Mercado de Triana

Para mi el Mercado de Triana es un lugar único en la ciudad. Soy muy amante de los mercados, porque se respira un aire diferente que todos deberían conocer.
Aquí encontrarás un sinfín de puestos atractivos en los que poder comprar cualquier cosa que se te ocurra. Pastelería artesana, platos preparados, verduras, pescado, carne, quesos, ibéricos… Y además, algunos bares que tienen una propuesta gastronómica muy atractiva.
Yo pienso que al mercado hay que ir, porque comprando carne, pescado y verdura fresca, compras años de salud y una buena alimentación. Eso siempre se dice, ¡nada como comer en casa! Además, los mercados son los sitios idóneos para encontrarlo todo junto sin tener que dar muchas vueltas.
Pero el Mercado de Triana es especial porque el entorno lo hace único. Cuando vengas, tienes que pasear obligadamente por sus calles aledañas, mirar, sorprenderte y además, recorrer el puente. Será una experiencia que siempre querrás repetir.

Justo a la entrada de esa República Independiente que es Triana, pasando el Puente que ha dado letra a tantas Sevillanas, junto a la plaza del Altozano y antes de entrar en Asunción, encontramos un mercado que me genera sensaciones contradictorias.
Por un lado, todo lo que sea buscar algo de innovación y diversidad en la oferta en una ciudad tan inmovilista como Sevilla me parece una buena idea y por tanto tiendo a apoyarlas en la medida de mis posibilidades.
Por otro lado, a veces, estas ideas pasan de innovadoras a reiterativas o innecesarias, y creo que en parte, es lo que le ocurre al mercado de Triana.
Un mercado donde recuerdo hace años haber ido a comprar y del que ahora, poco queda, un mercado que cumplía una función en el barrio, y que ahora se ha convertido en otro gatromercado más al rebufo de tantos otros que salen como setas en toda la geografía nacional.
No obstante todo esto, no significa que el mercado esté mal, tiene un par de bares con una oferta gastronómica interesante, una buena cervecería artesanal, tiene un punto histórico y aun conserva algunos (pocos) de sus comercios tradicionales, lo cual hacen de él una visita casi obligada a cualquiera que pase por Triana, y en especial, si eres de fuera, para ver concentrada parte de la idiosincrasia trianera.

El mercado de Triana es uno de los más apetecibles de toda Sevilla junto a el de la Encarnación. Por un lado tenemos una cantidad de puestos bastante grandes. Fruterías, recovas y pescaderías de toda la vida se entremezclan con otros de especias, de pasta artesanal o de aceitunas. Vamos, que te puedes ir de ahí con una cesta de la compra en condiciones y con productos de muchísima calidad.
A esto hay que sumar que dentro del mercado hay una amplia oferta de restauración como para echar un buen rato sin necesidad de comprar nada y consumirlo todo antes de irte.
En resumidas cuentas el mercado de Triana está de lujo quieras lo que quieras, llevártelo puesto o no. Además goza de una situación inmejorable como es el Castillo de San Jorge en la Plaza del Altozano, un lujo a orillas del Guadalquivir.
Como nota negativa decir que no permiten el acceso a usuarios con biciletas pero tampoco es que ofrezcan alternativa alguna para dejarlas.

Estuvimos por aqui cuando organizaron el oktoberfest, pedimos una pinta de Paulaner y fuimos a tapear en el mercado. Si que es verdad que hay mucha variedad de quioscos y productos y el sitio en general esta bien cuidado en todos los sentidos, pero los quioscos son bastante caros, por una pequeña tapa te cobran mas de 3 euros y te quedas con hambre, creo que deberian bajar los precios, sobre todo porque hay bares cerca donde no se come mal y estan mas baratos. Los altos precios son el lastre de este bonito sitio.

No suelo puntuar tan bajo los negocios, a no ser que tenga una buena razón. En este caso le doy solo dos estrellas al Mercado de Triana por perder su identidad y su función.
Muy a menudo el ansia por ser diferentes al resto, cosa que no se debería identificar con la envidia, hace que todo valga, y dentro de un mercado encontramos unas supuestas ruinas históricas, tiendas de cerámica y hasta un teatro!!!
Uno de los valores y señas de identidad de este arrabal, perteneciente a Sevilla y no independiente, manqué les piqué, es ese ombliguismo, por ende tan sevillano además. Y es por esto que todo vale en Triana y por eso es la mejor?
Si queréis ver ruinas más interesantes que un lienzo de muro de 500 años id al también mercado de la Encarnación donde encontrareis ruinas romanas que se remontan hasta el periodo tartesico.
Para el teatro os recomiendo cualquier otro que no huela a pescado.
Y si buscas autenticidad, ve al Mercado de Calle Feria, no en vano, es el más antiguo de los de Sevilla, y cuentan con actividades gastronómicas en lo que se conoce como lonja de Feria, más propias de un mercado de abastos.
Para lo único que recomendaría ir al Mercado de Triana, es para dejarse ver comiendo ostras. Cosa que es otro de los hobbies a este lado del rio, dejarse ver o como dirían los fiorentinos ‘fare la bella figura’

La verdad es que me decepcionó este mercado, pensaba encontrarme algo parecido al mercado de San Miguel en Madrid y en lo que si se parece es en los precios, bastante altos pero luego no hay tanta variedad como en aquel. Las bebidas son muy caras, un simple tinto de verano 2,5 € con casera sin gas y luego las tapas minimalistas y muy caras. Para mí es un sitio para tomar algo y poco más no para ir a almorzar o cenar a no ser que seas de las personas que con un pincho de algo ya van servidas.

Un mercado muy completo y agradable.
Las fruterías son lo mejor de este mercado, en donde abunda la variedad y calidad.
Lo más destacable y lo que más me ha sorprendido de este mercado es que abajo está situado el Castillo de San Jorge, unas ruinas muy bien recuperadas recientemente y que se pueden visitar gratuitamente. Creo que esta zona cultural no es conocida por los sevillanos y es una pena porque está bastante interesante.
Recomiendo a todo el que se pase por este mercado bajar a visitar el Castillo de San Jorge, porque merece la pena.

probably the reason to stop by this place is in coming to see the triana porcelain or tile shops surrounding this place. market connected to old castle ruins. cooking classes inside here– a functional market to buy cooking ingredients

Si os gusta la comida fresca y tradicional a buen precio, no lo dudéis.
Yo no había ido nunca y la verdad es que me sorprendió mucho. Mis padres me llevaron al puesto «Pescadería Loly» donde encontraréis pescado y marisco de la mejor calidad.
Nosotros, por supuesto, fuimos a comer. Reservamos mesa y encargamos un arroz de bogavante que «quitaba el sentío». Si no habéis encargado vuestro arroz previamente, que sepáis que todos los días al mediodía hacen. Pero más allá del arroz del día ellos también hacen por encargo el arroz de bogavante, arroz negro, arroz ibérico, de verduras y muchos más.
Otro manjar por el que este puesto es famoso son sus deliciosas hamburguesas de ventresca de atún. Nosotros tomamos pulpo, zamburiñas, langostinos a la plancha y el arroz con bogavante para 5 personas con refrescos, cervezas y vino y todo nos salió por unos 85 €. Tirado de precio. Os lo recomiendo encarecidamente. Yo volveré.

Un lugar estupendo para ir cualquier dia de la semana, además han abierto muchos bares con personalidad donde igual te comes unas ostras como una hamburguesa de canguro. También hay un zapatero que lo arregla todo estupendamente además de afilarte los cuchillos mientras haces tu la compra. El pescado es fresco y las fruterías tienen mucha calidad y variedad

Love this market, built on the site of an ancient castle, I believe, and you can still see the old wall at the C/​Castilla end.
A great place for fruit, vegetables, cheese, and to have your morning café churros with the locals, under the taxidermy bull heads.

#LunesDeReseña
Hacía tiempo que tenía pensado escribir una reseña sobre este lugar tan mágico y creo que este lunes de reseña es tan buen momento como cualquier otro. Nos encontramos ante uno de los lugares más emblemáticos de Triana, esencia pura de un barrio que rinde tributo a su mercado como pocos. Situado en pleno Puente de Isabel II más conocido como Puente de Triana (Puente de barcas para los más añejos) tiene su entrada a través del citado puente y también por las Calles San Jorge y Castilla.
Aún recuerdo cuando de pequeño paseaba por las calles del antiguo mercado situado en Pagés del Corro, lo cierto es que en su ubicación actual gana bastante custodiado por la Capillita del Carmen y el Castillo de San Jorge, aunando a la perfección tradición y modernidad.
Siempre ha sido un lugar de culto para los trianeros, quizá la zona más marinera de la Sevilla sin mar. En su interior es posible encontrar casi cualquier género, famoso por su fresco pescado y sus extraordinarias frutas y verduras. De un tiempo a esta parte los puestos del mercado han cedido el protagonismo a unos pequeños bares que luchan por hacerse un hueco en la gastronomía sevillana, es posible encontrar una ostrería que a su vez tiene un sushi exquisito, o un espacio casero de pasta fresca que comparte terreno con otros negocios más tradicionales.
Adaptado perfectamente para personas con movilidad reducida dispone hasta de una pequeña biblioteca itinerante para compartir tus libros. Es sin duda un lugar mágico por descubrir, os recomiendo que paseeis entre sus puestos mientras contemplais bajo vuestros pies las ruinas del Castillo de San Jorge a través de un suelo acristalado.
100% recomendable!

Para mi gusto, el mejor mercado de Sevilla. Quizás no porque tenga una enorme variedad de puestos o porque éstos sean especiales en comparación con los de otros mercados, sino más bien por el ambiente que se respira aquí, que deja entrever mucho de la historia y la tradición de este barrio único en la ciudad.
El Mercado de Triana rebosa de vida cada mañana, y entre sus puestos de carnes y pescados, chacinas y quesos, especias, frutas y verduras encontrarás también alguna delicia más, sobre todo en forma de abacerías, bares, cafeterías y vinerías en las que podrás disfrutar in situ de productos únicos y excelentes. ¿Un ejemplo? La fantástica Ostrería del Mercado (
), con una interesantísima variedad de ostras y sushi. ¿Que quieres además catar alguna cerveza artesanal de la tierra? También tendrás la oportunidad de hacerlo por aquí.
Lo más bonito del Mercado de Triana es su ambiente y su historia, enraizada en la propia ciudad y que es visible desde que entras en él, ya que está «encasquetado» en el antiguo Castillo de San Jorge. Sin duda, un sitio para visitar, incluso aunque no tengas pensado comprar nada. Algo que, por otro lado, te terminará siendo difícil debido al buen producto y a cómo se muestra en este lugar único de la ciudad de Sevilla.
Imprescindible.

Lo confieso. soy una verdadera adicta a lo mercados y más aún a los que tienen puestos donde comer en su interior.
Este mercado, situado junto al puente de Triana está normalmente lleno de gente por las mañanas que van a hacer sus compras para la comida y a mediodía para tomar una cerveza con una tapa. Entre los puestos encontrarás lo habitual (frutas, verduras, carnes, pescados…) y otros menos habituales como un puesto donde venden cervezas andaluzas y otro con bollería francesa (si no lo han cerrado ya).
Buena opción para el mediodía con los amigos, aunque a veces el olor a pescado es demasiado penetrante.

Estupendo mercado justo a los pies del puente de Triana. Encontrarás puestos de todo tipo con buenísima calidad y unos trabajadores muy simpáticos. Soy asidua y me encanta!

La verdad es que los mercados en general me gustan porque suelen tener unos productos muchos má naturales y frescos que los supermercados. El de Triana no podía ser menos.
El edificio no tiene especial encanto y es más bien tirando a feote, pero los puestos estád muy bien. Como en cualquier mercado, hayde todo: unos puestos de frutas y verduras estupendos, carnicerías, pescaderías… Como el edificio es relativamente nuevo, tiene todo pinta de limpio, cosa que se agradece en un mercado. Al encanto normal de un mercado hay que añadirle el plus que da Triana en cuanto a autenticidad y se disfruta mucho tanto con los que atienden los puestos como con las señoras del barrio.
Entre los puestos destaca el de la famosa Pepi la cabrillera, uno que tiene unas hamburguesas de toro riquísimas y bien gordas, de manera que te pueden quedar crujientitas por fuera y jugosas por dentro y la reciente ostrería, con un sushi magnífico. Este último se suma a los otros bares en los que puedes comer productos tan frescos como los que hay en los puestos.

El Mercado de Triana desde su transformación es uno de mis favoritos, y aunque no vivo por la zona, cada vez que puedo me paso a dar un paseo.
La última vez que lo visité fue con mi amigo Eloy, estábamos buscando una freiduría por allí dentro pero fue inútil no hay freidurías allí, lo que si hicimos fue sentarnos en la cafetería a tomarnos algo mientras descansábamos un poco y nos comíamos unos ricos arándanos que Eloy había comprado unos puestos más atrás.
Él se tomó un café y yo un refresco. Nos atendieron muy rápido y recuerdo que fue barato. Se está muy agusto en la cafetería del Mercado de Triana, la temperatura es ideal, ni frío ni calor y al mismo tiempo te da la impresión de estar al aire libre.
Además es chulísima, ocupa un puesto del mercado y tiene unos azulejos antiguos que me encantan. Nos hicimos unas fotos buenísimas allí.

Si vas al mercado de Triana, pararse a desayunar en esta cafeteria puede ser una buena opción.
Esta justo al lado de lo que quedan de las ruinas del castillo de san Jorge. Y aunque en si no es que sea demasiado bonito por un momento puedes evadirte y pensar que no estas en un mercado.
El servicio es muy rápido y con alegría, el café esta puesto en treinta segundos y la tostada también. Mucha gente de los puestos para tomarse un cafelito rápido.
De precio es muy barato. Y lo dicho si estas de compras y te apetece un café no tienes porque salir fuera.

Solo he tenido la ocasión de venir una vez, y fue un poco como. ¡Vamos rápido que tenemos mucha prisa!
Iba a las rebajas con mi hermana Elena. Lo que pasa es que a ella se le antojó comprar un par de cosas en «El Alfredo», uno de los puestecitos del mercado a los que vamos desde toda la vida. No habíamos desayunado ninguna de las dos. y visitar las tiendas en las rebajas con el estómago vacío. no es compatible. Como esta cafetería esta justo al lado, mientras una esperaba otra pedía.
— Una entera de mantequilla y jamón york. Y si puede partirla por la mitad mejor.
Fue todo justo, terminar en la tiendecita de al lado, recibir nuestra tostada, pagar y salir corriendo. Allá íbamos las dos por el puente de Triana, disfrutando de nuestra mitad de tostada y pensando en nuestras futuras compritas… Y además, con una bolsa con chacina en el bolso, que al final… llegó casi vacía a su destino ;)

En este mercado se encuentran los trianeros de las distintas partes del barrio. Hay gente que recorre toda la calle San Jacinto con su carro para comprar aquí, e incluso algunos que dejan el de San Gonzalo detrás (que es bastante más pequeñito).
Con apariencia reformada pero espíritu de barrio, en este mercado se puede comprar todo lo correspondiente (fruta, carne, pescado, verdura, legumbres, encurtidos, unos dulces riquísimos que hay en uno de los puestos…) y algunas cosas más.
Una vez la «lié parda» en ese mercado con una amiga de la facultad. Teníamos que grabar una noticia con entradillas y salidillas para una asignatura y allá que nos fuimos a preguntar por el precio de la fruta.
Al cabo de media hora, casi todo el mercado estaba pendiente de las niñas de la cámara.
Todos los tenderos se portaron genial y nos atendieron con la paciencia que requieren dos principiantes en el mundo del periodismo.

Cómo me gusta ir al mercado de Triana los Sábados por la mañana. La verdad es que ya no me acuerdo de cómo estaba antes de la reforma… pero si no me acuerdo será porque ahora está muy bien ;).
Si no tienes más remedio que pillar el coche para ir, el aparcamiento subterráneo te viene muy bien para aparcar, pero si decides ir un día un poco especial, como antes de la comida de navidad (algo bastante típico) lo mismo te puedes encontrar que no haya sitio, porque la verdad es que no es muy grande.
Lo ideal es darte el paseíto, para poder revisar todo el género con tranquilidad. Tengo fichado dos o tres puestos que son de lo mejorcito, cada uno en su género.
«Pal pescaíto» me gusta mucho el que está el último de la última calle, donde te atiende una señora rellenita, muy simpática por cierto, que casi siempre tiene el género con la mejor relación calidad/​precio.
«Pa la carne», especialmente cuando me apetece comprar buenas carne para barbacoa, me encanta uno que está frente a una frutería muy grande. Se puede reconocer fácilmente porque es el único que vende carne de toro y tiene un cartel grande que dice: «NOVILLO». Las hamburguesas de novillo son increíbles. Se compran por peso, muy baratitas (6 ó 7 euros el kilo) Por menos de 7 euros te llevas para casa 4 súper hamburguesas de más de 3 cm de grosor cada una. ¡Qué ricas que están!
«Pa la fruta y to lo verde», mi favorito es un puesto muy grande, probablemente el más grande del mercado, que está justo al lado de las rampas eléctricas que suben del aparcamiento. Es un puesto familiar (lo trabaja la abuela, el abuelo, el hijo, la nuera, el cuñao…) y te atienden muy pero que muy bien. Ni que decir que el género es de primera.
¡Ah, se me olvidaba! Sería un crimen no mencionar el puesto de cabrillas y caracoles donde siempre hay una señora muy mayor… mi hijo se queda hipnotizado viéndolos tranquilos y pausados pasear.
Ya casi es sábado ¿no?