Don Barril

El lugar es el típico bar de barrio con tapas, situado al lado de un karaōke y un local de ocio en la Avenida de Llanes.
Quedamos justo allí porque unos amigos querían ir al Karaōke de al lado y decidimos aprovechar y cenar allí. Nos sentamos fuera y enseguida vino el camarero, pedimos lo que queríamos y al rato vino diciendo que había platos que no estaban disponibles como por ejemplo las mini burguers, así que mis acompañantes se pidieron otra cosa, entre ellos uno pidió conmigo un «Mantecao», que para aquellos que no lo sepan es un bocata de Solomillo de cerdo con salsa whisky y papas fritas ¿suena genial verdad? en la carta también lo parecía. Todo en la carta tenía un aspecto increíble, debo decir que tiene una amplia carta, pero la verdad es que las dos cosas que probé me dejaron con bastante mal sabor de boca.
En primer lugar, pedimos nachos para compartir entre todos, que venían con queso fundido (no sé por qué, pero aún no he encontrado un sitio donde los sirvan con toneladas de queso y en condiciones a un precio aceptable), y nos decepcionaron bastante. Después vino el Mantecao, que estaba deseando saborear… Casi no habían puesto solomillo, las patatas estaban sequísimas y la salsa whisky escaseaba. A todo eso hay que añadir, que el pan se deshacía en pequeñas migajas… No entiendo como se puede servir tan mal un mantecao.
En resumidas cuentas, probablemente es un sitio que no volveré a pisar. Lo único que merece la pena por precio, es el cubo de botellines pero eso no compensa todo lo demás.

Entrar en un local preguntando si te puede poner un cubo de botellines, y que te pregunten: ¿de que?. Eso me llegó al corazón.
Tras hacer mi elección me senté, y no penseís que me puse a mirar la carta directamente (¡qué va!, y eso que tenía hambre, hambre de verdad), me distraje un rato mirando la decoración del local, especialmente las frases escritas por las paredes (de verdad, auténticas frases motivadoras para días grises) y las ofertas de raciones y tapas que había por todo el local.
Llego el momento de mirar la carta… perfecto, hay un poco de todo: desde las tapas más clásicas, pasando por bocadillos, algo de comida mejicana, hamburguesas…
Pero donde reside el punto fuerte del local fue en la atención que nos dieron: siempre agradezco que sea correcta, pero si además es agradable y simpática (que fue el caso) mucho mejor.
La comida sin llegar a ser excelente, si que estaba muy buena (especialmente unas ortiguillas de Cádiz que me pedí).
Un bar perfecto para tomarte una cerveza con los/​las amigos/​as y de paso tomar también algo de comer… ¡qué no va a ser todo beber en esta vida!

Don barril es un bar de barrio de la Avenida de Llanes, dispone de una terraza bastante amplia y de mesas dentro por lo que no suele ser complicado encontrar sitio.
Este es un bar sin pretensiones con tapas de toda la vida y algunas más originales como la de queso de cabra con miel y frutos secos. La relación calidad-​precio es buena y la atención también.
Si sólo te apetece cervecear es el lugar perfecto porque tienen varias ofertas de cubo de distintas marcas de cerveza como Mahou, Cruzcampo y Estrella del sur y también puedes acompañar las cervezas de algo para picar con distintas raciones de patatas bravas, alitas, ensaladilla rusa, etc.
Una buena opción si andas por la zona y te apetece un tapeo bueno, bonito y barato.

Maravilloso como Carmen y Agustín han conseguido levantar este bar. Ofertas estupendas, tapas de calidad, variedad y camareros simpáticos y alegres como ninguno.
Yo siempre que puedo voy a ese bar y con algún amigo es el sitio de referencia donde encontrarnos.
Punto importante es que tienen cerca un sevici.