Las Piletas

El primer día de calor en Sevilla justo después de una semana lluviosa estaba por la zona de plaza de armas rumbo al centro y la sed me pudo. Entré en el primer sitio que ví, que casualmente era este.
Qué decir de la decoración…es la representación de la ranciedad mas tradicionalista de Sevilla. Ambiente taurino. Cabezas de toros disecadas. Oscuridad. Madera por doquier. El museo de los horrores.
Como colofón; el camarero no contestó a mi saludo, no levantó la mirada, y simplemente gruñó cual cromañón a mi petición. «Buenas tardes. Un café con hielo por favor» … gñññh. Nivel de ranciedad crítico.
Pero hay puntos a favor. Echando una ojeada a las vitrinas y a la parte superior de la barra pude observar croquetas, flamenquines y demas productos con una pinta muy casera apunto para cocinar. Arriba una ristra de jamones ibericos de bellota denominación de jabugo y varias cañas de lomo iberico. Desde luego las materias primas que tiene son bastante top, y los precios a juzgar por los productos bastante ajustados tambien.
Volveré? NO. Perdono casi cualquier cosa menos el trato mediocre.

Lugar al que habré ido como máximo tres veces en mi vida. No lo voy a negar, ni entra dentro de mis preferencias culinarias, ni dentro de mis preferencias en cuanto al ambiente.
Como han resaltado todos mis predecesores, la decoración es netamente taurina, llena de divisas, fotografías de toreros y alguna cabeza de toro disecada. De hecho, se cuenta que algún torero se pasa por allí de vez en cuando. Para el que le guste ese mundillo, sin duda, este es su sitio.
El local es muy grande, tiene un par de salones en la planta baja y un saloncito pequeño en la primera planta. Únicamente comí una vez y fue hace muchos años, aunque he de reconocer que no estuvo mal, las tapas estaban correctas.
El tipo de cocina os lo podéis imaginar, típica andaluza sin ningún tipo de florituras. En cuanto al ambiente, seguro que también os lo imagináis, rancio, rancio, rancio. Eso sí, está lleno de personas mayores que como bien sabemos todos, son el mejor indicador de que la comida es buena.
En fin, que para los guiris nacionales o extranjeros está perfecto, sobre todo para que los estereotipos de nuestra tierra sigan intactos.
Buon Appetito.

A real flavor for the history of bullfighting within the décor describes this place. The paella was a little salty, the fish however delicately prepared. A must have is the goat cheese with honey which we returned on another day to have. If you like octopus, another recommendation is the Pulpo Gallego.

Perdón Jorge 70 situado en C/​marques de paradas. Junto a Reyes católicos. Paralela al río. Pero no esta en Triana. Su cocina andaluza es muy buena. Con las chacinas de primera.

Las Piletas era el lugar de referencia en mi instituto, a la hora del recreo o de escaquearnos de las clases. Y es que en esos momentos se producía una extraña simbiosis: todos nosotros, chavales, con diferentes estéticas y estilos juveniles en un bar que, a simple vista, puede tener un aspecto «rancio». Claro que no nos importaba; ni nos dábamos cuenta. Las Piletas era entonces un islote, ese pequeño pedacito de libertad que nos dejaba el tiempo lectivo para conocernos mejor.
Hubo otros mucho bares alrededor del instituto, que vinieron y se fueron, pero Las Piletas es el único que sobrevive, y lo hace tal cual. He vuelto a entrar muchas veces, años después, y me lo he encontrado idéntico, con ese sabor que puede parecer rancio a algunos (a mí, en mi época estudiante) y clásico a otros. Lo recomiendo como un lugar de obligada visita en el casco histórico de Sevilla. Quizás no tiene tanto interés como otros, ni se encuentre tan presente en la mentalidad colectiva; pero sin duda es un testigo del paso de los años y una muestra de cómo se puede evolucionar sin cambiar un ápice la esencia.

Bar taurino por antonomasia
Las Piletas, Bar o restaurante, da igual, las dos vertientes son buena elección.
Si hay un sitio donde te atiendan bien, la comida sea exquisita y la decoración peculiar (para el que le guste el mundo del toreo).
Lo conocí hace años por mi marido, se llevo tres años trabajando en la Calle Marqués del Duero y desayunaba allí todos los días. Con el paso del tiempo Dani, se convirtió en un cliente habitual, y fuera del horario laboral, no había mes que nos pasáramos a tapear. Hasta llegamos a celebrar una comida de navidad en esa pequeñita planta de arriba (obsérvala cuando vayas…)
Sobre lo que se puede comer allí, entrantes tienen una larga lista, yo opto siempre por la chacina es de lo mejor todo de la parte de Jabugo, el pescado da igual, lubina a la plancha, lenguado a la buena mujer, cualquier cosa todo rico. De la carne, el solomillo a la pimienta muy recomendado y si te puedes permitir el lujo una pierna de cordero. Todo esto acompañado de un buen Rioja o reserva.
Y si te quedan ganas de rematar la faena, como se suele decir en el argot taurino, un rico postre arroz con leche mi preferido.
Recuerda si vas por allí dile a Manuel el encargado que vas de parte de Dani y Clara. Y si te atiende en mesa Gabriel, que suerte has tenido.

La decoración al estilo andaluz orientada al mundo del toro, entre tanta foto de dehesas y alcornoques, puede despistar un poco si piensas que aquí la especialidad es la carne de ternera o la comida extremeña. No sé si realmente ellos lo consideran así, porque para mí lo que de verdad está rico rico es el pescaíto frito. Te aconsejo que pidas puntillitas y boquerones, que son las mejores variedades que sirven aquí.
El restaurante está frecuentado tanto por turistas como por sevillanos, si bien los precios están más dirigidos a los primeros, no sé si me entendéis… Si puedo elegir sitio, prefiero comer dentro, que al menos tiene más solera y ninguna polución ni ruido de la calle donde se ubica.
En otras ocasiones he ido a desayunar y, curiosamente, el precio no me ha parecido tan alto y bien rico que estaba todo. En definitiva, si te gusta comer entre los tópicos del toreo (incluyendo algún cliente), a Las Piletas debes ir.

Restaurante situado en el barrio de Triana, Sevilla.
Tanto el ambiente taurino, la decoración como la comida es cien por cien andaluza.
En su menú destaco el gazpacho y la sopa de picadillo. Hay gran variedad en sus vinos.
El servicio muy majo y amable, nos atendieron muy bien y nos sirvieron rapidamente todo recien echo.
El precio fue asequible y seguro que volveremos a ir.
Ideal para ir tanto con amigos, con familia y pareja.