Local en la zona centro … Con manteles de papel y opción de comer menú por 25 € y/o carta el fin de semana noche. Me decanté por carta y ciertamente, tomando ensalada típica(decente)y plato típico de segundo(aceptable) y postre(incomestible– duro y con exceso de miel), además con vino tinto típico. Al final me salió por el mismo precio. El servicio muy poco agradable y el clima un poco desangelado. Ni música típica ni la típica alegría griega. Vaya que opte por bajarme música por youtube y poner algo para amenizar. Simplemente, no sé si volveré a darme el gusto. Pues ni copas decentes para vino tenían… Usaron unas de combinado… vaya tela.
Félix C.
Tu valoración: 3 Valencia
Decidido a probar los placeres de la cocina griega me decanté por la elección de este local en una noche un poco tonta en la que no sabíamos muy bien donde ir. Lo tenía en la recámara así que nos decidimos a ir. El local es un poco claustrofóbico, la verdad. Parece una antigua casa que han reconvertido en restaurante. Las estancias son habitaciones más o menos pequeñas en las que se agolpan las mesas. La decoración, recargada pero no desagradable, más que crear una atmósfera íntima, crea agobio por el agolpamiento de mesas. Esa noche, nosotros eramos tres y había cuatro o cinco mesas más ocupadas. No quiero pensar si el local se llena; creo que yo acabaría estrangulando a alguien o alguien me estrangularía a mí de lo insoportable que me pondría. En cuanto a la comida, bien, vale, ok. Quiero decir que tampoco ofrece un producto que te emocione ni que te impacte; vas, comes, está bueno y te vas. A mí, en particular, no me ha dejado ganas de volver. No quiero parecer negativo para nada. El local es aceptable y la comida también pero no me resulta especialmente atractivo como para repetir. Pedimos una de entrantes variados, con aceitunas, satsiki y varios purés más, que estaban buenos. Después un plato de carne picada que resultó ser una especie de filete ruso guisado con una salsa estilo pisto; y una pasta con pulpo que estaba sabrosa pero tampoco para perder el sentido. Tienen poca carta de vinos, y elegí uno griego que se llama retsina o algo así porque está elaborado con resina de pino… error! Alcohol más aroma de pino igual a ambientador de coche. Huid de este vino, os lo recomiendo. De precio está muy bien y el servicio es atento aunque bastante lento. Lo recomiendo para realizar una inmersión en la cultura gastronómica griega pero yo les recomendaría un salto en cuanto a calidad del producto y al salón para realmente convertirse en un 4⁄5 estrellas. Mi crítica va desde el cariño de un cliente satisfecho pero que no dejará de ser más que un cliente puntual.
Juan P.
Tu valoración: 4 Tavernes Blanques, Valencia
Pequño restaurante griego, todo un clásico en Valencia. Ambiente romántico y familiar. Se come de menu por 12 € y a la carta por lago más. Buenas las ensaladas y las cazuelas.
Ike L.
Tu valoración: 2 Requena, Valencia
Inmersión gastronómica absoluta. Sabores, ambiente y *ritmo de vida*. Si vuelvo algún día, evitaré las horas punta. El restaurante perfecto no existe(aunque todos conocemos la excepción a la regla), pero el rincón griego debería priorizar con un poco de sentido común para evitar que, quienes no venimos con todo el tiempo del mundo podamos comer sin desesperarnos. Castigados, nosotros y ellos, sin postre.
Javier T.
Tu valoración: 4 Puçol, Valencia
Nos apetecía probar algo diferente así que decidimos comida Griega. Y la verdad, un acierto, platos tradicionales de la cocina griega con todo el sabor y la frescura de la cocina mediterránea. Un local pequeño, pero muy acogedor, aunque fuimos a mediodía, es un restaurante ideal para una cena romántica. Los fines de semana por la noche, tienen música en directo. Si buscas cocina griega, con el labor tradicional y fresco de esta cocina, sin sofisticaciones, es tu elección.
Javier R.
Tu valoración: 3 Valencia
Una inmersión sin imposturas en una gastronomía sabrosa, hortelana y maravillosamente especiada y salseada como es la griega. El en pequeño comedor, con todo el confort relegado a la iluminación íntima y una ambientación confiable, la propuesta, sencilla y familiar, va un tanto más allá y te insta a cenar en un ambiente cien por cien mediterráneo, es decir: algo mezclado, parlanchín y con las mesas demasiado juntas, entre una decoración con asomos temáticos pero poco trabajada en los detalles y sin ninguna actualización, por lo que tienes la impresión de comer en los mismos manteles en que(hará treinta años) los primeros clientes pudieron asombrarse del exotismo de los platos entonces poco vistos. La carta está basada en las especialidades más caseras y acentuadas de aquella gastronomía y, a medida que se come, se va padeciendo en el paladar el combate de salsas, a cual más especiada, con los bocados, por ejemplo, de carne guisada no menos matizada y los tragos de vino, que, si te decantas por la oferta más coherente, tienen un tono igualmente picudo(el vino griego es así, parece ser). A favor: el precio moderado, la propuesta culinaria honesta. Sin embargo, la indolencia familiar con que mantienen el local sin actualización ninguna, te deja la impresión de visitar también la parca comodidad de un país algo rezagado. Choca un poco cuando, en la ciudad, cualquier propuesta de «comida típica» se hace ya necesario eco de un cosmopolitanismo mejor adaptado a los tiempos.
Angeles D.
Tu valoración: 3 Valencia
Es uno de los restaurantes más románticos que recuerdo, seguramente porque la primera vez que fui era San Valentín, mesitas pequeñas, lámparas de tenue luz, una flor en la mesa, la imagen ideal para una cena íntima. Pese a no ser 14 de febrero el local mantiene esta imagen, es pequeñito, lo que se presta a ese recogimiento que siempre buscan los enamorados, con una decoración bonita y una música agradable. Respecto a la comida que es lo importante, soy de las que cuando voy a un sitio nuevo, si además me gusta como es, intento destacar las virtudes de su comida. No es que me resulte difícil en este rincón pero tampoco fácil. No se puede negar el origen griego del lugar pero creo que a algunos de sus platos les falta un punto de calidad. Todo estaba correcto y los entrantes eran muy apetecibles, pero para ser un lugar con solera, lleva más de 20 años en la ciudad, eché en falta algo de cuidado en algunos platos. De todas formas nos lo comimos todo, todo, todo y disfrutamos con nuevos sabores. Especialmente recomendable la mousaka. Los platos son consistentes por lo que si vas a cenar recomiendo dar una vuelta para rebajar la comida, tu cuerpo lo agradecerá.
María José H.
Tu valoración: 4 Valencia
Hace algunos años estuve en Grecia, y me enamoré de su cocina y de sus sabores. Muy variados y muy sabrosos. Cuando me enteré de que en Valencia existía el Rincón Griego, no dudé ni un momento en arrastar conmigo a mis compañeros de trabajo en lo que denominé una«cena temática», «Así vais abriendo fronteras y salimos un rato del sushi» Que es donde vamos a cenar siempre que salimos juntos. La verdad que fue un acierto, total. Los sabores de los platos que pedimos, eran prácticamente iguales a los que yo había probado. Como éramos grupo, con antelación habíamos concertado menú cerrado, de manera que lo elegimos entre una compañera y yo para que nos sirvieran un variado de entrantes o mezes al medio y después elegir plato principal cada uno. Los mezes, fantásticos, la taramosalata, salsa de huevas de salmón muy rica y las hojas de parras muy frescas con su sabor a limón. El satziqui como siempre espléndido, yo me lo como a cucharadas, me chifla el sabor del yogur griego con pepino. De principal, sin dudarlo, una espectacular Moussaka.(Salivo sólo de recordarla). Nada más que añadir. :-) Y, de postre, yogur griego con miel, de ese que si vuelcas la copa no cae, pues eso, y una selección de dulces típicos griegos como el baklavá. Y cuando digo dulces, quiero decir a punto de coma diabético. Sin exagerar. El local era muy acogedor, con grandes láminas de imágenes del Partenon, del Teatro de Dionisios y de otras partes de Atenas y sus islas. Como esa noche estábamos solos, el camarero nos estuvo dando fiesta, en el sentido que nos dió una hoja con expresiones griegas muy conocidas,(nada de joroña que joroña, eh?). Lo cual provocó un ambiente muy ameno, debido a las risas propias de los fallos de pronunciación. He de decir, que siempre volveré al Rincón Griego, me dejó muy buena impresión y me devolvió por un ratito a una de sus islas que más adoré.
Ramón A.
Tu valoración: 3 Valencia
Miércoles noche, un frío increíble mi novia y yo, junto a 2 amigos de Madrid, buscando sitio para cenar. Evidentemente, no los puedes llevar a los mismos locales de siempre y en el afán de innovar, y sobre todo hacernos los oríginales, delante de ellos, dimos con este escondido rincón detrás de la plaza Tetuán. Como buenos locos del cine que somos, los 4 nos sentimos inmediatamente poseídos por el espíritu de Anthony Quinn en la memorable«Zorba el Griego». La camarera nos descubrió la variada carta de carnes y comidas típicas que son una delicia, y selección una de vinos regionales desconocidos para nosotros hasta ese entonces. Los platos son abundantes y de sabores fuertes, pero lo que realmente nos dejó preparados para explotar fueron los postres, no aptos para diabéticos. La única pega que le encontramos fue que las mesas están muy juntas, por lo que en días con el local lleno, debe de dar sensación de agobio. El precio es un poco elevado, pero no demasiado diferente al de otros restaurantes comunes, por lo que vale la pena arriesgarse y ampliar el abanico. Desde luego, fue una excelente elección.
Serpig
Tu valoración: 4 Valencia
restaurante griego muy centrico(en ciutat vella), buena comida griega, buen ambiente, con la posibilidad de menus para grupos, comidas de empresa y una bodega destacable. y como plus, aire acondicionado, cosa que se agradece en verano despues de una comida copiosa y contundente. precio aceptable
Moschi
Tu valoración: 4 Madrid
Para amantes de la comida griega Un restaurante griego un poco caro, pero con un ambiente y decoración que lo hacen muy acogedor. El trato del servicio es rápido y eficiente. Lo más destacado son los menús de degustación por 24 euros por persona.