Eureka

No quiero engañar a nadie… es un bar más en la zona de la Alameda pero…
…mi puntuación engloba una serie de puntos que creo que es positivo teniendo en cuenta la zona en la cual está situado:
— Es un espacio amplio y en mi opinión bien construido y organizado… tienes espacio de sobra para moverte dentro, no está lleno de mesas y tiene una barra bastante grande. Tienen también veladores con chorros de agua (que en Sevilla debería ser obligatorio) ;
— El servicio de camareros es bastante rápido, eso se debe a que trabaja allí mucha gente, en general son simpáticos;
— Los precios en mi opinión son normales teniendo en cuenta la zona…1,20 € por una cerveza de tirador no es mucho!!;
— Lo que más destaco, pantallas para partidos de fútbol y inclusive hay algunos partidos que ponen proyector;
— La variedad de bebidas es inmensa, basta con acercarte a la barra y te das cuenta de toda la cantidad de gin, o de whisky;
— La decoración es normal de un bar, cores vivas, cuadros típicos del ikea, acogedor;
Resumiendo, no es un bar que tenga algo original o inusual, pero en mi opinión es un bar muy bien organizado y bastante acogedor, con mucha variedad de alcohol (lo que se denomina BAR)!! A los que les gusta ver un partido de fútbol recomiendo a que se acerquen! Y a los que les gusta tomar una buena copa también!

Yo poniéndole 4* a un pub/​bar de la Alameda.
La verdad es que la Alameda no es mi lugar favorito para las noches sevillanas, aunque reconozco que durante el día está estupendo para unas cervecitas al solito (posto).
Tras cenar con unos amigos, decidimos dirigirnos hacia allí y, por recomendación de los más asiduos, terminamos en Eureka. Me sorprendió, lo reconozco.
El local era grandecito para lo que se suele encontrar en el centro y demás y, supongo que por ser miércoles, estaba medio tranquilo y se podía estar allí con tranquilidad. Creo recordar que tenía algunas mesas fuera, aunque nosotros nos sentamos dentro en unos cómodos sillones. Luz tenue y música un poco alta si quieres mantener una conversación en grupo.
Por lo que vi (tienen un escenario y había batería y tal) puedo suponer que a veces tocan allí pequeños grupos.
En cuanto a las consumiciones, tienen muchos tipos de bebidas. Yo probé una ginebra que les había llegado nueva y me gustó bastante. Y el precio? Increíble! 5 € en copa de balón.
Sin duda, será uno de mis referentes si estoy por aquí.

Si no sabes donde ir a tomar algo por la zona este sitio siempre va a estar bien. Suele haber gente, pero sin agobios, la música dependiendo del día estará mas fuerte o menos.
Hay algunos cócteles, copas y cervezas.
Cometen el error en que hacen lo que quieren, pidiéndome la misma copa me cobran un día 5 € y otras veces 6 €, cosa que me da bastante rabia., pero por lo demás está bien.

Buen sitio para tomar copas y algún que otro discreto cocktail en la Alameda de Hércules, tiene precios bastante ajustados y es amplio en su interior, también tiene típica terraza donde poder tomar algo al aire de la alameda. Suele haber azafatas/​promotoras con alguna promoción en la bebida de turno con regalitos típicos de estas ofertas. La música suele ser una buena mezcla sin llegar a abusar de ningún estilo en particular.

El Eureka es un bar bastante agradable donde tomarte un café a media tarde en plena Alameda.
Tiene una enorme terraza y un amplio salón donde a medida que pasan las horas puedes cambiar el café por las copas.
Tiene una enorme pantalla donde ponen fútbol los días de partido, para quien guste ;)

El Eureka se puede encajar en la categoría de bares míticos de la Alameda. Encajado entre otros dos ‘mastodóntes’ de la zona como son el Café Central y El Corto Maltes, aguanta contra viento y marea el paso de los años de una forma muy digna.
Suelen abrir por las tardes para el cafelito y la copa ya que aquí nos podemos tomar un cortado, un pacharán, un copazoy además disponen de una carta de cervezas internacionales muy apañada en comparación de otros bares de la zona que solo sirven Cruzcampo.
Tienen una amplia terraza en plena Alameda de Hércules y un interior bastante grande con escenario, sofás y mucho espacio para si te animas a bailotear. Lo dicho, una opción muy recomendable desde las 4 de la tarde hasta la madrugada.

Conocí el Eureka en el 2009, cuando surgió la posibilidad de presentar el poemario Donde habite el deseo en dicho lugar. Tiene escenario alto y cañón de vídeo. En aquel entonces también tenía un micrófono para los eventos, pero ha desaparecido. En su lugar hay una mesa de DJ que usan las madrugadas de los fines de semana. Yo soy más usuario vespertino, de tomar café. Me encanta la pastilla de cacao al 40% que te ponen para acompañarlo.
Cuando hace buen tiempo todo el mobiliario se saca a la terraza, quedándose todo el interior vacío, quedando tan sólo la barra como opción para tomar algo. Con lluvia o frío es justamente a inversa y el interior se convierte en un hervidero de conversaciones y bebidas yendo y viniendo.
El escenario en si tiene la mejor posición posible, aunque no es perfecta. Hay un rincón a la derecha desde el que no se puede ver nada y, si hay alguien allí hablando, se le escucha mejor que al que esté en el escenario. Otra pega es que si se deja abierta alguna de las puertas entra el ruido de afuera con eco al contar con dos largos pasillos rodeando la barra, incordiando nuevamente a quien esté actuando. Ello no le resta puntos. Se diseñó así y se añadió un escenario lo mejor que se pudo. El problema son los clientes que no respetan los eventos y hablan desde las puertas a voz en grito, lo que viene siendo typical spanish.
Muchas tardes está cerrado, suele abrir más por las noches y los fines de semana. De todas formas el dueño y el personal es el mismo que el del Café Central, con el cual se comunica directamente a través de una puerta, así que café nunca falta :)

El Eureka es otro de los bares emblemáticos de la Alameda, que se mantiene contra viento y marea a pesar de que, con el paso de los años, ha perdido cierto encanto.
Aun así, continúa siendo un local bastante amplio que se llena en las noches de fines de semana, y que desde hace un tiempo ha incorporado también mesas en el velador de la plaza, como ya hacía su vecino Café Central.
Sirven cervezas, vinos, cubatas y algunos cócteles (los clásicos mojitos y caipirinhas). Si eres de los que pasa por aquí a otra hora que no sea bien entrada la noche, descubrirás además que el Eureka se lo curra para organizar pequeños conciertos, recitales y otras actividades.
Si por el contrario vienes ya de madrugada, prepárate para estar algo apretado y en un ambiente bastante ruidoso. Eso sí, con todo el sello de lo que ofrece la Alameda de Hércules a la noche sevillana.

Cubatas del quince…

El Eureka es un buen lugar para empezar la noche en la Alameda. Cuando abrió la zona no tenía tantos sitios como ahora y venía a completar la oferta junto al Central y el Habanilla, los dos grandes clásicos.
El sitio es grande y puedes elegir entre quedarte en la barra, en las mesas o hasta en algún sofá. Tiene una segunda altura que vale de escenario y que estaría bien que aprovecharan más para organizar pequeños conciertos que le dieran un plus al sitio.
Fuera tienen una terraza que, como todas en la Alameda, es un lujo para el buen tiempo.
Tal vez al principio tuviera más encanto, porque desde la popularización de la Alameda se ha vuelto bastante más mainstream, pero sigue siendo una buena opción para las noches del fin de semana.

El Eureka es del mismo dueño que el Café Central y a menudo puedes ver a los mismos camareros que en el bar de al lado pero no se porque cuando están en este tienen una actitud diferente.
Se que es absurdo, pero cuando he ido a pedir en la barra en este local (a no ser que estuviera atestado) nunca he tenido que esperar.
Por otro lado me parece que el ambiente es mejor, será también porque es más amplio.
Lo bueno de este local es que a menudo dan conciertos, hacen ciclos de monólogo, y ahora por ejemplo, tienen los sábados de flamenco.
La terraza es compartida con el Central, por lo que en días de sol es muy difícil pillar una mesa fuera.

Supongo que es porque, siempre que vamos a la Alameda, quedamos allí. Supongo que será eso, no sé. Para mí forma parte de mis imprescindibles, que no son pocas las noches y las tardes que he pasado arreglando el mundo con otros arregladores de mundo entre sus paredes.
Eureka es un mítico de Sevilla, mi fetiche en la Alameda. Ni es el más espacioso –en invierno, sobre todo, suele hacer demasiado calor– ni es el más barato –copa a cinco euros, cincuenta céntimos arriba cincuenta céntimos abajo dependiendo de lo que te pidas-​. En Pero, haga lo que haga, sea como sea, antes o después, me paso a verlo un rato, para asegurarme de que está y de que no se ha ido.
–Hola, ¿qué tal? ¿Cómo te va?
–Pues tirando, como siempre, Macarena
–Me alegro de verte, hasta pronto
–Sí, estoy seguro de que sí

El Eureka es un café con terraza de la Alameda, pero no es uno más, ya que tiene uno de los locales más grandes y confortables de toda la plaza.
No sólo es terraza, que está genial para tomarte un vino (que no todo es cerveza y no todo es Cruzcampo) en la Alameda. Para mí es ante todo un local con programación, donde de forma periódica montan conciertillos, monólogos y actividades diversas. Me gusta participar en estas actividades y de vez en cuando disfrutar de una charla con un café o un vino en sus sillones (aquí no me gusta tomar cerveza).