Banco Gallego

El Banco Gallego es en el que yo guardo a buen recaudo mi gran fortuna. Deudas y préstamos, más que nada. Ya vendrán tiempos mejores, ya vendrán…
El caso es que esta sucursal es la primera de esta entidad bancaria que arribó desde terra galega, y sigue siendo la única, porque abrieron otra, pero no duró más que un par de años, o ni llegó. Cosas que pasan. Tiempos mejores, ya vendrán…
Yo, metí el dinero en esta sucursal porque en ella trabajaba mi amigo Murdok, y cuando uno va al banco le gusta encontrarse facilidades además de colas y otras vicisitudes que se suelen encontrar en estos adinerados establecimientos. Siempre es reconfortable encontrarse un amigo, y si es en el banco, porque trabaja allí, y te lleva los dineros y sus asuntos, y te los explica como si tuvieras cinco años, mejor que mejor.
Mi amigo se fue a otro banco. Pero yo sigo aquí, porque el resto del personal me trata como un amigo, desde el director –Ángel, buenagente a más no poder, amable, cercano, nada estirado para el cargo que ocupa-​, hasta la limpiadora, pasando por el cajero –no el automático, el otro, el humano-​. Todos te atienden con un miramiento y una profesionalidad pasmosa, no como en otras sucursales de otros bancos en los que no eres más que un número de cuenta que se harta de hacer cola.
Y estoy convencido de que seguirán siendo como son cuando vengan tiempos mejores. Que vendrán. Seguro.