Café Latino es un bar cafetería de Sevilla Este. Parece sacado de otra época, y eso no es un piroto porque tenga una decoración retro, sino por el mal ambiente y decoración que tiene. Fui un día de lluvia primaveral. Tiene terraza pero no cubierta, por lo que con la lluvia había que entrar dentro. En la entrada tenían puesta la oferta estrella ¡Pruebe nuestras hamburguesas, sólo 2 €”. Dentro una decoración con espejos y carteles con las ofertas escritos con rotring a mano de manera bastante cutre, y un aspecto de «no limpio». El servicio está cerrado y había que pedir la llave y tampoco estaba muy allá. Dentro, local grande con sólo una mesa ocupada y tres amigas chonis de la única camarera parloteando con ella. Que el local estuviera vacío cuando el vecino«Billio’s» estaba que reventaba sólo indica una cosa: malo. Y nos pedimos unas hamburguesas de esas de 2 € que ofertaban… La experiencia fue como remontarse al bareto cutre de pueblo de hace 20 años. O me he acostumbrado a las hamburguesas gourmet, o esta estaba verdaderamente mala. Carne de no se sabe qué descongelada y quemada a la plancha, acompañada con un trozo de tranchete de queso(los tranchetes deberían estar declarados armas de lesa humanidad) y una rodaja de tomate y cebolla. Para acompañar te daban un bote de ketchup, tomate y mayonesa de dudosa calidad. Viendo la hamburguesa opino que es una experiencia que no se la recomiendo a nadie. A todo esto los refrescos y la cerveza bastante caros para la pésima relación calidad/precio. Al parecer también sirven desayunos, que quizás en la terraza tienen un pase, pero después de ver el interior del local y la calidad de la cocina no pienso volver a probarlos. Para finalizar, comentar que el local está abierto 24 horas y que fue noticia en la sección de sucesos del ABCdeSevilla en 2001(os recomiendo buscar la noticia). A pesar de estar abierto 24 horas, os recomiendo que si os entra hambre a las 4 de la mañana no vengáis aquí, sino al cercano McDonalds, que también está abierto 24h y las hamburguesas son mucho mejores.
Macarena H.
Tu valoración: 3 Sevilla
Hassam es un senegalés que lleva siete años trabajando aquí de portero-vigilante. Mi novio, que también es africano, me presentó a Hassam. Y viendo cómo son los dos, me di cuenta del error que cometemos metiendo a África en el mismo saco. El tipo, por decirlo delicadamente, no es el hombre más abierto del mundo. Tiene unas creencias muy férreas y no hay quien lo baje del burro. Te puedes pasar una noche completa discutiendo con Hassam que me juego mi colección de Barbies que no vas a conseguir ningún punto en común. Sin embargo, esa noche me sentía más propensa a escuchar otras formas de entender el mundo. Y cuando no vas con la escopeta cargada, el prójimo no carga tampoco la suya. Me sorprendí al saber la mezcla tan explosiva de religiones que existe en muchos puntos de su continente. Resulta que Hassam tiene un cinturón, que siempre lleva atado, debajo de la camiseta, justo a la altura del pecho. Dice que lo protégé, que, si alguien le dispara, el cinturón, que tiene magia negra, repelerá la bala… Lo cuenta de una forma que no sabes si está loco él o estás loco tú por no dudarlo del todo. El Café Latino ha sido muchas veces un lugar conflictivo, de robos y tiroteos. Y ha dado la casualidad de que Hassam nunca estuvo en ninguna de las reyertas. Bueno, tal vez sólo forme parte de una burda superstición. Claro, tiene que ser eso. Pero, si algún día pasan por el Café Latino no olviden que el inmenso portero que se sienta en la puerta es un hombre que ha atravesado un desierto y un mar para llegar a España. Con o sin cinturón, con o sin magia, Hassam ya ha sobrevivido al infierno.