Campotoro

This fine restaurant is just that — fine dining. I had at least 8 courses here, from the most delectable and beautifully textured octopus to a perfectly seasoned and cooked steak. I had a traditional Mexican consommé that was out of this world. The foie gras in my onion soup and on top of my steak was out of this world.
Benji, the chef, personally graced my table with exceptional attention. He artistically recommended every dish. Before all was said and done, my friends and I said — «you choose. – You’re obviously the expert.»
Not only is the area, where this establishment is located, Polanco, chic but the restaurant is built into a classic Mexico City, 19^th century palatial townhouse. The cantera stone garnishing the entrance hall doorways and fireplace (and I mean entrance hall with a soaring, gorgeous ceiling) is almost as rich as the food.
The crowd… the cream of the crop. But don’t let the building and the crowd scare you. I felt perfectly at home in urban chic, planning to go out down the street at one of the many hopping bars in Polanco’s shopping district. Others will be dressed to the «nines,» but you’re welcome in casual chic. I don’t recommend a bathrobe, but you get the drift…
Bottom line, if you want to go eat in a place that makes you feel as majestic as its building, in terms of service and flavor, go to Campotoro. If you want to experience Mexico City in an updated way that honors the finest traditions of Spanish colonialism, indigenous tinges, and cosmopolitan awareness, go to Campotoro.

La comida buena, a secas, nada extraordinario.
Lo que sí es extraordinario y exagerado es el tiempo que se tardan para servir la comida! Y cuando finalmente la traen es TODO junto, en un solo tiempo, así que hay que comer rápido antes de que se enfríen los platos.
El pulpo al tinto bueno pero MUY caro, $ 280.00 por dos tentaculitos de pulpo?! No fastidien!
El risoto al manchego regular, la sopa de alubias con chorizo (fabada a medias) lo más salvable de la comida, rica.
Con el postre sí se volaron la barda, la copa de «tres chocolates» además de tardadísima sin ningún chiste! Esperabamos una copa de varios mousses de chocolate pero en lugar de eso llegó la copa con una galletota y varios chocolatitos! Acompaño foto de este postre absolutamente evitable, también la de un pastelito de chocolate con frutos rojos del que ya no recuerdo el nombre, «financiero» creo, más aceptable.
El capuchino ridículamente pequeño, prácticamente un express.
Este restaurante DEBE poner más énfasis en la atención y velocidad en el servicio, es un lugar MUY pequeño y no tienen tanta gente como para tardar TRES HORAS en servir una comida completa!

Se come delicioso. Al servicio le falta un poquitín, pero la comida es excelente. El chef es súper simpático.

La comida siempre es buena. El lugar es chico solo dos mesas adentro asi es que es probable que te toque afuera lleva sueter.

Fantastico restaurante de el gran chef Benjamin Eljure, el trato es personalizado, te va a encantar el lugar yo voy casi tidas las semanas de lo rico que se come ahi, me han hecho adicto a la comida de este lugar en polanco.
One of the best chefs in Mexico City: Benjamin Eljure, has this fantastic restaurant in the heart of polanquito it has a personalized treat and if you are a gourmet lover you will enjoy and love this place