Le Famiglie

De las dos veces que fui a Le Famiglie ninguna me defraudó; ambas ocasiones fue para almorzar.
Es una suerte de bodegón con manteles. Muy tradicional, comida bastante porteña, porciones ni tan grandes o chicas.
En este sitió comí locro por primer vez, le hice comentario al mozo y sin pedirlo me trajo otra cazuelita con locro para que no me quedara duda de lo rico que es este plato. Este tipo de detalles son los que enamoran y marcan la diferencia entre regresar a un sitio o no.
La atención y mozos 10 puntos. No tengo queja alguna, todos mozos super atentos, conocedores de todos los platos y recomiendan o sugieren según especiales del día.
Siempre tienen un cartelito en la puerta incluyendo cuando tienen ancas de rana (jamás me he atrevido a probarlas).
Segundo plato que probé en este sitio fueron ravioles negros al salmón. Porción abundante, rica, muy salsosa.
El ambiente es completamente familiar; jamones colgando, plantas, camisetas enmarcadas.
Típico lugar para almorzar y comer comida bastante casera.
Sugerencia: Llegar temprano, se llena mucho. La gente espera en la vereda.

Caímos de casualidad un finde largo. El lugar es una antigua farmacia de barrio, que ahora es un restaurant.
Tienen una carta muy variada, pero se ve Qe su especialidad son las pastas. Igualmente mucha gente pedía una picada que traía rabas y papas fritas.
Yo pedí unas cintas con salmón y crema, la verdad es que estaban riquísimas. Para recomendar y los platos son bastante acusantes. Preguntar al mozo antes de pedir como es la porción.
Los precios no me parecieron caros y la atención fue muy buena.
Para tener en cuenta venden medialunas recién hechas que tenían una pinta barbara.

atendimento muito bom e o prato muito bem servido, salmao com alcaparras e camarao, bife de lomo le famiglie, muito saborosos

This is a wonderful place is charming And cool this is very local what nice was the waiters where so helpful and kind great wine and dinner I’ve eaten here four times and enjoyed all my dinners there

Walter, unos ñoquis bolognesa!
Cada vez que voy, pido lo mismo.
Pido lo mismo porque es mi plato preferido.
Este lugar, es una cantina tipica porteña.
Ni bien entras te recibe Juan Patiño, gallego, el dueño y timonel del lugar.
El tipo serio, si hay lugar te ubica al toque y lo vas a ver pasar por las mesas preguntando si esta todo ok o liberando mesas.
Pegado a la entrada están las mesas de Walter, mi mozo preferido.
La atención es excelente en todo el salón.
Es ruidoso, las mesas están cerca una de la otra.
Tenes un baño digno, no esperes lujos.
La carta es amplia, no enorme, con opciones de parrilla, pastas, entradas, pescados y mariscos.
Muy buena milanesa frita, monumental la milanesa LE FAMIGLIE.
Para cerrar, podes rematar la ingesta con una COPA DE LA CASA, la PRIMAVERA.
Un desparramo menemista de dulce que da placer atacar.
Mi plato preferido, cuesta $ 38.
Tenes estacionamiento gratuito, no olvides sellar el ticket.
Es ideal para ir en grupos, el ambiente es ruidoso y recorda que las mesas están juntas.
Si queres ver algún partido mientras cenas, tenes dos teles para no perderte nada.
Tienen delivery en un radio de 10 cuadras.