Restaurante El Tajín

Un gran restaurante. Comida mexicana de calidad. Una magnífica selección de vinos mexicanos. Los domingos toca el grupo Colibrí que son fabulosos. El lugar es precioso. Mi única crítica es que es un poco caro.

Buen sitio si quieres platillos mexicanos refinados. Buenas bebidas, agradable aspecto, facilidad de estacionamiento. Es necesario vestir mas o menos formal y llevar dinero :)

Este es un restaurante que gracias a sus varias décadas de existencia se ha posicionado como uno de los más importantes exponentes de comida mexicana al sur de la ciudad. Uno podría decir que hay muchos exponentes de comida mexicana, pues, al fin y al cabo, cualquier fonda o mercado que tenga sopes, huaraches, gorditas, etc., etc. es un exponente de nuestra comida. Sin embargo, lo que intenta hacer este restaurante es poner a la comida mexicana en el lugar que se merece: dentro de la alta cocina codeándose con las más renombradas y refinadas comidas internacionales.
El lugar es bastante formal, por lo que lo veo, en lo personal, como un lugar para ir con la familia más que con amigos.
Tiende a concentrarse en la comida marina por lo que la variedad de pescados y mariscos es rica. Si vas, prueba los camarones Tajín (que, hasta donde tengo entendido, es receta original de la casa), los cuales están bañados con una salsa de tamarindo muy sabrosa.

A este restaurante no puedes darle menos de 5 estrellas, en verdad vale muchísimo la pena visitarlo y comer o cenar por lo menos un par de veces al mes, bueno, si quieres, no es obligación pero nunca te arrepentirías de eso.
¿Qué puedes encontrar aquí? Pues básicamente los principales platillos veracruzanos, de los que nunca vas a querer dejar de comer. Por ejemplo, el huachinango, las tostadas de diferentes ingredientes, empanadas y mucho más, la verdad es que desconocía todo lo que podías comer aquí pero al darte cuenta la gran variedad de platillos veracruzanos quedas totalmente enamorado.
El servicio obviamente es de primer nivel, no es un restaurante que encuentres en cualquier lugar, es algo más exclusivo, en los que además es bien visto que vayas mejor arreglado de lo normal.
Además tiene una vista increíble porque su jardín es grande y muy bien cuidado, ideal para que los niños jueguen o simplemente para tomar algo en lo que platicas con ese hermoso fondo.

Un restaurante excepcional, de alta cocina veracruzana; aunque caro, no dudas que en este caso sí lo vale. Y aunque ya no suena tanto como hace algunos años, mantiene su categoría, buen servicio y estupenda cocina. Obviamente lo más recomendable son las especialidades de pescados y mariscos.
Para mi gusto sigue siendo el huachinango a la veracruzana el platillo estrella de la casa, preparado con una receta genuina, que incluye aceitunas, alcaparras, chiles largos y aceite de oliva. Te lo sirven con arroz y plátanos fritos, algo también muy veracruzano. Otro antojo muy recomendable es el tamal de pescado, envuelto en hoja de plátano con hongos y nopales. ¡Una delicia!
Por lo demás disfrutarás de un ambiente muy agradable en un amplio salón con vista a un jardín siempre verde y cuidado. La atención de los propietarios garantiza un servicio eficiente y amable, muy cuidado.

Aunque es medio cariñoso, vale la pena porque se come riquísimo. Te recomiendo que pruebes sas tostadas de marlín ahumado, son deliciosas, y las enchiladas de pato, platillo que además de original es harto sabroso.
Si tienes hijos pequeños, este restaurante es una muy buena opción para comer los fines de semana, ya en el hermoso jardín hay un par de chicas que por un precio razonable se encargan de entretener y cuidar a los chamacos, y si pides una mesa en la terraza les puedes echar un lente mientras comes.

Comí carne molida en metate y luego hecha bistek con chorizo. Me pidieron «cubrirme» no tenía planeado ir y yo llebaba una tank top. Es de esos lugares en los que hay que ir sasual formal. Me puse mi sudadera a falta de una mejor opción. No quería perturbar al resto de los comensales.
La entrada fue panuchos yucatecos, yo pedí mi Pachola, Él barbacoa de conejo que le trajeron envuelta en hojas de maíz, ella enchiladas de pato. Brindamos con el vino y empezamos! Deliciioso! Pasé una agradable tarde con vista al jardín en compañía de dos buenos amigos míos. Al final probé por primera vez un sambuca con moscas. La atención fue de primera y regresé después vestido adecuadamente para el lugar. En las inmediaciones de coyoacán es una excelente opción para disfrutar de comida mexicana.
Recomiendo tomar mesa en el exterior si el tiempo es benigno, la vista hacia el jardín es el mejor acompañante para una buena comida.