Beodo Craft Beer

Lo primero que debo decir es que me da mucha lástima poner sólo 3 estrellas a este negocio que tanto me gusta pero del cual en su segunda visita me llevé una desilusión tremenda.
En la primera visita que hice me enamoró todo, el local tan moderno, bonito y localizado en un sitio inmejorable como es en la propia Alfalfa. Tienen muchas cervezas artesanas, tanto en barril como de botellín. Conozco bastantes de haberlas probado en otros sitios y la verdad es que considero que tienen una buena carta de cervezas. Las tapas geniales, probé su sushi y me gustó muchísimo, tienen otras tapas espectaculares que os aconsejo probar, muy bien hechas y diferentes a lo que podéis probar. Hasta aquí, rozan las 5 estrellas.
Lo malo vino en mi segunda visita. Todo pintaba muy bien, tenía muchas ganas de volver después de una inmejorable primera experiencia, pero no las tenía todas conmigo. Pedimos todos nuestra comida, y empezaron a traer todos los platos, menos el mío. Les pregunté si estaba lo mío bien apuntado y me dijeron que sí. Al rato les volví a preguntar y me dijeron que salía inmediatamente, y a la tercera vez que les llamo la atención me dicen que no les queda de la tapa que yo había pedido, por lo que tuve que pedir algo diferente cuando ya todos habían terminado, con mi consecuente cabreo. Vale que éramos muchos en la mesa (alrededor de 10 personas), pero el resto del bar no estaba ni mucho menos hasta arriba. Por esto y una atención lenta y mala, les pongo esta baja puntuación y creo que me quedo corto.
Seguro que vuelvo más adelante y aquello fue un mal sueño, porque ¡me encanta este sitio!

Puuuuffffffffff… amén de q la cocina es relativamente buena, rapidez y efectividad, –7.
Lo único que llega rápido a la mesa son las bebidas. A partir de ahí prepárate para esperar. La comunicación cocina-​camarero, o la organización de la cocina en si, es bastante nefasta. Nos pasó que 3 personas pidieron el mismo plato. Llegaron 2 y la comunicación de que el tercero no saldría porque no quedaba se produjo cómo 20 minutos después. Si, todo muy cordial y con muchas disculpas, pero tener a un cliente esperando por un plato que no va a llegar, no es.
La sal tiene que ser la estrella del local porque la yuca que acompaña a la chapata de roast beef me produjo ósmosis inversa. Lo peor fue que ese plato tambien se lo pidió, como sustitucion, el chaval que no le llegó el suyo y estuvo esperando 20 minutos a que le comunicaran que nunca llegaría. Este chaval me corroboró la ósmosis. :S
La tardanza de los platos en llegar a la mesa hizo que me pidiese un segundo para cenar. Y eso que ya habíamos tapeado algo en otro bar cercano…
Lo que más llama la atención es que un jueves noche solo haya 2 personas encargándose del local… WTF!!!
No todo son cosas malas. El elenco cervecil es interesante y si siguen por este camino se convertirán en local de birreo, que tampoco está mal.

Pasé una tarde por la puerta de este restaurante y me dije a mí mismo: «tengo que cenar aquí algún día y traer a Irene».
Dicho y hecho. Después de la Fiesta Unilocal en Urban Jungle, un grupo de Unilocalers con ganas de cenar pusimos rumbo a Beodo. Nos habilitaron una mesa larga (para 10) y nos pusimos hasta arriba.
La carta variada mezcla moderno con tradicional, alta cocina con guisos de siempre, y una actualización de la cocina tal y como la conocemos. El local es algo pequeño pero tiene para unas cuantas mesas. Bien es verdad que si llegan 15 de golpe está hasta arriba, pero estábamos cómodos. La mezcla antiguo-​nuevo se refleja en el mismo local, donde tiene letreros donde muestran toda la carta de cervezas que recuerdan a los antiguos de Cruzcampo, de aquellos bares de antaño; con el techo con unos relieves que evocan a los años 70 cuando el techo se decoraba con molduras; y en cambio tienen mesas de madera con lámparas minimalistas y sin decoración ostentosa. El servicio fue rápido aunque no sé si están acostumbrados a tanta gente porque, mientras avanzaba la noche, el camarero se vio algo saturado por la cantidad de información en las comandas.
Llama la atención algunos platos de la carta. Pedimos lagrimitas de presa con curry, kebab de cola de toro, yakisoba de secreto ibérico y pan bao beodo. Las lagrimitas estaban muy buenas aunque no se apreciaba el sabor de la carne, el curry estaba perfecto. El kebab (aunque mi hermano Sergio B. no pudo catarlo) estaba increible. Carne tierna, con sabor a guiso de la abuela. Pablo Galavís R. y yo dimos cuenta de ello. El yakisoba estaba espectacular. Esa mezcla asiática-​española me volvió loco. No tanto como el pan bao beodo. Llevaba kimchi. Y en la carta deberían avisar que pica. Pero no un poco. MUCHO!
Volveremos. Hay más cosas en esa carta por descubrir. Y cuanto antes!!!

Cervezas artesanas de todos los colores y de todos los lugares y una cocina moderna podrían ser las señas de identidad de este local.
Con respecto a lo primero, más de venir variedades de cervezas tanto nacionales como extranjeras pueblan su carta de zumo de lúpulo y cebada y Alambra especial como cerveza de tiro, por lo que a la parte de la cerveza poco más puede se le puede pedir.
Con respecto a los cocina, una carta con referencias a la cocina tradicional (Bravas, buenas aunque un tanto escasas), asiática e incluso árabe con el quebab de rabo de toro, hacen que tenga una combinación nada desdeñable.
Pude probar el tataki de atún, simplemente genial, el risoto, muy rico y la hamburguesa, que la verdad, no me convenció, pero el resto si que mereció y mucho la pena.
Todo esto combinado con una estética industrial, un buen servicio y un precio bastante ajustado, que hacen del local una más que buena opción si andas por la alfalfa

Tras hacer un par de visitas a este nuevo local especializado en cervezas artesanas de los dueños de la Mia Tana y haber probado una parte bastante representativa de sus tapas creo que este sitio se merece una buena reseña.
Sobre el local, decir que está situado muy cerca de los otros locales de este grupo y que cuenta sobre todo con mesas para sentarse aunque también hay una pequeña barra y una mesa alta. De su decoración, de estilo vintage, destacan sobre todo los paneles luminosos (de estilo años 50) donde aparecen todas las cervezas disponibles. El punto negativo en este caso lo ponen para mí la descoordinación entre las mesas y las sillas porque estas últimas, se quedan albo bajas respecto a la mesa.
Para hablar de la carta, es necesario empezar hablando de lo más importante en este negocio, que son las cervezas artesanas. Tienen una variedad bastante amplia de cervezas artesanas de botellín tanto nacionales como internacionales y además, lo que creo que es lo mejor, cinco cervezas artesanas de barril que se pueden tomar en formato caña o en formato pinta. Las veces que yo he ido, los camareros han sido muy amables y nos han explicado un poco los sabores de las cervezas que tenían de barril en ese momento para que pudiésemos elegir mejor e incluso nos han ofrecido una pequeña degustación de alguna de ellas para probarla. Una de las que siempre suelen tener es una cerveza de trigo alemana llamada Weihenstephaner que me gusta mucho. Como las demás suelen ir cambiando, siempre aprovecho para probar alguna nueva.
A pesar de ser un bar especializado en cervezas donde se podría pensar que la comida podría ser algo peor o mediocre, esto no es así. La carta ofrece un conjunto de tapas bastante apetecible que van desde los platos más clásicos como las croquetas hasta algunos con tintes asiáticos como el beodo sushi. De los que yo he probado, aparte de las croquetas de puchero, recomiendo el hummus como entrante, que viene acompañado de nachos. Como platos principales me gustaron especialmente el brioche de solomillo al whisky que me pareció una reinterpretación bastante interesante de esta clásica tapa sevillana y el pollo a la mostaza verde, que viene acompañado de unas crujientes láminas de yuca frita. El precio medio de las tapas me apreció adecuado para el tamaño y la calidad de estas.
Así que ya sabes, si estas por la zona y te apetece un tapeo acompañado de cervezas algo diferentes esta es una buena opción.

Localización y ambiente
Muy cerca de la Alfalfa se sitúa esta cervecería en la que se aúnan cervezas artesanales y cocina elaborada. El local es totalmente interior y dispone de varias mesas amplias, a compartir, si bien algo incómodas, dado que los asientos están algo bajos. Todo en estilo rústico. Puntuación 3.5.
Cocina
La cocina es bastante ecléctica, dado que en la carta se combinan platos tan diversos como el hummus, las alitas de pollo, el risotto o el sushi. Tuve ocasión de probar diversos platos de la carta, y ciertamente ninguno de ellos me convenció. Las patatas bravas porque sabían más a salsa de tomate que a salsa brava. El Hummus porque carecía de la textura característica del hummus, si bien lo habrán modificado para que mezcle mejor con los dips que lo acompañan. El sushi no estaba mal, pero la mayonesa de wasabi que lo acompaña era demasiado ligera para mi gusto. Y, por último, el bacalao en tempura, que iba acompañado de patatas pajas con cebolla, pero que no terminaba de ser un plato integrado. Puntuación 2.5
Bebidas
Disponen de seis cervezas de barril de diversa procedencia, interesantes, así como de un amplísimo número de cervezas artesanales de botella. Puntuación 4.0
Servicio
El servicio fue correcto, si bien, los platos de los comensales salieron con cierto retraso entre ellos, entiendo que debido a que éramos un grupo amplio (9 personas). Otro punto a favor es que puede reservarse mesa por teléfono. Puntuación 3.0
Precio
El precio es intermedio. Los platos en general traen cantidad, si bien creo que en algunos de ellos el precio es algo elevado para la calidad del mismo. Las tapas oscilan entre los 3 y los 6 euros. El precio de las cervezas es también muy variado. Puntuación 3.5
En definitiva, no sé si volveré. Por el momento, entre las cervecerías artesanales de la ciudad, me ha convencido bastante más Maquila que éste. Puntuación global 3.00

La cerveza artesana y de importación han llegado para quedarse y buena prueba de ello son este tipo de locales, que centran su carta en ofrecer un repertorio muy interesante de esta bebida. Si, además, lo acompañas con una cocina muy sabrosa, abundante y bien de precio, resulta que estás ante una de las mejores opciones para comer por el centro de Sevilla. Eso es Beodo Craft.
El local está perfectamente integrado en la filosofía de la zona, llamada por los comerciantes como Soho Benita, donde se prodigan los comercios más modernos, alternativos y, llamémoslos hipsters, de la ciudad.
Buena variedad de cervezas, tapas y raciones contundentes y para compartir, todo a muy buen precio, atención excelente que domina la jerga cervecera y una ubicación envidiable. No sé qué más se le puede pedir…

Muy recomendable si te pilla la hora de comer en la zona de la Alfalfa. Gran variedad de cervezas artesanas internacionales a precio medio (2 – 3 euros la caña), también pintas. Tapas y raciones muy ricas y bien de precio. El sushi espectacular (8 piezas por ración, por si quieres compartir). La hamburguesa muy muy buena. Flamenquín muy bien frito, nada aceitoso. Aceptan reservas por teléfono

De los nuevos sitios de cerveza (cuando algo se pone de moda…) Beodo es uno de los que más me ha gustado. He estado varias veces desde que lo abrieron, y tanto las cervezas como las tapas han estado siempre bien.
En mi opinión, lo peor del local son los baños. La primera vez que fui hacía muy poco que habían abierto y los baños eran un auténtico desastre. Después los mejoraron algo, pero no mucho.
Tienen varias cervezas de barril y una carta amplia de botella. Las tapas van muy bien con la cerveza. Y el lugar es agradable.

Buen sitio para trapear en plena Alfalfa: se trata de un bar idóneo para los cerveceros, dado que tienen una amplia lista de derivados de la malta, tanto industriales como artesanos. He de decir que no soy fan de la cerveza, pero quienes probaron, repitieron: hay que probar la artesanal «nada que ver, chica».
La carta no es demasiado amplia, pero sí variada. Desde sushi, pasando por rissotto o papas bravas. Precios en torno a 5 – 6 €, también variado, aunque puede salirte más caro beber que comer. Probamos el rissotto y el pollo al curry, buenos.
El sitio es pequeñito, pero la disposición de las mesas es bastante acertada, por lo que aparenta ser un sitio amplio. Los camareros muy agradables y con tiempo de espera mås que aceptable.
Resumen: sitio recomendable para los que buscan bares alternativos, aunque si no eres cervecero… mejor que continúes buscando.

Muy buena opción en la zona de la Alfalfa. Un sitio nuevo, el local muy agradable al igual que el trato. Lo mejor para mi gusto, las craft beers. La de la casa es muy recomendable.

Buena cocina e infinidad de cervezas para elegir con un servicio inmejorable. ¿Mejor combinación? Sin duda, los ingredientes del éxito están metidos ya en la coctelera y lo que puede salir solo es bueno, como Beodo.
Un bar situado en la parte más moderna de la Alfalfa –el Soho– y que se está convirtiendo en uno de los referentes de la zona. No es un local demasiado grande, más bien es pequeñito. No obstante, destaca por su cuidada decoración, explotando bien el tema de la madera y mezclando el concepto con el de las cartas luminosas con las decenas de cervezas que tienes a tu disposición.
La carta de comidas no es muy extensa, pero sí lo suficiente como para que se te antoje alguna cosita. Como fui con un grupo de amigos, tuve la ocasión de probar varias cositas. La hamburguesa está buena, pero no es extraordinaria –pan algo seco – ; las lagrimitas de pollo son excelentes, van acompañadas de una deliciosa mayonesa de curry; el yakisoba es muy jugoso y bien servido; el pollo a la mostaza verde, bien de sabor pero poco hecho; el risotto de boletus y langostino es fantástico y, por último, el magret de pato no está mal, tarda demasiado el plato, eso sí.
Es difícil elegir solo una cerveza para acompañar la comida. ¿Lo mejor? Pedir varias, por lo que es buena idea elegir las medias pinta para así probar más. Hay para todos los gustos, colores y sabores.
El servicio es muy atento. Transmite buen rollo. Como el local es pequeño, mejor reservar o acudir fuera de la hora punta. Le auguro bastante éxito.

Excelente sitio para comer, además de económico, lo recomiendo
Trató agradable y simpático no lo dudéis acercaros

Acudí a este sitio para cenar en una noche de juernes con amigos. Me llamó la atención por el nombre, el local en sí y porque lo han puesto nuevo en la Alfalfa.
Destaca del Beodo la carta de cervezas internacionales, de corte artesano. Yo probé dos de ellas y me gustaron, y no suelo ser gran fan de las cervezas artesanas. La verdad es que me gustaría volver para probar más.
Para acompañarlas disponen de un menú resultón, para todo tipo de gustos, y cuidan la presentación de los platos.
A mí me ha resultado un sitio agradable, simpático, y encima en plena zona de copas de la Alfalfa, por lo que seguro que nos verán aparecer algún que otro juernes más ;)