Sanatorio Aconcagua

Recuedo muy bien la primera vez que visité este sanatorio. Eran mis primeros días en Córdoba y yo ya estaba enfermo, entre el stress de la mudanza y del cursillo de ingreso mas algún que otro virus que me habré agarrado, estaba con mucho dolor de garganta y algo de fiebre. No sabía bien adonde ir, y mi vieja me recomendó este lugar, donde además atendían por mi mutual. Fui a la guardia, a la noche, y me pareció un muy lindo lugar.
Sobre calle Rondeau en pleno nueva Córdoba, este centro llama la atención. Es muy grande, con una fachada antigua modernizada y un ingreso jerarquizado. El sistema para sacar turno era muy eficiente y en unos minutos ya estaba sentado en una cómoda sala de espera hasta que me llamaron. El lugar se veía muy limpio y ordenado, como debe ser en una clínica. La chica que me atendió tenia pinta de residente o recién recibida, pero se notaba que sabía bien lo que hacia. Por suerte lo que tenía yo no era para tanto, me recetó un par de cosas y en un par de días ya estaba bien.
Por suerte no he tenido que volver mas, ya que las clínicas no son lugares a los que uno vaya por gusto, pero si me volviera a ocurrir algo no dudaría en acudir a este sanatorio.

Hace un par de años era el sanatorio al que más recurría ya que tenía a varios médicos de cabecera allí, pero al mudarme por supuesto tuve que cambiarla por otra clínica que me quedara mas cercana.
Este año, por razones particulares tuve que asistir a la guardia del Aconcagua y la verdad es que me dí cuenta de lo flojo que viene en infraestructura, al menos la sucursal de Rondeau donde es la guardia, ya que han construido otras sucursales que sé que están mas lindas.
En esta todavía hay mucha espera en la recepción general, poca gente atendieron dando lugar a largas colas, obvio. No está muy bien organizado, no tiene sillas para sentarse y esperar, y al tener guardia específica de Obstetricia ves a muchas mujeres embarazadas esperando horas a que las atiendan, lo cual es de terror.
La atención en la guardia se hace esperar mucho, y cuando pasás no es la mejor atención de todas. Si los profesionales se nota que saben pero todo el papelerío administrativo deja mucho que desear.
A nivel higiene viene flojo, lo cual es el colmo, es una clínica! Y los baños igual no están bien limpios como deberían.
Por suerte ya no es el centro de atención que me queda mas cerca, porque no me dan ganas de volver.

El Sanatorio Aconcagua es uno de los hospitales privados de la zona de Nueva Córdoba. Cuenta con dos dependencias a menos de dos cuadras de distancia, en cada una de las cuales se atienden distintas especialidades de la salud.
En la sucursal de la calle Rondeau se pueden encargar análisis y estudios exploratorios diversos. En cuanto a la solicitud de turnos, se puede realizar personalmente en ese edificio, o bien por vía telefónica (mediante líneas rotativas).
El Sanatorio Aconcagua dispone de ginecólogos, oculistas, urólogos, oncólogos, cirujanos y todo tipo de médicos, dedicados a cada área de cuidados del cuerpo humano. Los empleados administrativos son en general muy cordiales y no tiene problemas en ayudarte.
Me tocó ir varias veces, algunas por interés propio y otras como acompañante, y en general nunca tuve que esperar demasiado. Sin embargo, hay horarios en los que la sala de espera suele llenarse, especialmente cerca de las diez de la mañana o a media tarde.
En lo que respecta a las instalaciones, se ven bastante bien aunque podrían atenderse detalles menores, como arreglos en la pintura de algunas paredes. Por último, quienes no cuentan con obra social pueden pagar consultas de alrededor de $ 300, de acuerdo a la especialidad de la que se trate en cada caso.

Con tantos hospitales, sean públicos o privados, en esta ciudad, puede resultar difícil saber dónde ir cuando te enfermes o te pase otra cosa así. Yo siendo extranjera tengo que pensar aún más, porque no tengo obra social acá pero tampoco me gusta esperar mil horas en un hospital público. A veces voy a la guardia del Hospital de las Clínicas porque no pagás nada, pero igual tenés que esperar un rato para ser atendido.
Una vez que tenia un poco de plata, dije ya fue, voy a un hospital privado, Sanatorio Aconcagua, para ver como están mis ojos y otras partes mías. Saque un turno para un oftalmólogo y me atendió muy bien. Me salió un poco mucho, como $ 300, pero capaz por ser un sobre turno así del último momento. La segunda vez que fui, tenía un turno normal y me salió $ 200 no más.
Otra vez fui a una ginecóloga en otro sucursal del sanatorio, pero que queda muy cerca a este sucursal. De nuevo, me atendieron muy bien y no tuve que pagar demasiado. Es lindo saber que, aún sin obra social, los médicos te van a tratar bien.
El sanatorio es muy organizado y limpio, lo que es muy importante me parece. Nunca tuve que esperar más que quince minutos para ser atendida.

Este Sanatorio ha cambiado mucho en los últimos dos años. Se ha convertido en una red «Red Aconcagua».
Dependiendo del punto de vista, los cambios han afectado los servicios en algunos casos han significado mejoras y en otros aspectos algunas complicaciones.
Ha mejorado la estancia de las personas que se acercan a pedir el servicio al mostrador principal, antes eran colas interminables, donde la gente grande no tenía donde sentarse para esperar. Ahora se manejan con sistema de entrega de números y pueden aguardar sentados hasta ser atendidos.
Se abrió un espacio moderno, con pantalla LED, máquina de café y sillas cómodas para la espera en la Guardia. Lamentablemente no han ampliado esta parte del servicio, ya que solo consta de unas 6 camas más o menos.
Tengo la experiencia de haber usado mucho los servicios de este Sanatorio, y la calidad de los profesionales es muy buena. Solo la administración presenta algunos problemas: por ejemplo, un turno para un traumatólogo se extiende por más de un mes.
Mientras que ante, todas las prestaciones (y que realmente abarcan todos los servicios), el crecimiento del Sanatorio ha provocado la ampliación de los espacios, por lo cual ha hecho uso de otros edificios ubicados cercanos al Edifico Central en Rondeau 445. Entonces se extiende a los consultorios sobre Paraná, sobre Salguero, sobre Chacabuco y algunas especialidades en la calle Tablada.
Aun así, es una muy buena opción para la gente que vive en la zona sur de la ciudad, ya que apenas ingresan al Centro por Sabattini, a 3 cuadras tienen este centro de atención.