Tenía muy buenas referencias de El Pradal de San Sebastián, así que cuando me enteré de que los mismos dueños iban a abrir otro local en la zona de Arturo Soria, no dudé en sugerirlo como lugar para la comida de navidad de mi empresa. Nos ofrecieron un menú de 40 € por persona que incluía: — Aperitivo: bocaditos de jamón de pato con salsa de frutos rojos. — Entrantes: jamón ibérico cortado a mano con tosta de pan de cristal; tostas de naranja, salmón marinado y su caviar; zamburiñas a la parrilla; y verduras a la brasa con romesco de avellanas y sal del Himalaya. — Plato principal(a elegir): merluza asada con salsa de ajo tostado y picada mallorquina; o carrilleras ibéricas a baja temperatura con espárragos, bacon, milhojas de patatas y cebollitas glaseadas. — Postre: hojaldre de mango con helado de vainilla y ralladura de lima. — Café e infusiones con surtido de turrones artesanos. — Bodega: Vino blanco Martivilli D.O. Rueda, verdejo 100%. Vino tinto Toser D.O. Ribera del Fuero, tinta fina 100%. Refrescos, cerveza y agua. Nos reservaron un salón en el que estuvimos muy cómodos. Nos pusieron dos mesas rectangulares en paralelo, y ello facilitó que pese a ser un grupo bastante numeroso(35 personas) pudiéramos hablar durante la comida. Nos impresionó la calidad y rapidez del servicio. Prácticamente no hubo tiempo de espera entre plato y plato, y todo ello pese a que el restaurante estaba lleno y llevaba pocos días abierto al público. La calidad de la comida fue excelente. Todos los platos deliciosos, aunque destaco las carrilleras que estaban en su punto justo. La sobremesa se alargó un poco, y los camareros en ningún momento nos presionaron para que nos fuéramos. Nos atendieron estupendamente y salimos encantados. Tienen menú del día por 15 € con platos de autor. Todavía no lo he probado, pero no tardaré en hacerlo.