Maquila

Si eres un amante de la cerveza y quieres descubrir si hay vida más allá de la cruzcampo, debes visitar este sitio. Ofrece cervezas artesanales que, aunque estés acostumbrado a probar cervezas nuevas, no dejan de sorprenderte.
Cuando iba por la cuarta (todas distintas) me sobrevino una epifanía: los sabores que pueden tener las cervezas son infinitos. Decir «no me gusta la cerveza» es como decir… qué sé yo… «no me gusta la comida». Habrá comidas que te gusten más y otras menos, pues con la cerveza pasa lo mismo. Lo que pasa es que en esta ciudad para muchos cerveza es sinónimo de cruzcampo (y estrella de galicia si me apuras). En Maquila te demostrarán que eso no es así.
Empecé con una Son (la marca de ellos) tipo pilsen, servida en botellín, muy rica, aunque con el calor que hacía se echaba de menos que estuviera un poco más fresquita. La Son de trigo fina y refrescante, buena. La Son Mayo está bastante fuerte de sabor, una cerveza que supone un desafío. La Son Naya es ligera y está muy buena. Disculpen ustedes la pobreza de mis adjetivos y descripciones pero llegados a este punto de la crítica, que escribo casi en tiempo real, mi locuacidad y lucidez se encuentran muy comprometidos a causa de la graduación media de la oferta cervecera (entre 6 y 8 grados).
Pasemos a la comida. Bueno… Qué tapas! La carta es corta, pero ¡para qué más si todo está bueno y no te va a caber? Empiezo por lo que menos me gustó, las bravas maquila. Y me gustaron mucho! Así que el resto… Las empanadillas criollas excelentes, el costillar de cerdo fabuloso, las alitas japo estaban increíbles, pero señores, ese pollo crujiente con mahonesa de tandori (tengo que ir a la India a visitar el pueblo ese), estaba para repetir y repetir hasta que hables el hindi.
Una maravilla todo, incluyendo el servicio, rápido, amable, muy profesional y asombrosamente docto en ciencia cervecera. ¿Qué podría echar en falta en este sitio? Que tuviera terraza exterior y que fuera más grande, pero por lo demás, el diez se queda corto. Ve, no te arrepentirás. Pero ve pronto que se llena!

Por fin y tras varios intentos pude conocer el Gastrobar Maquila. Tengo que reconocer que me impresiono mas de lo que me esperaba llamandome la atencion sus cervezas artesanas. La elaboracion de sus platos de una calidad bastante aceptable. El personal amable y atento en todo momento aconsejandote ante cualquier duda que te pueda surgir. El local no es muy amplio pero lo tienen muy bien aprovechado. Calidad-​precio desde mi punto de vista corresponde. Lo recomiendo sin duda alguna.

Simplemente redondo. Un menú pequeño que abarca todo tipo de platos y ya que nos estamos acostumbrando a un nuevo tipo de fusión aquí en Sevilla, esta cocina satisface a todo tipo de curiosidades. Sin duda volveré!

Es como un sastre porque te sirven a medida. No teníamos muy claro que pedir, nos preguntaron que nos apetecía y la sugerencia dio en el clavo. Mini hamburguesas exquisitas, patatas bravas y una cerveza artesanal, la hacen allí, exquisita.

Des tapas très recherchés et savoureux!
Bonne carte de bière
Personnel très accueillant même si nous né parlions par l’espagnol.

Cervezas artesanas y de importación, y una cocina para chuparse los dedos.
De estos sitios que tienes que evitar pasar por delante, porque como lo veas, caes.
Recomiendo el mollete de costillas, y las alas de pollo con noodles.

Uno de los sitios que más frecuento últimamente, por las tapas y por la cerveza!
Es el primer sitio de cervezas artesanas del que tuve conocimiento y desde la primera vez que fui, justo cuando lo abrieron, hasta ahora, he ido muchas veces porque la comida está muy buena, las cervezas también, y tiene una buena relación calidad-​precio.
Cervezas de grifo como la Mayo o la Jane Doe, ya merecen una visita. Y ya que estás allí, unas bravas y cualquiera de sus bocadillos son una buena elección. Las cervezas van cambiando, y las tapas de la pizarra también.
El local es agradable pero pequeño, así que es mejor para grupos reducidos.

Sitio con buen ambiente y agradable para tapear. Cocina abierta y el principal atractivo es la cerveza de elaboración propia. Tapas «modernillas» y con poca variedad, pero suficientes para complementar la degustacion de cervezas.
Atención deficiente y le falta algo de «Vida» al local. Tomamos patatas bravas y pollo empanado. Para un tapeo con cerveza distinta, no esta mal.

¡Y yo que pensaba que ya tendría más que comentado este lugar! Maquila se ha metido en nuestros paladares muy rápidamente con dos claves: esquisiteces en su carta y cervezas artesanas de todo tipo.
Las cervezas artesanas van variando y disponen de varias a elegir entre grifos y botellas. Ellos mismos son fabricantes de la cerveza Son, pero traen cervezas de todos lados y de diferente tipo, por lo que puede satisfacer a cualquier tipo de bebedor de cerveza, hasta a los más exquisitos.
Pero Maquila no es un sitio más de cerveza artesana, también tiene una cocina que le da carácter al local. Desde sus fuera de carta a sus platos y tapas habituales, todos tenemos un preferido en Maquila.
Algunas veces, he probado cosas que me han encantado y, al volver a pedirlo, ya no estaba tan rico. Imagino que dependerá del día o la afluencia. Pero por lo general tienen tapas y platos más que recomendables, como el perrito :)
El espacio no es del todo grande, pero siempre que he ido he encontrado un hueco. Tienen mesas altas, ideales para picar y charlar con un grupo de amigos, solo o en pareja.
Los precios, además, son bastante asequibles, partiendo de que el coste de la artesana suele ser más alto.
¡Que aproveche!

Cuando el sitio, la comida, la bebida y la experiencia son de diez, las cinco estrellas no las quita nadie, y Maquila se las merece.
Es el sitio perfecto para empezar una ronda por la Alameda. A pesar de no ser muy amplio en su interior, el espacio del que disponen está bien aprovechado: a un lado la barra tras la que sucede la magia y al otro mesas y taburetes altos, pero con espacio suficiente entre uno y otro. Al fondo, más magia, pues si por algo se caracteriza Maquila es por elaborar su propia cerveza, cuya fábrica puedes ver al final del local.
La atención de los camareros es excelente y uno de los principales motivos por los que mi experiencia con este local ha sido siempre genial. Te aconsejan en función de lo que les pidas que quieres probar, responden a todas tus preguntas y explican lo que sea necesario. Incluso si no tienes mucha idea del tema de cervezas (o sobre todo si no la tienes) una conversación con cualquiera de los trabajadores te dejará satisfecho y con un par de cervezas por probar. La comida, increíble. Tapas con suficiente cantidad y raciones abundantes, todo lleno de sabor y para rebañar (aunque no lo hicimos eh).
Mis favoritos fueron la cerveza Leyenda, las alitas estilo japonés con unos noodles buenísimos y el Perrito Cervecero… Pero cambian las tapas cada cierto tiempo así que espero volver a seguir ampliando la lista.

Tenía ganas de ir al Maquila porque me habían hablado muy bien, incluso en Ronda me estuvieron comentando cosas del local.
Tener cinco tiradores en un local donde la estrella es la cerveza artesana es un punto. La carta de cervezas tiene una pinta estupenda, entre ellas algunas de elaboración propia, pero hay que repetir para opinar con suficiente criterio.
Lo mejor es que, hasta ahora he visto varios locales especializados en cervezas artesanas con ninguna o muy escasa opción para acompañar el líquido elemento, puedes comer y beber a la par; eso sí, no esperes nada ligerito, la oferta es contundente. Y me pusieron de comer pasadas las 16:00h.; otro punto a favor.
Y el espacio no agobia, tiene suficiente amplitud para sentirte cómodo, que es algo que no todas las cervecerías pueden decir.
Sin duda, volveré.

El Maquila se ha convertido en uno de los bares de referencia de la zona de la Alameda, con total merecimiento.
En una época en la que las cervezas artesanas ganan terreno y las tapas han ganado en calidad abrumadora, el Maquila consigue combinar ambas artes a la perfección y más aún cuando un bar además fabrica su propia cerveza.
El bar está situado en una zona de no demasiado tránsito pero que destaca desde fuera por su gran cartel y la carta de comida escrita a gran tamaño, algo que se agradece porque cada cierto tiempo cambian sus tapas, además de manera muy acertada.
En el interior puedes comprobar que hacia el fondo se divisan los grandes tanques donde, como dije antes, elaboran su propia cerveza de nombre Son y que sabe muy bien. Además siempre disponen de otras cervezas que, como sus tapas, cambian cada cierto tiempo.
En mi última visita con unos amigos Unilocalers probamos el Perrito Cervecero que para compartir entre 3 o 4 está genial y cunde muchísimo, además que está de 10. También probamos la que nos parece la mejor tapa del Maquila, la Carrillada de Buey, que tiene un sabor ¡¡INCREIBLE!
El servicio es muy rápido, amable, atento y muy educado al cual es recomendable pedir siempre consejo tanto a la hora de pedir de comer como para pedir alguna de las cervezas que, como puede ser normal, no se conocen.
Si estás por la Alameda y no sabes donde sorprender a tus amigos, ¡este es tu sitio!

El mejor brewpub de Sevilla, cuenta con microcerveceria propia y cocina con excelentes comidas!

After a week of plain beer at several of Spains tapas places we bumped into this place on our way to the less frequently visited areas of Sevilla. The assortment of beer was spanning from all sorts of home-​brewed (IPAs, Saison …) to imported Belgian style 75cl bottles. I would rate the tapas as very good and you could really watch the chef putting his heart into making them.
The plan was to take one beer and head on but we ended up staying all night and trying the almost everything on tap.
Next time I’m hoping for a wider selection of beer. Because I’m sure they will definitively get there, it’s going to be a 5 next time. So far this has been the best Gastropub in Spain. Keep on the good work.

Puedo decir abiertamente y sin dudas que, a día de hoy, éste es mi sitio preferido para ir a cenar.
Es un local que antes de ser bar fue fábrica de cerveza, concretamente la cerveza artesanal SON, por lo que siempre tienen una amplia oferta de cervezas artesanales y no artesanales. Puedes ver desde una amplia cristalera la zona de la fábrica y los grifos de cerveza salen directamente desde una de las paredes del bar.
Hablemos de la comida, soy muy asidua a este lugar y de momento puedo afirmar que nada de lo que haya probado no haya estado a la altura, es increíble lo sabrosos que son todos sus platos. Muchos tienen combinaciones que al leerlas te parecen imposibles, pero luego los pruebas y todo fluye. De entre mis favoritos están el arroz marismeño con setas y pato, las bravas, las lagrimitas de pollo rebozadas con panko y mayonesa tandoori, la corvinata en tempura con salsa de mojo de hierbas… Y en cuanto a los postres, sólo he probado de momento la tarta de queso, que está riquísima y el toque cítrico que le da la lima es delicioso.
El precio viene a ser como el de cualquier gastrobar, salvo que aquí cuando terminas de comer lo pagas con gusto porque seguro que sales satisfecho.
La única pega que le veo es que fuera no tienen espacio para poner taburetes ni mesas, por lo que si quieres comer en la calle tendrás que estar de pie.
Los camareros son un amor y siempre están más que dispuestos a recomendarte tanto bebida como comida y al equipo de cocina yo lo quiero en mi casa, haciéndome el almuerzo todos los días.

Descubrí este sitio por casualidad un día que pase por la zona, pero no fue hasta pasado un tiempo cuando me decidí a entrar. Escuche a varios amigos hablar muy bien del sitio, y automáticamente lo puse en mi lista.
Hoy por hoy he ido en varias ocaciones y cada día descubro y pruebo algo nuevo, ya sea bebida o comida.
En Maquila elaboran su propia cerveza y además la hacen en ese mismo local. Si os fijáis, en el fondo del local vereis una cristalera, a través de la cual podréis ver todo el tinglado que tienen montado para elaborar la cerveza Son, de esta marca tienen 4 tiradores permanentes y otros dos que utilizan para otras marcas de cervezas (creo que también artesanales) que ponen durante un tiempo y van cambiando.
Sobre la cocina, lo primero que se me vienen a la mente es la carrillada de buey, la cual probé recientemente y esta buenísima, es cierto que este plato a mi me encanta, pero cuando lo saben hacer bien, se nota, y aquí lo hacen muy bien. También he podido probar la hamburguesa BaconBauer y el San Jacobo que no recuerdo que nombre tenia y el cual no se si sigue en la carta, pero si que recuerdo que estaban buenísimos. Dani Torres cocina muy bien la verdad.
En definitiva, el sitio es agradable, aunque chico. La decoración es agradable, esta decorado en plan fábrica, por decir algo lo más similar posible, tiene mesas y sillas altas (las cuales para mi gusto, un poco incomodas) y la opción de estar de pie en la barra o en la zona de la ventana, azulejos blancos en la paredes y lo que comente anteriormente del ventanal donde poder ver la zona de elaboración de cervezas.
Os recomiendo que entréis y probéis.

Pues la primera toma de contacto, y digo la primera ya que no va a ser la última, fue magnífica. Tengo que decir de antemano que un local que tiene cinco variedades de artesanal de tirador ya tiene mucho ganado conmigo y si encima las tapas son unas excelentes acompañantes pues mejor que mejor.
Íbamos en grupo, así que pudimos probar gran parte de la carta. Las bravas originales y riquísimas, el crujiente de pollo, el mollete de costillas, la minihamburguesa, el revuelto de huevos con chorizo servido en copa de cocktail… Todo estaba buenísimo y muy bien elaborado y presentado.
El detalle de que ellos mismos elaboren la cerveza en el local es genial. Los camareros son atentos y como en este tipo de locales es habitual te recomiendan la cerveza dependiendo de tus gustos y de lo que quiereas en ese momento.
Si tengo que poner alguna pega… las sillas altas son algo incómodas y no es el mejor sitio para ir en grupo, aún así creo que el local por lo diferente de la idea y la calidad se merece las cinco estrellas.

Después de leer en una reseña de Josephine que la cocina de este local está en manos del chef que llevaba Zurrutraque, no podía menos que visitarlo ya que aquel local me encantaba.
Localización y ambiente
De decoración industrial, con azulejos blancos, madera y metal, el local cuanto con unas seis mesas de mediana altura para cuatro o cinco personas y una zona de barra. La cocina está abierta con lo que perfectamente puedes ver cómo se preparan todos los platos, todo un acierto. Puntuación 3.5.
Cocina
La carta se adapta perfectamente a la cerveza artesanal que sirven y está compuesta principalmente de platos de carne. Probamos numerosos platos y, aunque en general la experiencia fue buena, es cierto que no llegó al nivel de Zurrutraque, si bien son conceptos distintos.
Entre los platos debo destacar el ajoblanco con helado de reineta asada, estaba soberbio, así como la hamburguesa baconbauer, también muy rica si bien el pan puede mejorar. Las papas bravas, picantitas; el pollo crujiente, con un toque hindú; y el costillar de cerdo con cous cous estaban también buenos y acompañan perfecto con la cerveza. Asimismo probamos el huevo friki, que es un huevo frito con patata y chorizo pero reinterpretado, estaba bueno pero el sabor de la patata apenas se notaba y predominaba mucho el chorizo. Por último, el bacalao confitado, que estaba rico, con un acompañamiento de verduras al dente muy buenas, pero en el que el sabor del jugo de almejas no era lo intenso que me hubiera gustado.
En definitiva, no llega al nivel de otros sitios, pero sí es una cocina buena. Puntuación 4.0
Bebidas
Uno de los puntos destacables del local es que elaboran su propia cerveza artesana, con diferentes variedades de sabores bastante diversos, e incluso alguna externa. Probamos las seis que hay disponibles, y ciertamente es difícil destacar una sobre las demás. A título particular, la que menos me gustó es la Groll, cuyo sabor es demasiado débil, y las que más la Mayo, la Nara y sobre todo la Guineu.
Asimismo, para aquellos a los que nos les gusta la cerveza, también disponen de diversos vinos. Puntuación 4.5
Servicio
El servicio fue en tomo momento muy amable. Asimismo, el chef adaptó alguno de los platos para que fuera vegetariano, todo un detalle. Puntuación, 4.5
Precio
En cuanto al precio, algunos platos están bien de precio y otros quizás no tanto, van desde los 3,20 € a los 10 €. En cuanto a las cerveza, los precios oscilan de los 1,50 € a los 4,80 € dependiendo de la variedad y del tamaño. Puntuación, 3.5
En definitiva, un sitio diferente al combinar una cerveza artesanal de calidad con buena comida y a un precio aceptable. Puntuación global de 4.0.

Una gran opción si estás por la zona Alameda. Voy por partes, que me emociono:
La decoración es estupenda, sencilla pero elegante. No tiene muchas mesas, pero han sabido aprovechar las paredes y la barra para dejar algo más de sitio. El personal encantador, dejaos recomendar porque lo hacen bastante bien. El servicio muy bueno, agradable y rápido.
Si os gusta la cerveza casera aquí podéis degustar varias, las fabrican ellos mismos allí al lado, aunque no se ven las máquinas porque las instalaciones están separadas del restaurante.
Ahora sí que sí, redoble de tambores y… la comida: ¡E-​S-​P-​E-​C-​T-​A-​C-​U-​L-​A-​R!
Altamente recomendables la carrillada de buey, las costillas y las lagrimitas de pollo. Presentaciones cuidadas, texturas y sabores deliciosos… por favor, que alguien cree un evento y me lleve de nuevo allí :D
Precios, quizá para algunos es un poco caro, pero la relación calidad/​precio está bastante bien. Sólo he ido una vez, fuimos 5 personas y pedimos 5 platos y 2 rondas de bebidas, en total: 13 €/​persona.

La Alameda es mucho más que la propia plaza, sino que su influencia se extiende muy fuerte por las zonas aledañas. Ahí, en ese «extrarradio» se encuentra el Maquila, un templo de la cerveza artesana en pleno corazón de Sevilla.
Sus propietarios, los mismos de estupendo restaurante Los Palillos, compraron la marca de cerveza Son y abrieron aquí, donde antes había un Games Workshop, un brewpub donde fabricar, servir y vender la cerveza, además de poder comer realmente bien. El mérito de tan buena cocina es del chef Dani Torres; mientras que de la cerveza es de los originales cordobeses creadores de la Son.
Además de la estupenda cocina, lo que más me gusta es el tirador con seis grifos, de los cuales cuatro son de Son pero los otros dos son de cervezas amigas invitadas. Poder disfrutar de estar birras directamente desde el tirador y no en la botella le da un punto único y especial al bebercio en este local. Al comercio también es más que recomendable venir: carrillada de buey a la cerveza negra… brutal.

In keeping with our habit of not finding the killer local spot until our last night in town, we happened upon this lively gastropub near the Alameda on our last walk back to our cozy Airbnb… and hot damn I’m glad we did!
The cozy spot is a L-​shaped space with a mix of bar stools & small tables… we sat near the back to watch the chefs cooking up the seriously fantastic assortment of tapas.
The offerings are waaay beyond the run of the mill tapas… I highly recommend the empanadas, fried chicken & lightly battered bacalao (cod), but everything coming out of the small kitchen looked Ah-​mazing.
But I’m burying the lead here… these guys are brewing their own craft beer right on premise!
Pilsen, Saison, IPA, Wheat… all fresh & crafty.

Tenía ya ganas de visitar el Maquila y el pasado fin de semana nos aventuramos a adentrarnos en esta pequeña fábrica de cerveza, un brewpub en toda regla, en el que se elabora la cerveza artesanal «Son», de la mano del maestro cervecero Paco Lucena, acompañada de la cocina del chef Dani Torres, que ya conocía de otras incursiones gastronómicas en la ciudad (Zurrutraque, Roof…)
En primer lugar la cerveza, probé los tres tipos que elaboran allí y todas me gustaron, pero si tengo que quedarme con una sin duda esa es la «Mayo», que es más tipo cerveza belga de abadía que son las que más me gustan y está muy bien conseguida. Me resulto deliciosa.
En segundo lugar la cocina de Dani Torres adaptada a la condición cervecera del local. Me recordaba mucho a la cocina de los biergarten (jardines de cerveza) alemanes: bratwurst, costillas, patatas bravas… Todo muy bueno, contundente, pero apropiado para el acompañamiento de la cerveza.
La decoración del espacio es moderna pero sin el imperante estilo Ikea que tienen tantos otros locales, me pareció muy personal y con mucho gusto. Solo tengo que reprochar los baños, que me parecieron propios de prisión de Alcatraz… No sé si será temporal o es que precisamente han querido crear este efecto… algo que me resulta difícil de comprender.

Interesante propuesta en el centro de la ciudad. La idea ya estaba presente en la urbe, pero ésta da una vuelta de tuerca más. Cervezas artesanales con cocina creativa que llena el estomago. Si eres incapaz de un plan sin birra comercial (¡ABURRIOOO!), este no es tu sitio.