no son capacitados para el puesto.
La primera vez que fui me atendieron muy rápido y me dieron mi orden en unos cuantos minutos y eso que llevaba prisa y mi café estaba muy rico sin necesidad de ponerle azúcar así que decidí volver a visitarlo y fue aquí donde cayó de mi gracia el lugar, primero la mesera se equivoco de orden y me dio el café frío y fue dónde le reclamé y me dijeron que no podían hacer nada pues mi orden era esa y tenía que pagar lo consumiera o no, entonces pues tuve que buscar al dueño de ese café e intercambiamos cuentas y pedidos.
Desde entonces no he regresado a este café ni pienso regresar hasta que tengan una buena administración del lugar, lástima de café.

The Oaxacan Coffee Company se podría dividir en dos cuestiones importantes: El café y la decoración del lugar. Así que vamos por pasos.
El café: Vale mucho la pena, se nota la manufactura oaxaqueña desde el primer trago, no hay desperdicio si es que eres amante del buen café y sabes apreciar el sabor. Café orgánico de San Miguel Talea de Castro.
Si no te gusta el café puedes tomar un chocolate, incluido el típico chocolate de agua. O alguno de sus chocolates mezclados con otros sabores como cardamomo.
Además acompañarlo con alguno de sus postres es ya un plus que vale la pena para exponenciar lo que es una buena cafetería. Los postres que más valen la pena son los de Nutella, de elote o el pan de yema.
Sobre la decoración: La imaginación vuela al ver tanto por todos lados, sobre todo albebrijes, casi como si a los clientes los convirtieran. De todos tamaños y en todas situaciones, como a punto de cobrar vida. Además de que el sitio es tan grande que bien podrían haber sucedido algo así o ser la locación perfecta para una película con una historia parecida.
El alebrije que más llama la atención es el más grande que podrás ver, un cocodrilo humanoide que no vas a olvidar en mucho tiempo.
Un lugar para disfrutar y pasar mucho tiempo en él, no sólo por el café sino porque vale la pena recorrer con la mirada cada rincón y dejar que la imaginación vuele con el aroma del café caliente recorriendo el ambiente.

Por fin pude conocer el servicio d «The Oaxacan Coffee Company» y como turista el nombre me llevó a un café de mi ciudad natal pero me aventure a entrar.
Primero que nada el servicio que ofrecen no es del todo bueno, todos nos damos cuenta de lo lentos que son tanto para tomar la orden como para servirla, eso es un poco molesto y más si llevas un poco de prisa.
Segundo, en relación al menú el latte es muuuy rico y algunas cosas son extrañas y tal vez me aventure a probarlas en mi próxima visita.
Tercera, el lugar es bastante tranquilo y a mi gusto de paso por lo que nada pierden con visitar y tomar algo mientras tienen una platica amena con sus amigos o tu pareja.
Sinceramente cuando se habla de un café soy bastante exigente pero este lugar es algo diferente a lo que para mi significa un café, tendré que seguir turisteando.

Esta noche acudí por vez primera a esta sucursal de Oaxacan Coffee, está ubicada sobre el Andador Turístico, justo al lado de una de las tiendas-​galerías más importantes en la ciudad: la mano mágica.
Esta noche pedimos una memela de frijol con quesillo que mi hijo devoró, unos tacos de arrachera, que no me encantaron, pero con los que quedé satisfecha y unas quesadillas de chapulines por las que, sinceramente, volveré.
Recién abrieron esta sucursal, tienen escasas semanas, así que fui comprensiva con respecto al tiempo de espera, además, el lugar es realmente bello, con arte antiguo alrededor y con pequeñas veladoras en las mesas que lucen antiguas y originales.
El café es su especialidad, así que pedí mi tradicional latte doble, el cual nunca me decepciona, sin embargo si hubiera hecho calorcito en esta noche, habría pedido alguno de sus frapuccinos con sabores exóticos que van desde el cardamomo (mi favorito), hasta el chile pasilla.
La cena estuvo bien, en definitiva habría pasado sin pena ni gloria a no ser por la exquisita (y no exagero) salsa de chapulines que pasan para acompañar y botanear. Mi esposo pidió una bebida a base de mezcal, con chile y pepino, sin embargo nos quedamos con el café.
La carta es breve y los precios son un tanto más altos que en el mercado (donde podrías consumir algo similar), pero considerando que el café es bueno, estoy dispuesta a pagarlo.

First service is rlly rlly bad… they were super slow, out of 10 things we order they were out of 5 and took an hr to brought the rest… that said. Decoration is lovely, cossy, very typical… chocolat and coffee are quite good so its totally worth coming at least to try those (they have at least 10 different chocolat types).

«The Oaxacan Coffee Company» has all the makings of a great hole-​in-​the-​wall coffee shop, but they seriously need to consider sending their baristas to some sort of training before they will earn my fifth star. The coffee is really good: locally grown, very fresh tasting, and cheap. They machines are immaculate. The location is only steps from the Zocalo in the center of Oaxaca. The beans are organically grown. And the prices are very reasonable. But our barista didn’t really seem to know how to make a latte. Or a cappuccino. Still, even though they simply dump the espresso into the steamed milk (with a huge head of foam on top), the taste is still pretty good after a little mixing.