Ecorgànic

Tengo una amiga que es super fan de sitios como este. Ahora dice que le va la alimentación saludable y se mete conmigo y lo peor de todo, con mi alimentación.
Claro que yo no entendía ni media de lo que me decía hasta que la acompañé un día, de chiripa a Ecorgànic porque tenía no sé qué tipo de sémola, que sabe como la sémola pero no es sémola exactamente.
Lo gracioso es que encontrarás productos que pueden encontrar en otros supermercados pero… no es ni remotamente parecido. Saludables. Orgánicos. Es una filosofía. Que respeta el entorno y… está más buena y sabe mejor.

En este supermercado podrás encontrar gran variedad de productos orgánicos, tanto frescos como envasados a los precios normales de este tipo de supermercados. No es especialmente caro, pero no es para ir a hacer la compra de la semana, sino para comprar algún que otro ingrediente suelto como tofu, quinoa, sustitutos de chocolate como el algarrobo, algún vino de producción ecológica o cualquier tipo de harina rara que se te antoje.
También tienen muchos tipos de infusiones naturales y cereales que se venden al peso, muy económicos. Esto quizás sea lo que más me gusta, porque suelo tener bastante mala suerte al probar con cosas nuevas, y de esta manera no te ves obligado a comprarte una caja entera de infusiones o lo que sea, sino que puedes comprar varias cosas para probar en pequeña cantidad.
Aunque no tienen mucha variedad y dependiendo de la temporada, puedes encontrar verdura fresca de producción ecológica que no es excesivamente cara.
En la entrada del negocio hay un aparcamiento de bicis para atarlas y si utilizas este medio de transporte te hacen un pequeño descuento, algo más simbólico que otra cosa, pero es un detalle. Eso sí, tendrás que avisar a los dependientes por si no te han visto aparcar la bici en la puerta, je je.

Yo sé que hay gente que controla un montón de productos orgánicos, son la base de su alimentación y no consumen nada que no sepan de donde venga. He de aclarar que no es mi caso, si me ponen algo en el plato orgánico me lo como, y si no es orgánico, pues también.
Aún así, reconozco que unos tomates orgánicos no saben igual que unos comprados a granel en el Mercadona. Y lo sé porque he probado los tomates del Ecorgánic y no se pueden comparar: el sabor, la textura, el precio (ejem, ejem). Y al igual que con los tomates pasa con todos los productos, están buenos, pero son más caros. Aunque, según mi parecer, en el ecorgànic son un poco más baratos que en otros sitios de agricultura ecológica porque parte de su filosofía es ahorrarse los intermediarios, ergo, ahorrarse los costes que esto conlleva.
A parte de productos vegetales tienen un montón de cosas porque tienen un montón de metros en los que ponerlas. Legumbres, pasta, detergentes, cosmética, chocolate… es decir, igual que en los súpers al uso pero todo orgánico. Como no podría ser de otra manera, tienen los productos típicos de los herbolarios, como infusiones, cremas y cosas de estas. Todo tiene un rollete muy guay, muy eco, en el que da gusto perderse un poquito.

Hay Consums, Mercadonas, Carrefour Express, Dias, Lidls, etc. Hay muchos supermercados, todos ellos con una estética muy similar, con unos productos muy similares. Los conocemos bien, los reconocemos fácilmente, ¿no?.
Pues ahora imaginaros uno de ellos, cualquiera, el que queráis, y cambiar todo los productos que tienen dentro por productos sin preservantes ni colorantes. Muchos similares, con la diferencia de que los de Eco Organic son sanos, ideales para la gente que lleva una alimentación macrobiótica.
No exagero. Ésta tienda es igual que un supermercado pero con alimentos orgánicos. Me ha sorprendido mucho porque estas tiendas suelen ser pequeñas y difíciles de encontrar, pero no es el caso.
A parte de los productos orgánicos típicos que alguna vez encontramos en los hiper, tienen también medicamentos orgánicos, ambientadores todo lo indispensable para llevar una alimentación de este tipo.
También venden incienso, maquinas de vapor de agua y música relajante.
Las dependientas son simpáticas y controlan bastante del tema, no como yo, que iba más perdido que un vegetariano en el Fosters.

La mano invisible del mercado está siempre preparada para satisfacer al consumidor en cuanto se detectan o se crean nuevas necesidades, y, para probarlo una vez más, valga el ejemplo de Ecorganic. que en pocos años se ha convertido en una referencia de «lo verde» en Valencia.
El establecimiento ya es respetuoso con el medio ambiente. Nada lujoso, todo funcional, sin artificios ni adornos innecesarios. La filosofía del producto, también. Lógicamente, todo el envasado se puede reciclar y se prescinde casi totalmente del temido «packaging» en cereales, legumbres, frutas o verduras, compradas casi siempre al productor prescindiendo del siempre vilipendiado distribuidor.
En definitiva, centenares de referencias ecológicas (¡incluso detergentes!) y un local que además de parecer «verde», lo es. Gran iniciativa, por cierto, la de educar al cliente explicando las características de los productos y, en su caso, las mejoras formas de cocinarlo.

Simplemente el nombre ya invita a entrar. Es un paraíso para todo aquél amante de lo ecológico. En una ocasión hice un reportaje sobre la comida orgánica y fuimos a preguntar a los dependientes del supermercado. Se portaron genial con nosotros.
Tienen desde verduras frescas, hamburguesas de toffu, etc. Es un auténtico supermercado porque además tienen un apartado para cosméticos y productos de higiene diaria, eso sí, naturales.
Como me pillaba de camino a casa, siempre paraba para curiosear entre sus productos, cualquier cosa que te puedas imaginar yo creo que la puedes encontrar. Y si no, ellos te darán la fórmula para hacerte con él.
Ahora con el auge del Valenbisi no he visto que lo indicaran en su fachada, pero antes anunciaban que si ibas a comprar en bici te hacían un descuento. De hecho tienen un parking de bicis justo a la puerta.

Cada vez que me apetece comer unos filetes de tofu al ajo de oso, o un pedazo de seitán asado, o un paquete de tofu ahumado, o unas hamburguesas de mijo y tempe, o beber un vaso de leche de almendras, o prepararme una tortilla de harina de garbanzos, o incluso cocinar cualquier cosa con alga Kombu, sé de buena tinta que no me va a servir con ir a comprar a mi supermercado habitual.
Afortunadamente, sé que existe Ecorganic, una pequeña-​gran tienda en la que se pueden encontrar estos productos y muchos más de tipo vegano y macrobiótico. Y ya no me refiero sólo al ámbito de la alimentación, sino que incluso en lo que se refiere a cosmética e higiene también tienen un gran surtido de artículos, todos ellos de agricultura ecológica. ¡Y lo que cunden! Por ejemplo, a pesar de que una crema facial de la marca «Faces» puede costar en torno a los 20 euros, vas a tardar tres meses en necesitar la siguiente.
Y a los que sean amantes de las medicinas alternativas les vendrá bien saber que en este lugar también tienen una pequeña parafarmacia de productos naturistas (oligoelementos, complementos vitamínicos, etc.) para diversas dolencias, y de diferentes casas (entre ellas, la de Lab Catal, de bastante renombre bajo mi punto de vista).
Incluso algunos libros sobre macrobiótica, anuncios de conferencias acerca de ciencias orientales, y exposiciones sobre nuevos productos de cosmética naturista son otros de los beneficios que puedes obtener en este lugar.
Un lugar que, en principio, no parece excesivamente grande, pero hacen que sí lo sea la buena organización y disposición de los productos, la familiaridad y la naturalidad con la que Marta, Miriam, Jorge, Carmen y demás dependientes tratan a sus clientes, y el cuidado y preocupación que también ponen en conseguir un producto no presente en la tienda solicitado por algún cliente. En esta tienda naturista, desde luego, la naturalidad no sólo está en los productos a vender, sino también en los propios vendedores. Y eso es lo que de verdad hace grande a un negocio.