He nacido en el Tiro de Linea y tengo más años que el Mercado. Además de buenos productos de carne, pescado y frutas, como dice Beatriz, yo tengo los míos de cabecera, han colaborado muchísimo con la Hermandad del Barrio en ayudas sociales. Hay dos bares dentro de la plaza, sobre todo el Mijitas, que se forman unas tertulias de una profundidad que ni los filósofos de la Grecia Antigua lo superarían. Recomendable 100%. Un saludo
Celeste G.
Tu valoración: 4 Sevilla
A mi me gusta mucho comprar en los mercados, y este es uno de mis favoritos. Comprando en el mercado te aseguras de llevar a casa productos frescos, y si encima tomas confianza con el tendero, siempre estará ahí dispuesto a darte lo mejor que tenga y cualquier consejo o ayuda que necesites. En el Mercado del Tiro de Línea hay fruterías, carnicerías, pescadería, tienda de fiambres y embutidos, panadería, un bar, una tienda de ropa… y lo que más llamó mi atención es que también hay una consulta de podología. ¡Hay de todo! Todos los puestos ofrecen mucha calidad así que puedes venir tranquilo a comprar, porque sabes que te llevarás a casa buenos productos, y además comiendo alimentos frescos, te llenas de salud, y si son de temporada te puedes ahorrar algo. Si lo tuyo son los mercado, el del Tiro de Línea ¡te espera!
Laura S.
Tu valoración: 4 Sevilla
Mucho antes de que nos mudáramos el Tiro de Línea, ya conocíamos el mercado de abastos de este barrio. Cosas de la vida, hemos terminado aquí, tras años de historias que tenían lugar justo aquí. El padre de Pablo tenía una frutería en el mercado, y Pablo iba los fines de semana a echarle una mano, junto con su hermano. Todos los fines de semana, cuando nos veíamos, tenía una historia que contar, con sus personajes reales, sus broncas entre tenderos. Estos personajes pasaron a nuestro colectivo imaginario como grupo de amigos, formaban parte de los archivos que iban surgiendo y se alimentaban de las anécdotas que nos iba relatando Pablo. Entonces, tras años de historietas, nos mudamos al Tiro de Línea, y no nos había dado tiempo a instalarnos cuando recibimos la visita de nuestro amigo chileno Pedro. Si quería ver algo auténtico en Sevilla le iba a enseñar el mercado del barrio, que yo misma conocía, más de oídas que de otra cosa. Recorrimos los puestos, mientras yo le iba poniendo en situación con algunas historias míticas de Pablo, y él iba más atento a ver si compraba jamón. Fueron dos puestos los que nos conquistaron en ese momento y para siempre, el puesto donde Samaniego vende paquetes de jamón ya cortado, y el puesto de comida casera, que hace una gazpacho para llevar increíble, de los de verdad casero, muy socorrido para cuando te sobreviene la pereza en días de calor.
Lucía V.
Tu valoración: 3 Sevilla
Ayer fui por primera vez a este mercado del que es mi nuevo barrio en el que, aunque me sienta igual de exiliada que en Vladivostok, tengo que ir conociendo sus rincones, porque digo yo que algo tendrá que me cure la nostalgia del centro. Puesta a ello, me acerqué a comprar al gran recinto del mercado. En un primer vistazo, me pareció un poco desangelado, la verdad, no sé si es que proyecto mi desolación o es que el lugar, con muchos huecos y puestos vacíos, no tiene la vidilla y el movimiento que podría. Obviamente, encuentras fruterías, algunas de ellas con muy buen aspecto, carnicerías, pescaderías(no muchas) y algunas tiendencitas más. Vi un puesto dedicado exclusivamente a vinos, otra especie de abacería con productos serranos, un bazar, una tienda de ropa de señora y un bar, que parecía lo más animado del lugar. También me llamó la atención un puesto de comida preparada cuyos platos tenían bastante buena pinta. Ya en la pescadería, al pedir al dependiente que me pusiera el pescado en papel en lugar de esas bandejas de corcho blanco que son tan contaminantes, establecimos una animada conversación, él, la señora que iba detrás mía y una servidora, sobre el tema del reciclado y cómo aunque una quiera y haga el esfuerzo de separar la basura, no existe infraestructura(plantas de reciclaje) ni contenedores(en el centro los han quitado) suficientes para separar. El pescadero decía que a él las bandejas le costaban un pastón y prefería el papel, pero como eso era lo que mandaba ahora… En fin, con este poco de conversación-arregla el mundo me fui más animada a casa. Seguro que el Tiro tiene tirón…
IÑIGO j.
Tu valoración: 4 Sevilla
Tenía un amigo en el barrio cuyo padre era filósofo, profesor de universidad, por lo que podía disfrutar de mucho tiempo libre. Era un hombre particular, se pasaba los días enteros leyendo encerrado en su biblioteca, y eso se traducía en su carácter hosco y antipático. En el fondo yo estaba seguro que era una buena persona. No contemplo que una persona mala pueda cocinar y tratar con tanto tacto los alimentos como el lo hacía. Le gustaba comprar género de primera calidad, principalmente pescados. El fue quien me recomendó comprar en este mercado. Las instalaciones son un poco feas por fuera. Es cierto que no está tan ambientado como lo estaba hace unos años, han abierto multitud de supermercados alrededor que le han restado clientela, pero conserva el color de la gente de barrio. No soy un asiduo, ya el mercado que me coge mas cerca es el de la Puerta de la Carne, pero siempre que he ido me ha parecido que tenían buenos precios y una calidad alta. Muy recomendable