Café Sonoro

Está bastante bien, como casi todos los bares de mi zona favorita de Sevilla, la Alameda, aunque tampoco destaca especialmente por algo en concreto. Yo, de todas formas, siempre lo tengo como opción para el cafelito de después de comer o una cervecita por la noche el fin de semana.

En una muy buena zona, la Alameda, además tiene terraza.
Los precios normales sin ser garrafón y te acompañan la bebida con frutos secos (aquí en Sevilla cuesta encontrar sitios que te los pongan).
Es una buena opción para tomarte algo por esta zona!

Café de calidad, una buena carta de tés, copas en vaso ancho… y buena música. Si a todo ésto y a un ambiente acogedor en el interior le añades que tienen una amplia terraza en la que dejar pasar las horas charlando y disfrutando del buen tiempo, mejor que mejor.
Un café muy agradable, seguro que repetiremos.

el mejor sitio para tomarte desde una copa a un té en la Alameda, tranquilito, buen gusto y copas muy bien servidas. Los camareros muy amables y la terracita muy agradable.

Muy bien ubicado en plena Alameda de Hércules, este sitio es una opción tranquila y cuca para tomar un café después de comer. El ambiente es agradable y la música bastante interesante y además tienen el detalle de ponerte una chocolatina para echar al café.
La verdad es que cuando lo conocí hacía un día horroroso, pero el gran ventanal que tienen dando a un jardincito tiene que ser una delicia cuando el tiempo acompañe más.
No es un sitio por el que me movería grandes distancias para ir, pero sí que volvería sin duda si me pilla cerca.

Puedo afirmar sin ninguna duda que Café Sonoro es mi bar favorito de la Alameda, y decir eso de una zona plagada de bares y cafeterías de todo tipo dice mucho,
Tal vez lo prefiero porque está en la calle Vulcano y su terraza no da a la Alameda directamente, es como un rinconcito apartado.
En invierno me gusta tomarme un té dentro mientras escucho la buena música que siempre tienen puesta. En verano me encanta sentarme en su terraza y disfrutar de una cerveza o refresco mientras picoteas los frutos secos que te ponen con la bebida.
Para otros es una opción más, para mí siempre es la primera.

El Sonoro es acogedor, retro, musical, cultural, alamedil, atmosférico, melancólico, modernete, amistoso, clásico, ambiente, café, té, cerveza, copa, platito de frutos secos…

El Sonoro es donde me reúno con mi segunda familia, mis amigos. Es ideal para tomar buenos tés o café, unas cervezas a media tarde o una copa tempranera. Tiene un toque retro en la decoración y un trato familiar y atento de todos los camareros y su dueño. Además, es punto de distribución de revistas musicales y de tendencias como Go Mag, Mondo Sonoro, Clone, Freek, Youthink… Es prácticamente un hogar para sus asiduos y un lugar de obligado paso para los recienllegados a la ciudad que quieran construir una nueva vida en ella. Allí puede que encuentren a su segunda familia.

El Café Sonoro es uno de esos negocios veteranos en la zona de la Alameda, es una cafetería de día que también funciona como bar de copas las primeras horas de la noche. Posiblemente no sea el bar favorito de mucha gente, pero es muy probable que todo el que frecuenta la Alameda haya pasado por este establecimiento.
Justo al lado del Hefesto, entre ambos bares y sus veladores han conseguido construir un auténtico punto de encuentro en pleno corazón de la Alameda. Un horario amplio hace que el Sonoro sea un sitio habitual para quedar.
El establecimiento ocupa un local bastante convencional, pero con una serie de características que lo hacen particular. Una amplia zona de veladores, un jardín privado medianero que permite que el local abra ventanas a él y un frente acristalado que permite una generosa conexión visual con el exterior. La decoración es serena, todo con un ligero aire retro, con muebles de madera, paredes empapeladas y una bonita colección de lamparitas que cuelgan del techo.
En el café sonoro puedes tomar café y té, una caña o si lo prefieres un botellín de Cruzcampo y por supuesto todo tipo de copas. Además como marca de la casa acompañan tu bebida con un pequeño plato de frutos secos.
Los camareros también son veteranos y cuidan el negocio con cierta actitud familiar, así que está asegurado un trato profesional y un servicio eficaz.
La cantidad de gente que pasa por este establecimiento quizá sea la causa por la que su puerta y una de sus paredes siempre esté repleta de carteles de teatro, anuncios de conciertos y espectáculos, ofertas de talleres,…
Sin duda es un buen sitio para quedar, aunque resulta muy habitual que no sea una decisión premeditada sino que al pasar cerca sea inevitable pararse con algún amigo encontrado fortuitamente en el Café Sonoro.

El Sonoro es uno de los sitios a los que más voy en la Alameda. Como tiene un público fiel es fácil saber que si vas un viernes o un sábado por la noche te encontrarás con alguien conocido, y eso, claro, le da un toque de hogar.
El Sonoro es acogedor, con sus paredes de papel pintado, su ventanal a un pequeño jardín y esa terraza tan apetecible cuando hace buen tiempo. La música, nunca demasiado alta, está escogida con buen gusto y un oído puesto en las novedades indies. Es una buena opción para pasar una tarde de café, una tarde-​noche de cervezas con frutos secos o empezar la noche del fin de semana con unas copas. Las copas las ponen en vaso ancho, punto a favor, y las sirven bien sin pasarse en el precio.
La cantidad de publicaciones culturales sobre la ciudad que puedes coger en el Sonoro hablan de su público, generalmente inquieto y en gran parte asociado a la vida musical o cultural de Sevilla.

Papel en sus paredes, flores naturales en la barra y una gran ventana que da a un pequeño jardín. La música presente, acompañando, como que no se nota. Pero es mentira, porque si no estuviera faltaría calidez. Este lugar es moderno con solera, o más bien, de toda la vida en continuo movimiento. La madera, la forja y la piedra de sus mesas están marcadas por los vasos y las conversaciones, que custodian con recelo. A la derecha de la puerta de entrada, la actualidad cultural de la ciudad de un vistazo y junto a la máquina de café el fanzine mensual. Veladores en la calle para el disfrute del sol de invierno y la fresca del verano. Pasar un rato en el Sonoro es como salir de casa y llegar a la de un amigo, para una taza de té con pastita en una tarde de domingo, o para un Oporto en copa pequeñà la noche del sábado.

El Sonoro es como un segundo hogar para mi y para mis amigos. Allí hemos echado tardes enteras con el pretexto de tomar un café o un té para bajar la comida y hemos cerrado el bar 8 horas después. La terraza es ideal para tomar un poco el sol en primavera y otoño. Dentro hay sitio de sobra para sentarse a charlar a gusto. La música dentro es muy agradable y se sale del rollo comercial (Gracias!!). En cuanto a bebidas la nota es alta, la relación calidad precio es muy buena y las copas están bien servidas. Con cada ronda te ponen un platito de frutos secos. El dueño y las dos camareras son siempre muy agradables. Lugar ideal para pillar la Go, la Freek o el Mondo Sonoro a principios de Mes.

«El Sonoro» es un bar al que le tengo cariño, supongo que el mismo que le pone su dueño, en el que destaca una cuidada selección de tés para bajar esa comilona que te has dado en el restaurante de marras .
En un ambiente medio-​pureta en el que gente como yo no nos sentimos mayores, se nota que aman la buena música, y eso es de agradecer.
Con suerte puedes pillar algunos rayitos de sol y pasar una agradable sobremesa, o tomarte unas copas que saben mejor que la media de los bares de la zona. Recomendable