deli_rant

Un sitio especial para una noche especial, almenos para bolsillos sensibles. El diseño del restaurante es inmejorable y conceptual, como su comida. La creatividad se nota en el ambiente y en los sabores de los platos de esta cervecería — restaurante, que apuesta por el riesgo en su carta. ¿Habéis comido alguna vez fish and chips con peta zetas o un tetris de temaki de atún? Pues el resultado es increíble. Cada plato tiene un tema y un nombre particular, cosa que hace que cada vez que te llevan la comida a la mesa, te expliquen en qué consiste. Las cantidades no son excesivamente grandes, saborea y disfruta, pero no te vas a atiborrar. El local es tan grande y el precio es en cierto modo tan elevado, que pensamos que hay demasiado espacio para tan poco cliente, almenos en las cenas. Aconsejamos el menú degustación, te va a salir más económico que ir pidiendo platos sueltos a toda virolla.
Lo mejor de todo, el postre de ¡huevos fritos con patatas! Un trampantojo con su sartencita incluida, en la que ni el huevo es güebo, ni las patatas son patatas.
La carta de birras es muy amplia, así que es un buen sitio para probarlas en su terraza de la Plaza del Patriarca, en pleno centro.
No hace falta té para rebajar
Manduca&Fritanga

Una terraza estupenda que gusto en estos días. El colorido de los naranjos, el sonido de la fuente al fondo de la plaza. Historia, belleza y disfrute¿ que se puede pedir más. Me encanta!!!

Sí busca algo diferente o muy diferente este es tu restaurante.
Cocinan bien, buenos ingredientes, mucha imaginación. Diferentes 100%
Pero para mi gusto demasiada imaginación.
Las 2 primeras veces me gusto y quedamos encantados, la 3 no sabíamos que pedir ante el las mezclas tan variopintas.
Vale la pena experimentarlo y luego tu decide sí te gusta y repites o no!

El viernes fui a cenar por primera vez a este restaurante y tengo que decir q me encanto, tanto el trato como la carta tan particular y original q tienen.
Cenamos el menú degustación que por 30 euros incluye dos entrantes un principal postre café pan y agua.
Lo primero q me llamo la atención fue el local, muy acogedor, estuvimos al final donde han creado un espacio de mesas corridas con bancos de madera llenos de cojines y con toda la pared llena de libros en una estantería muy ligera q cubre toda la pared, música de los 50 al volumen exacto.
A quien le guste la cerveza, este es su sitio tienen mas de 100 cervezas de todo tipo, ligeras, de trigo, negras, artesanas una maravilla, recomiendo empezar con una cerveza bien elegida, tranquilos q te ayudan a elegir en función de tus gustos, y después a comer, platos todos exquisitos y originales, destaco el cebiche q no se suele ver y el trio de solomillos, el de canguro una delicia, ah y el postre huevos fritos con patatas, hay q probarlo.
Os dejo algunas fotos

Ya llevaba días con ganas de visitar este sitio, la semana pasada por fin lo pude hacer y ahora solo pienso en cuándo volveré (que poético me ha quedado esto).
La verdad es que sabía que no me iba a defraudar. Les sigo en facebook desde hacer mucho tiempo, así que siempre estoy viendo las cosas que hacen, que no son pocas y además a ver cada cual más interesante. A medida que vas descubriendo cosas de algún lado te vas creando una imagen mental de cómo será el sitio y te creas una opinión sobre lo que esperar o no. Este sitio ya de entrada en mi mente estaba con una puntuación de cinco estrellas, ya que se ve que cuidan los detalles al máximo, el leer la carta cada semana en el muro de facebook es una delicia, y no sólo por los ingrediente que componen el menú, sino también por el tono que utilizan a la hora de comunicarse.
El espacio que ocupa el restaurante, inaugurado hace poco, es para mirarlo, analizarlo, remirarlo y descubrir algo nuevo en cada pequeño vistazo. Recomiendo, si es posible, elegir mesa en el interior del local, nosotras no lo hicimos, pero al ir al servicio pasé por esa zona más apartada del local y es espectacular, ya que toda la pared está ocupada por una gigantesca librería repleta de libros.
La comida estuvo deliciosa, llevan a cabo una cocina que mezcla ingredientes de cocina de mercado con algunos no tan comunes pero que le aportan un pequeño toque exótico, sin excentricidades ni pedanterías al plato, que la verdad se agradecen.
Otro detalle que me encantó fue el picoteo que te ponen al principio, mientras decides qué elegir. También, los panes los hacen ellos y recomiendo, por el bien de vuestros paladares, realizar una pequeña cata in situ de los aceites y sazonadores que hay en la mesa. Para rizar más el rizo del detallismo a la hora de servir el café te ofrecen una pequeño mini buffet de azúcares (de canela, vainilla, violetas y naranja). Y ya la guinda al pastel fue descubrir la cantidad de cervezas de barril que tienen para acompañar la comida y el trato agradable que nos ofrecieron.
Así que un primer plato, más un segundo, postre, bebida, pan y café sale por 15 € y se puede consultar el menú de cada semana en el muro de su facebook.
Y como bonus tienen una pequeña selección de productos gourmet a la venta.

En el apasionante mundo de las apuestas entre amigos, lo que más mola es la resolución. Sobre todo si todo lo apostado de ¿reduce? a una comida para dos. Si, para más disfrute, la casualidad hace que justo este mes nos trasladen un restaurante como éste a la mismísima puerta de la oficina, la duda de dónde saldar esta vez la prueba se disipa solita. Ayer fue el día clave y, aunque lo de quién de los dos fue el responsable de la cuenta lo dejo en puntos suspensivos, no pudimos salir de allí más contentos.
Realmente mis ganas de probar este sitio venían de muchos meses atrás, pues sólo lo que había leído y visto por diferentes sitios de las internetes ya me hacía morir del gusto. Expectativas cumplidas al 200%.
El menú de mediodía fue en este caso nuestra elección. Son 15 € que incluyen dos platos, una bebida, pan, postre, café, picoteo y agua. Vayamos por partes, porque no sé qué de todo me enamora más.
— Primero y segundo: a elegir entre tres propuestas, cada uno de ellos. La decisión es casi más reñida que la de Sophie. Cocina ‘moderneta’, mucha mediterraneidad y presentación muy chula, pero nada de quedarse con hambre;
— Una bebida: casi llamo a la ambulancia para recoger mis restos cuando vi que lo primero que te ponen sobre la mesa, casi antes que el propio menú, es la carta de cervezas. Sólo de tirador, tienen unas cuantas artesanales y también valencianas. Si a esto sumamos el súper amor de encargado que, al ver que me guardaba la botella que probé, se interesó sobre mi coleccionismo y se ofreció a ayudarme… ¡Ay, mamá!
— Pan: un cestito con rodajas calentitas de diferentes panes (aceite, aceitunas negras, rústico…);
— Picoteo: parece una tontería, pero un detalle que cuesta CERO y se agradece MIL. Mientras esperas al primer plato, te sirven un platito muy original con unas pseudo patatas fritas que en realidad están hechas de tubérculos varios y palomitas con curry (bien hechas);
— Café: servido junto a una gran bandeja de madera con diferentes azúcares y otros aderezos en pequeños tarritos. Muy bonito todo;
— Agua: esto sí que me pareció el acabóse. A pesar de que tires por el noble camino de la cerveza, al empezar a servir los platos te traen una botella de agua mineral, de ésas de vidrio con tapita a presión que tan fresca y libre de asqueroso sabor-​a-​plástico deja el agua. Me pareció un súper detalle que todos los bares de España deberían adoptar de inmediato porque, de nuevo, cuesta prácticamente nada y vale millones.
Sumado a lo que comimos, bebimos y a cómo se nos sirvió todo, una de las marcas de la casa es lo que yo llamo el cachondeo fino. El nombre del lugar viene, para quien no lo sepa, de ‘Deli (catessen) (restau)rant’, pero aquí nada es estirado. El buen gusto y la elegancia de los tonos oscuros de la decoración, por poner un ejemplo básico, viene equilibrado por un punto de humor nada pretencioso, sencillote y gracioso en cualquier esquina del local, desde cada epígrafe de la carta hasta el rótulo del cuarto de baño.
Me gusta. Me gusta mucho. Ni había salido y ya quería volver. Quiero volver. Ya veremos si esta vez me invita alguien o no… ¡Ay, se me escapó!

Mi pareja y yo tenemos una tradición que consiste en cada cumpleaños sorprendernos con un restaurante nuevo. Esta vez era mi cumpleaños y me tocaba sorprender a mí…y tras mucho buscar me decidí por Delirant…
Y al llegar allí todo fue sorpresa tras sorpresa. Un sueño para nosotros la enorme carta de cervezas, de muchos países y además todas ellas muy bien explicadas para ayudar a la decisión. Me decidí por la Sphiga Voramar de Alicante, buenísima y con ese toque artesanal de las cervezas de la terreta.
Llego la hora de pedir la comida, una carta no muy extensa, pero muy apetecible y además con un toque divertido. Decidimos pedir el menú degustación que incluía 2 entrantes por persona, un plato principal, un postre y pan. Mamma mía, casi reventamos! Para acompañar la cena pedimos tb un vino valenciano para compartir.
Cada plato estaba cuidado y tenia una elaboración diferente y una presentación sorprendente, y muy importante en este tipo de sitios, con bastante cantidad como para saciarte. Realmente todo eran sabores mediterráneos pero con un toque diferente, y además, sin jugar con la mezcla dulce/​salado que aunque me encanta, en este tipo de sitios a veces cansa, y más si, alguien no puede comer azúcar.
En total, 2 cervezas, + dos menús degustación, + vino valenciano = 81 € la pareja.
Los pagamos bien pagados, salimos de allí a punto de reventar de tanto que comimos y medio piripis. Se puede ir perfectamente y ser menos bestias que nosotros, ya que las tapas rondaban los 6 u 9 € los principales los 11 €-25 €…vamos precios más que aceptables.
No voy a explicar cada plato porque realmente os invito a que vayáis a visitarlo si os apetece algo diferente o sorprender a alguien!
Además bien situado, en una callecita entre la Calle de la Paz y la Plaza del Patriarca… y un servicio agradable en su justa medida.
Nosotros seguro que repetiremos, para probar cervezas nuevas y nuevas tapas…

Un très bon petit restaurant, avec comme son nom l’indique, une ambiance… délirante.
Pour tout vous avouer, je n’ai quasiment rien compris au nom des plats, qui sont pour la plupart des petits jeux de mots en Espagnol ou encore des métaphores.
J’ai donc laissé mes amis Espagnols choisir.
En tout cas, c’était vraiment excellent.
Le choix des bières, vins et boissons non alcolisées est énorme.
J’ai adoré le thé frais avec de la Grenade est excellent.
En entrée, les 3 sortes d’Humous, le jambon sur pain toasté à la tomate étaient très bon.
Pareil pour le plat principal, 3 viandes avec trois sauces différente (dont du kangourou), c’était exquis.
Notre serveur aussi, très gentil et serviable, donc au final je recommande ce restaurant.

Estuvimos el sábado y nos encantó (éramos dos parejas). La única pega y, quizás por eso no había casi nadie para ser un sábado, es el precio. 36 euros por barba hoy en día es mucho dinero.
Pero tanto la decoración como el trato son fabulosos. Y la cocina es más que notable. ORiginal, buena y además sacia.
Nos recomendaron varias cervezas para empezar. Yo probé una de tirador llamada CCCP que estaba espectacular, como luego lo estuvo el vino.
Comimos rabo de toro (espectacular envuelto en un rollito), croquetas de feta y verduras e tzatziki (lo más regular), gambas al ajillo (supremas), nguiri de queso idiazabal con chipirón (buenísimo) y la torrija al ibérico (muy sabrosa).
De segundo compartimos el atú, el figatell y los solomillos.
De cine todo, incluido el pan, también muy bueno.
Para repetir pero dentro de un tiempo porque hay que darle un descanso al bolsillo.
PD: Me enteré del restaurante gracias a la siguiente entrada de este blog:

Muy recomendable también–

Muy recomendable si estas por el centro. Al lado de la calle de la Paz y de la plaza del patriarca.
Muy buen servicio.
La carta, curiosa, una selección de platos de todo el mundo, algunos con un toque de la tierra, como el Steak Tartar de Longanizas. Responden bien los platos a la pinta que tienen en la carta.
En cuanto a la bebida, tienen un buen surtido de cervezas, destacando para mi, la Triple Karmeliett.
El menu de mediodia, ajustado en el precio, cantidad y sobretodo, gran calidad.
Por la noche, cuando he ido, aparece un GinTonic, que los preparan de vicio.
Y de vez en cuando, hacen semanas temáticas.
Vamos, que se nota que he ido varias veces, y me encuentro a gusto. ¿Que mas puedes pedir?
Lo unico malo, que a mediodia es imposible aparcar en la zona, como no sea en parking. Por la noche se aparca facil en el carril bus de la C. La Paz

Cocina creativa y original. Cervezas de barril difíciles de encontrar, exquisitas. Jornadas temáticas. Trato extraordinario. Decoración moderna. Tienda delikatessen. Menús diarios y especiales (San Valentín, Fallas…).

Un bocadillo de ballena es deli_​rant; una lata de jirafas es deli_​rant, remover el café con un flamenco es deli_​rant. Deli_​rant es un concepto novedoso; a medio camino entre la tienda delicatessen y el gastrobar.
«en deli_​rant podrás
saborear un buen
café, comprar, investigar,
picar, probar una
cerveza, comer,
disfrutar un té,
curiosear,
comprar más, catar un
vino, cenar y tomar
una copa (o dos).»
Abrió el pasado mes de diciembre y ya se ha hecho un hueco en el panorama gastronómico de la ciudad. El local aúna el buen diseño moderno con la calidez de la madera. Es acogedor e invita a alargar la sobremesa, a la tertulia.
Además del comedor principal, situado al fondo del local, en la entrada hay una barra donde picotear y unas mesas donde también se puede comer.
La variedad de cervezas es lo primero que destaca de su carta. Uno se pierde, se desorienta ante tanta oferta, así que mejor pedir consejo. Yo bebí una cerveza de San Francisco, Anchor Steam Beer, riquísima. Disponen de varias cervezas artesanales valencianas y otras procedentes de medio mundo. Es el paraíso de los homo homini lupulus…
En vinos no se quedan atrás. Por supuesto, cuentan con una excelente representación de vinos de la tierra y algunas joyas del resto de España, California, Sudáfrica, etc.
La carta está estructurada en tapas individuales; para compartir; platos principales y postres. Si bien es cierto que las raciones no son muy generosas, si uno se decanta por el menú degustación acabará lleno. De lo probado me quedo con el falso nigiri de idiazábal y chipirón, las kolokithokeftedes con tzatziki (croquetas excelentes) y el pescado ennegrecido con jambalaya (cocina cajún).
Y por si fuera poco, organizan eventos (presentaciones, cursos…) y cenas especiales en fechas señaladas como el Día de acción de gracias, Oktoberfest, etc.
¿Alguien da más?

Mezcla de restaurante (de mucho nivel) con la venta de productos de alta calidad, vamos, esos que llamamos gourmet o delicatesen.
Se trata de un espacio claro, luminoso, fresco y sencillo, ¿su punto fuerte? La imaginación, que es la reina y espíritu del negocio.
Cuando he ido siempre ha sido a comprar ¿el qué? Uno de los mejores quesos, para mi claro. El queso Idiazábal, me encanta… cada vez que voy al norte vengo un cargamento (casi igual que de Txakolí). A parte del queso, tienen tés y cervezas nada despreciables, al contrario. De lo mejor podremos encontrarlo aquí, os lo aseguro.
Por otro lado, nunca he ido al restaurante pero si ha llegado a mis oídos que se trata de comida original y elaborada a buen precio. El menú esta por 30 €. El día que me decida a comer os comento.
De momento os recomiendo la tienda.