Restaurante Andalucía

Estábamos con función en Calpe y nos recomendaron ir a este restaurante para poder disfrutar del mar con el día tan bueno que hacía y nos pareció un acierto.
Hay que decir que está en típica zona de turismo de veraneo del Levante, así que tiene ese punto setentero kitsch de unos modelos de turismo un tanto demodés, así que como tal hay que valorarlo y es mejor disfrutar de ese punto trash de vacaciones de la familia Alcántara.
Comimos muy bien. Para comenzar compartimos unos mejillones al vapor y unos chopitos y como plato principal un arroz del señoret, que según nos contaron era muy parecido al abanda pero con todo el pescado pelado para no tener que pararte en minucias. Lo tomamos con un alioli fuerte que le daba un toque exquisito. De postre tenían algunas cosas industriales y otras opciones caseras de las que probamos tiramisú y crema catalana.
Al salir unas fotitos con el peñon desde la playa que hay a sus pies y a reposar la copiosa comida.

Estuvimos el pasado sábado 9 de julio de 2011 y lo que iba a ser un rato agradable se convirtió en un suplicio. El trato fue denigrante, las bebidas ‘hay que pedirlas con vaso’ (lo dijo hasta en dos ocasiones el camarero), porque si no te dan la botella a pelo, con treinta y cinco grados que había allí. Además, nadie quería servirnos el postre, porque había un camarero ‘encargado de los postres’, que nadie avisaba ni se sabía quien era. Por lo que nos quedamos sin postre. Por otro lado, la paella (nada barata, por cierto), estaba caldosa y fue una de las peores que he comido en tiempo, de hecho ni la pude terminar.
Siento esta crítica, porque había ido a este restaurante en otras ocasiones y me había gustado, por eso repetí. Pero desde esta, no volveré.