Taiyo

Me apetecía un poco de comida japonesa y, de paso, probar algún sitio nuevo así que de entre los que no conocía de la zona, me decidí por el taiyo ya que las reseñas eran buenas.
Aunque tienen un menú del día bastante asequible, me he decido por platos a la carta ya que la combinación que me apetecía (tempura y udon) no era posible.
He visto preparar los tallarines desde la mesa (cosa que uno siempre agradece) y realmente su sabor estaba a la altura de la pinta que iban adquiriendo mientras los preparaban. La tempura de verduras, aunque con un punto de fritura muy bueno, se ha hecho esperar más de lo que me hubiese gustado aunque reconozco que el sitio, muy pequeño por cierto, estaba hasta arriba.
El helado frito, sorprendente por la combinación de temperaturas y texturas, ha sido un poco decepcionante porque la cubierta tenía un regusto a fritanga que el plato no se merecía.

Descubrimiento del mes. Estaba por el Nervión Plaza y me apeteció sushi, o al menos comer en un restaurante asiático. Abrí Unilocal,busqué «sushi» y apareció un pequeño restaurante frente al Corte Inglés que yo ni sabía que existía. Había que probarlo.
Como suele ser habitual en los restaurantes asiáticos, los trabajadores son muy serviciales. Nos llevaron a una mesa libre, nos dieron la carta y en el mismo momento nos preguntaron por las bebidas. En el resto de tareas tampoco tardan mucho, sí que es verdad que la capacidad del restaurante no permite que las camareras se vean desbordadas. Tanto mejor para todos.
La carta es extensa, en todo tipo de platos japoneses, y tambien en sushi, maki, nigiris y esas cosas que yo nunca sé cuál es cuál. La verdad es que está todo bueno. Pedimos un surtido de 6 piezas de sushi, que estaba muy correcto y sobre todo muy bien presentado. También udon frito, buenísimo, de fideos gorditos y con una textura que me gustó mucho.
Ahora bien, no hay que dejarse llevar en la comida principal e irte sin probar los postres. Yo probé uno muy curioso que es el helado frito (de vainilla). Recubren el helado con una masa que es lo que queda frito, y el helado, dentro, está pues eso, helado, y para nada derretido. La verdad es que no sé muy bien cómo se hace eso pero queda original y estaba excelente.
Con lo que acabo de decir y dos rondas de bebidas, comí por unos 10 €. No me parece caro. Estoy segurísimo de que voy a volver, me parece igual de bueno o más que otros restaurantes japoneses con más fama.
Eso sí, desde que entré hasta que me fui, creo que el hilo musical consistió en una sola canción rollo oriental sin principio o fin que se reproducía en ciclos interminables. Cambiaría detalles así.

Llevaba un tiempo queriendo probar este sitio y por fin pude hacerlo con mi compañía favorita para compartir sushi. Se encuentra en frente de uno de los laterales del famoso gran almacén, escondido entre bares más bien de tapas, pero los típicos farolillos rojos te anuncian a lo que vas.
Parece más pequeño de lo que en realidad es en su interior, aunque tiene un espejo nada más entrar cubriendo toda una pared que engaña. Además de las mesas que se ven al entrar, tienen un salón en la planta baja. Eso sí, no me gustaron demasiado las mesas exteriores que hacen que te lleves la idea equivocada de que este es un bar más… Pero ahí están para quién las quiera, oye.
La carta es bastante variada y llaman la atención los precios bajos, al menos a mí me lo parecieron, teniendo en cuenta la media de lo que suelen costar los japos. Un barco de veinte piezas de sushi (makis y nigiris), 18 €. Para compartir, perfecto. Tienen teppanyakis variados, arroz y fideos que quiero probar, pero aun no he tenido ocasión.
El sabor del sushi, para mi gusto, genial. Compacto sin ser una masa, el pescado muy fresco, genial, de verdad.
Una de las pocas pegas, el servicio. No nos habíamos ni sentado y ya nos estaban preguntando qué queríamos de beber, y estábamos terminando de masticar cuando ya nos querían retirar los platos… A mí eso me corta un poco, siento que me tienen vigilada. Por lo demás, muy bien, muy contenta, y tienen servicio a domicilio.

Un lugar pequeño, pero acogedor, cerca del Meliá Lebreros y detrás Del Corte Ingles, el menú esta en inglés, español y chino

Uno de los mejores restaurantes de sushi de Sevilla para mi gusto. El servicio es impecable, y rápido. El local también es muy agradable y la comida está deliciosa.
Son especialmente recomendables los tallarines, pero también el teppanyaki de pollo, los barcos de sushi (que tienen un precio estupendo), y las empanadillas.
No es especialmente barato (unos 20 € por persona) pero merece la pena en relación a la calidad de los productos.

Hacía tiempo que no comía un sushi tan rico. Desde que cerraron el buffet libre del restaurante Kaede, todo lo que había comido me dejaba indiferente, pero hoy no. :)
Hemos pedido un Combo de 10 makis, estaban muy ricos, con el arroz en su punto y el relleno sabroso, también hemos probado los tallarines fritos al estilo japonés (muy recomendables), unas Gyosas bien grandotas y para culminar un almuerzo así de bueno… el mejor HELADO FRITO que hemos comido, incluso te dan a elegir el sabor del helado… MUY MUY BUENO.
Destacar que disponene de la cerveza japonesa Sapporo.

Un restaurante chino-​japonés de buen precio y resultado justo pero aceptable. He ido un par de veces a comer sushi, sashimi y makis, principalmente: el arroz algo insípido, el pescado más sabroso. No es gran cosa en cuanto a esta especialidad, pero tampoco está mal, sobre todo porque es económico.
El local está junto a El Corte Inglés de Nervión, y dispone tanto de mesas fuera, como de un pequeño saloncito interior en la misma planta. Tienen también otro salón, más amplio, en el sótano.
La atención es amable y están pendientes de que no falte de nada, pero para mi gusto en cuanto a comida japonesa está a mucha distancia de otros restaurantes de Sevilla, donde la calidad y el sabor son muy superiores. También el precio, es verdad, pero en base a mi experiencia, prefiero pagar un poco más cuando como sushi en determinados lugares porque noto la diferencia.
No obstante, no es mala opción si andas por Nervión. Se suele estar tranquilo, los camareros son amables y la comida está buena en relación a su precio.

Taiyo es un restaurante asiático ubicado en el lateral del Corte Inglés de Nervión. Puede dar la sensación al entrar de ser un sitio pequeño pero aunque tenga una barra estrecha y unas pocas de mesas, en el sótano hay un salón con bastantes mesas, así que no hay que esperar para cenar.
Tienen tanto reparto a domicilio como pedidos para recoger en el local, un detalle a tener en cuenta si no hay ganas de cocinar o, aprovechando una visita a Nervión, uno quiere llevarse comida oriental a casa.
Desde diciembre, son varias las visitas que he hecho a Taiyo, tanto para comer en el local como para recoger un pedido (e incluso una vez he llegado a pedir a domicilio). Ninguna me ha decepcionado, no es un restaurante caro y su sushi aunque no sea el mejor de Sevilla, supera con creces al de otros restaurantes con mucho hype y un menú regular tirando a malo.
Vale la pena pedir algún barco de 14 o 20 piezas y combinarlo con otras especialidades del menú. Los fideos fritos son muy buenos al igual que las empanadillas (gyōza) o el teppanyaki de rollitos de ternera.
En los postres es recomendable el helado frito y el pastel de calabaza.
¿Volvería? A este paso me van a hacer accionista con todo lo que voy últimamente :P

El ambiente es tranquilo, quizás las mesas demasiado juntas y puedes oír todo lo que hablan los demás, pero se come tranquilo y bien por un precio razonable. Ojo, razonable, que no barato.
Detalles cuidados y estético. La música de fondo es muy muy agradable y se está realmente cómodo.
A veces tardan un poco en servir, pero la verdad es que nada desesperado.
Plato recomendado: arroz frito con escabeche. INCREÍBLE.

Un excelente restaurante de comida japonesa occidentalizada. Situado a la espalda de El Corte Inglés de Nervión, rodeado de otros bares, es una buena opción para comer rico y relativamente barato. El servicio es muy bueno, con camareras muy atentad y cordiales. El sushi es fresco, nada congelado. Aunque el arroz está un poco azucarado para mi gusto, el combo resulta una opción ideal para probar todas las especialidades, sobre todo la anguila, que la hacen muy bien. Muy recomendable pedir la tempura mixta de verdura y langostinos junto con las gyozas. Muy bien cocinadas. El teppanyaki y edamame están bastante bien. Eso sí, del edamame comeros sólo el fruto, no la piel ;) (la camarera nos explicó amablemente cómo se comía correctamente cada cosa).
El baño, situado en el sótano, estaba limpio y bien provisto de todo lo que debe tener unos aseos públicos.
El precio, para la calidad y presentación de los platos, es relativamente más barato que otros rest. orientales con la misma o inferior calidad.
La carta ofrece más entrantes que otros rest. japoneses pero sin llegar a agobiar por una carta demasiado larga. En mi opinión está bastante equilibrada. Ah! probad como postre el ‘helado frito’. No os arrepenteréis si os queda espacio en el estómago después de la comida.

Por pura casualidad fuimos a dar con este restaurante de comida japonesa regentado por chinos. Es un local pequeño, coqueto y cuidado que se encuentra a las espaldas de El Corte Inglés de Nervión, muy cerca del Ramón Sánchez-​Pizjuán.
Al principio parece más un bar de tapas que un restaurante, especialmente por los veladores con los que cuenta en su exterior, pero luego dentro la sensación cambia por completo y se ve mucho más cuidado. El local es chico, pero está bien climatizado y ambientado, con un trato muy cuidado por parte de las camareras.
En cuanto a la comida, no es el mejor sushi que he probado en Sevilla pero está bastante mejor que otros restaurantes más caros y reconocidos en la ciudad. Tuve la oportunidad de pedir una bandeja de catorce piezas de maki y nigiri bastante sabroso y con muy buena presentación. Cenamos dos por menos de 20 € y salimos satisfechos.

Me sorprendió muchísimo este lugar, ya que nunca había visto este restaurante asiático en el barrio de Nervión.
La carta es bastante variada, aunque la mejor oferta es el combo, con los que puedes probar las variedades más comunes de sushi y maki a buen precio, siempre que vayas con acompañante.
El sabor era bastante bueno, sobre todo teniendo en cuenta el precio, que puede estar entre los «medios» de Sevilla.
También tienen comida para llevar, algo bastante cómodo, aunque con una carta diferente a la que puedes ver dentro (se adaptan a lo que les digas).
El espacio no era demasiado grande (lo justo), aunque tiene terraza fuera que es el espacio que parecía atraer más a la gente de noche.
Por cierto, la cerveza de barril era Cruzcampo, aunque también había otras variedades, como la Sapporo.