Salón de Juegos Triana

Una versión de cualquier casino en Las Vegas pero en miniatura y al estilo trianero.
Nos encontramos en el lugar de encuentro de personas entradas en años que escuchan la palabra bingo y la cabeza les de vueltas como a la niña del exorcista. El ambientillo que allí se respira es de película. Todo el mundo muy concentrado y mirando su cartón.
Yo fui un domingo con unos amigos que nos hacía ilusión tomarnos unas copas y hacer unas líneas, allí la bebida es bastante barata, ya se encargan de que pierdas el dinero jugando, y si estás contentilla pues te despistas más, pierdes más y bebes más.
Yo pasé una tarde muy buena, me reí muchísimo y seguro que repito.
Además de bingo tienes otras tantas mil máquinas con luces de colores capaces de provocar un ataque de epilepsia al más pintao y que te piden constantemente «insert coin» y lo más probable es que el dichoso cacharro se quede con todas tus monedas y no te de ni las gracias.
Yo no gané ni un céntimo aquel día, tampoco perdí una fortuna, pero me reí hasta tener agujetas. De vez en cuando, solo de vez en cuando no me seas ludópata, no está mal ir a uno de estos sitios. Una tarde distinta.