La Manzana Jesuitica tiene más cosas que las que yo creía. Una de ellas es este Museo. Tiene una Puerta grande, hoy estaba abierta porque estan con unas reformas pero en general esta cerrada. Te tenes que hacer anunciar, para que algún guía te acompañe a conocer el lugar, no te permiten que pases solo. La visita no dura mucho tiempo, y te cobran $ 5 de entrada. Cuando entras, hay un patio rodeado de galerías de estilo colonial. En el centro hay un monumento que estan remodelando, y alrededor unas flores hermosas. Hay varias habitaciones, unas son usadas para el museo y otras como depósitos. Al primer piso no se puede subir, estan en uso pero no supieron explicarme exactamente si alguien vive ahí o utilizan para el área administrativa. En una de las habitaciones hay objetos personales del Obispo San Alberto, otra es un ejemplo de cómo eran las camas y los baúles que llevaban las niñas que que vivían en el lugar cuando era sede del Real Hogar de Niñas Huérfanas Nobles. Las habitaciones eran enormes, compartidas por unas 40 nenas, por lo que cada cama tenía al rededor una cortina que las tapaba(no podían estar en camisón delante de otras nenas). En esa misma habitación se ir al subsuelo, donde antes funcionaba una cocina. El piso del lugar es tal cual el que había hace muchos años. Hay un mortero, baúles enormes donde guardaban la mermeladas y los productos que elaboraban las monjas, etc. Hay otro patio, y en éste se puede acceder a la cripta. Es un lugar bastante tétrico la verdad… lo usaban para depositar los cadáveres de las hermanas y las internas que morían en el lugar. Le ponían cal y 45 días despues, un hombre bajaba y sólo quedaban los huesos, los que depositaban en una fosa común. En la actualidad quedaron dos cajones con un cuerpo dentro que no se sabe por qué, no pudieron sacar, por lo que los taparon con cemento. Un detalle que no me gustó, es que no te permiten sacar fotos dentro, sólo en los patios.
Sarah-Claire J.
Tu valoración: 4 Córdoba, Argentina
La zona de la Manzana Jesuítica siempre ha tenido cierto encanto para mí, aunque no me interesa mucho la parte religiosa. Pero no puedo negar que los jesuitas contribuyeron mucho al crecimiento de la ciudad de Córdoba, con la fundación de academias e institutos que después se convirtieron en las primeras universidades en América del Sur. Un lugar que tiene mucha historia acá en Córdoba es lo que hoy se conoce como el Museo San Alberto. Fue construido por los jesuitas en el año 1693 y sirvió como convento de Nuestra Señora de Monserrat. Después fue utilizado como residencia para los primeros alumnos de la Universidad de Córdoba(hoy se llama Universidad Nacional de Córdoba) hasta el año 1782. Hoy en día es un museo que muestra objetos de su época como orfanato para niñas. Se convirtió en una de las primeras escuelas solamente para chicas. Podés ver artículos de la vida doméstica de estas niñas, y también instrumentos musicales. En uno de sus sótanos se encuentra la primera imprenta en Argentina. La entrada no es cara para nada. Sale $ 5 no más, y solo hay que tocar timbre para entrar y empezar tu visita. Para ver la primera imprenta de este país, me parece un precio muy justo.
Euge S.
Tu valoración: 5 Córdoba, Argentina
El Museo San Alberto, cuyo nombre completo es Museo de Arte Religioso Obispo Fray José Antonio de San Alberto, es un verdadero tesoro histórico y arquitectónico emplazado en pleno centro cordobés. Su construcción, de origen jesuita, comenzó en el año 1693 y sirvió a distintos propósitos con el paso de los años. Se trata de una casa muy pintoresca y llena de magia. Tras cruzar un fresco zaguán se accede a un patio que te transporta de inmediato a otra época. Esa área está delimitada por hermosas galerías con arcos, a la vieja usanza. Algunas plantas aquí y allá adornan el espacio y aportan vida al antiguo lugar. Uno de los detalles más interesantes de este lugar es sin dudas su misterioso nivel subterráneo. Tras atravesar las escaleras descendientes se accede a una cripta, en la que los religiosos enterraban a sus difuntos. Además de ese subsuelo, la casa cuenta con una serie de sótanos igualmente llamativos, donde los habitantes conservaban alimentos y bebidas. Allí también se situó la primera imprenta de lo que luego seríà la República Argentina. Además de tratarse de un lugar encantador, el Museo San Alberto es súper económico en lo que al costo de la entrada refiere. El precio es de tan solo $ 5. Para visitarlo, basta con tocar el timbre para que el encargado de turno te permita pasar para comenzar el recorrido.