La Fábula

En mi reseña cincuenta, no tiene que estar contento el tito Txema conmigo, todo hay que decirlo, os comento de un sitio que frecuentaba antes mucho, antes mas que ahora sencillamente por donde me ido a vivir, me coje retirado, pero que cada vez que tengo un hueco, me gusta frecuentarlo.
El local esta situado en Ronda Triana, en tema aparcamiento se hace algunas vez complicado, el local no es muy grande, hablamos de unas cuatro, cinco mesas a lo mas, algo juntas, pero valido para mi, en su acera también montan mesas y para verano me parece buena opción, el invierno con Pingu ya es cuestión de pensárselo.
El local como comento es algo pequeño, para mi gusto con poca iluminación y con una manita de pintura, una u dos la cosa mejoraría, que los pintores al igual que las tiendas de pinturas tienen que comer. Ya una vez dentro, la atención es correcta, gente joven y atenta para amenizar la convia. En el apartado comida, solemos darle al mundo del vino blanco afrutado y una apuesta segura siempre es darle al Señorío de Heliche. Me gusta mucho el tema tapas y en precio/​calidad me parece correcto, esta ultima vez le dimo a la cazuela de provolone, hojaldre relleno de pisto, con un entrante de pâté de pato y unas verduras fritas con salsa agridulce altamente recomendable, sin olvidarme de unas papas arrugadas, muy buenas pero mejorable en el mundo salsa mojo pico, donde bajo el nivel por su poco arte a la hora de darle gusto y piqué, que de eso se trata, de que piqué.
No le he dado al mundo cervezas artesanales, pero os comento que tienen mucha variedad y por lo que vimos a un precio bastante acorde, queda pendiente para la proxima convia.

Aunque había leído críticas varias no muy positivas, tenía ganas de probar este sitio. Me sorprendió muy gratamente, y me encantó todo lo que pedí. El servicio fue bastante rápido y amable y el local dispone de una terraza muy agradable en la Ronda de Tejares. El salmorejo de manzana estaba espectacular, igual que las papas con mojo. Me encantó el cuscus y el crêpe relleno de langostino y salmón. Me quede con ganas de seguir probando cositas tan ricas, así que queda pendiente la visita.

Lugar que he visitado en varias ocasiones y siempre he salido satisfecha. En nuestra última visita degustamos unas verduras fritas con salsa agridulce que estaban deliciosas, para repetir. El clásico paté de pato con confitura que junto al vino señorío de heliche hace una combinación perfecta. También probamos la cazuela de provolone, muy rica. Terminamos el tapeo con un hojaldre relleno con pisto y coronado con un huevo de codorniz. Me queda pendiente probar sus cervezas artesanas, que están muy bien de precio. El único inconveniente que le encuentro a este lugar es que es pequeñito y como haya un grupo grande es imposible mantener una conversación con el ruido. Por lo demás perfecto.

Descubrimos este bar hace poco y nos encantó el pato, el hojaldre con pisto y la ensaladilla todo muy bueno. Repetiremos

El mejor bar de Triana! Simplemente… hay que ir. Personalmente, mis tapas favoritas son el cuscús, los gnocchi, y el hojaldre de salmón setas. También me encantan el mousse de pato, el hummus y la ensaladilla. Los salmorejos son expectaculares. Siempre que hay algo nuevo fuera de carta no dudo en probarlo. De 10!

La Fábula es uno de mis sitios claves del tapeo trianero contemporáneo.
Si, vamos, que no es el típico bar de toda la vida con tapas típicas de carnes y guisos. Éste lugar, Pura Tasca, y El Gastrobar, llegaron para dar aire fresco al barrio.
Barato, bueno, rápido, agradable. Qué puedo decir respecto a este lugar!
Hay una amplia variedad de tapas! El salmorejo de remolacha me parece realmente exquisito, y los gnocchi con queso, en mi opinión, es uno de sus platos estrella. Papas con mojo, cous-​cous… Para aburrirte!
Sabías que contaba con una gran selección de cervezas internacionales y artesanas? Así que si eres un gran cervecero no lo vas a pasar mal por aquí.
El bar es pequeño, por lo que si vas cuando aprieta el frío, puedes encontrar problemas. Pero con el buen tiempo que hace en Sevilla, puedes disfrutar de su velador!!!

Local pequeño con tapas normales y de buen precio. Tomamos hummus, foie y couscous, todo bueno pero nada del otro mundo quitando el foie que nos gustó bastante. Fuimos un viernes noche muy pronto con el sitio vacío y puede que fuese que elegimos mal la mesa de la esquina porque no había manera de que nos atendiera el camarero.

Estupendo bar de tapas en Triana. La calidad de las tapas y el buen trato es una maravilla. El Tartar riquisimo, eso de que lleva gominolas nose de donde se lo han sacado. Y que decir de la variedad de cervezas desde artesanales a internacionales. Un lugar que visite hace 1 año por primera vez y se ha convertido en mi bar para tapear y aconsejar. Teneis que probarlo. Saludos.

Cuándo uno va a un bar de tapas, quiere que le atiendan bien, que la comida sea estupenda y calidad-​precio excelente .pues esas tres cosas fundamentales me las he encontrado en el «Bar La Fabula» Tapas originales, variadas y riquísimos…os lo recomiendo.
Servicio buenísimo …volveré…

Da el sol de pleno, para un día de invierno es acierto seguro porque tiene muchos veladores. Recomiendo sin duda el cous-​cous y también la ensalada francesa. Nos han gustado también las Samosas y la ensalada Sevillana no estaba mal aunque le faltaba naranja. Los camareros súper amables y profesionales

De cuando en cuando me pasa que vengo a sitios donde todo el mundo tiene una experiencia maravillosa y, cuando me toca a mí, debe ser el día de excepción que confirma la regla. Cuando vinimos a La Fábula ocurrió, y no soy el único que lo piensa.
Creo que lo que más me gustó fue que las cervezas artesanas estaban bien de precio. Y pare usted de contar, lamentablemente. Pedimos varias tapas que ponían por las nubes y desgraciadamente ninguna fue gran cosa. Se llevó la palma un tartar de atún con gominolas (sí, gominolas) que había que ir expurgando para localizar algo de atún entre tanto colorín dulce. Cuatro euros la broma, si no recuerdo mal.
Luego, el local es pequeño, con las mesas apegotonadas para que quepan más y puedas comer con gente desconocida de la mesa de al lado, porque igual escuchas mejor su conversación que la de la gente de tu mesa.
Me decepcionó mucho venir aquí porque, aunque no esperaba nada ni bueno ni malo, la experiencia fue muy triste. Igual vuelvo alguna vez, no lo descarto, pero no será la primera opción que me venga a la mente cuando tenga que recomendar un bar por la zona.

Hoy me dispongo a actualizar mi comentario sobre este bar. Era sin duda uno de mis favoritos de Triana. Un estupendo local que se ha ido viniendo abajo con el paso del tiempo.
El local se ubica algo alejado del típico circuito turístico de este animado barrio de Sevilla, en Triana. Aún así, merece la pena darse un paseo para descubrir que en Triana hay algo más que restaurantes o bares rancios con el pescaito frito por bandera.
Dada su ubicación, es relativamente sencillo encontrar sitio. Tiene mesas en su exterior y un pequeño salón interior, habitualmente cuando voy no tengo problemas para sentarme sea la hora que sea. Eso sí, he notado un exceso de mesas por lo que a veces tienes que comer con alguien casi tocándote el codo. Lleva abierto unos 3 años y su comida intenta aportar algo de creatividad a las tapas más cotidianas. Nada más lejos de la realidad, se han quedado antiguas, sin ideas.
La comida no está mala, mi mucho menos. Pero es cierto que han bajado tanto en calidad como en cantidad. Eso sí, el precio lo han mantenido o incrementado. Son famosos sus hojaldres de pisto o setas y salmón. También los gnocchi con roquefort y frutos secos. Pero tampoco te esperes gran cosa. Quizá, el punto a su favor es sin duda su oferta en bebidas, con cervezas internacionales de muchos tipos y sabores que sin duda harán las delicias de los más cerveceros.
Los camareros siempre muestran una sonrisa al atenderte y si tienes cualquier duda te la resuelven de forma inmediata. Recuerdo también que en una ocasión llegué bastante tarde para comer, sobre las 16 h. y no me pusieron ninguna pega, al contrario, me hicieron disfrutar de la comida en todo momento aunque fuese un horario poco común.
No es un bar baratísimo, diría que se encuentra en la media tirando hacia abajo. Triana es mucho más que bares rancios, sí. Pero lo cierto es que este, sin duda, ha tenido épocas mejores.
Antes solía acudir asiduamente. Ya hace mucho que no voy por allí. Hay opciones mejores por la zona, solo hay que buscar un poquito. Lamento mucho tener que actualizar la reseña, pero hay que ser objetivo. Espero que vuelvan a lo que fueron un día. Imagino que la fama pesa más de la cuenta.

Fábula en la que entro yo cuando me tomo un par de cervezas de las buenas que ponen en este bar. Tú déjate recomendar, «la del día» o «la de la semana» (tienen una gran variedad, también de vinos) y ¡a disfrutar!
El paté de pato para picar entre unos pocos; los crepes espectaculares; el hojaldre de salmón y setas…, ¡es que no sé que elegir! La atención es muy buena, un trato cercano y familiar, y los precios no están nada mal para tratarse de este tipo de tapeo tan elaborado.
Si eres más de cositas normales, no te preocupes, los montaditos son geniales, variados y consistentes, vamos que con un par te quedas bien llenito.
En verano se está genial, por las noches, en los taburetes altos, y ahora en este tiempo, espera a que se pongan fuertes los rayitos de sol y vente para Triana, ¡rápido! Ya verás lo bien que te tratan por aquí y lo que te lo agradece tu paladar.

Vino mi amiga Rosa a visitarme por sorpresa a Sevilla y hacía tiempo que no me escaqueaba de los niños y mi novio… buen momento para la aventura culinaria!
— Amiga Rosa! no puedo alejarme de casa porque le estoy dando el pecho a la baby. Pero sé de un sitio nuevo en la avenida, detrás de mi casa, que cuando paseo y veo las tapas desfilar, me digo que hay que venir!.!
Qué acierto! todo lo que pedimos muy bueno, pero lo que a mi más me gustó fue la ensalada Fedriani, ese quesito, ese tomatito…
Puedes encontrarte desde tapas caseras típicas, como innovadoras.
Si quieres escaparte y hacer algo diferente puedes elegir este sitio con toda tranquilidad, no te equivocaras.

Corría el mes de marzo de 2011, cuando de repente, una de mis mejores amigas me llamó:
— ¡María, que mis hermanos van a abrir un bar en Triana! Hoy es la inauguración, ¿vamos?
Y claro, tuve que ir…
Cuando llegué lo primero que dije es ¿Y como lo van a llamar? Y… SORPRESA! No tenia nombre… ¡Iban a inaugurar un bar sin nombre! Y es que todavía no habían elegido un nombre para el bar, pero cuando entrabas, te daban unos papeles para votar entre diferentes nombres.
-¿Pero que tenemos que votar nosotros? ¿Y lo que vote todo el mundo es el nombre que van a ponerle? Uff… ¡cuanta responsabilidad!
El resultado de la votación ya lo sabemos: «La fábula», un nombre precioso, aunque tengo que admitir que yo no voté ese!
Es un bar pequeñito, no tiene más de 5 mesas en su interior, aunque también tiene una terraza en plena Ronda de Triana. No es muy conocido, pero todo el que va por primera vez… repite… y repite… y repite! Yo he llegado a ir hasta 3 días seguidos! Y es que la cocina creativa que nos ofrecen, ¡está buenísima y a precios muy asequibles!
Si tuviera que elegir un solo plato de la carta, me quedaría con el crêpe relleno de langostinos y salmón… pero no puedo olvidarme del queso de cabra caramelizado, el hojaldre de salmón y setas, los panes de la casa, el atún confitado relleno de cerezas o el salmorejo de manzana. Además de la comida, tiene una gran carta de vinos y varios tipos de cervezas.
Creo que es un lugar perfecto para ir en cualquier ocasión, tanto con familiares, con amigos, o con tu pareja! Además, la atención de los camareros es estupenda, el bar está muy limpio y cuidan al máximo todos los detalles.