Boutique Taberna

Cuando te encuentras sitios con encanto, casi escondidos por las calles de Lisboa hay que hacer un alto en tu paseo turístico y entrar. Y es lo que hice con este lugar.
Creo que se ha convertido en mi lugar fetiche de la ciudad en estos días que fui a turistear un poco. Y es que entre monumento y monumento siempre es necesario un «alto» en el camino para reponer fuerzas. Y fue cuando bajando unas escaleras que daban a un muro pintado con un gran graffiti nos encontramos éste pequeño rinconcito. Vimos un cartel en el que firmaban «Sangrías 3 €» y no lo dudamos más.
A la entrada un maniquí con un cartel que te daba la bienvenida (ya un tanto curioso), pero al entrar más sorpresa aún, puesto que era como viajar en el tiempo. En el tiempo de los transistores, televisores antiguos, libros, lámparas y cuadros todos de hace varias décadas. Incluso su mobiliario igual. Mesas, butacas, sillas y sillones (digno del tapicero) de todos los estilos llenaban esa pequeña «taberna», Al final una barra chiquitita y al mando unos jóvenes muy amables que nos tomaron nota al entrar y acomodarnos en un pequeño rinconcito de éste sitio.
Decir que es de las mejores sangrías que he probado EVER. Se toman su tiempo en hacerlas, con lo cual eso es un superpunto. Ni muy dulce ni muy pasado. En su punto. Acompañando nuestras bebidas un pequeño aperitivo y así se nos fueron las horas. Entre sangrías, el encanto del sitio y su música de fondo, todo música portuguesa tradicional. Otro superpunto.
La verdad es que habiendo descubierto el sitio el primer día de mi viaje fue sin duda parada obligatoria el resto de mis días allí. Probamos la sangría de vino tinto y vino blanco. No sabría con cuál quedarme.
Sin duda me quedo con éste pequeño rinconcito como mi lugar preferido de toda la ciudad para hacer un pequeño descanso y disfrutar de su interior. No te cansarás de ver tanto detalle retro y/​o vintage que hace que consigas quedarte por horas. Tanto por sus precios, como por el lugar en general, se ha convertido en mi sitio fetiche de Lisboa.
Si vuelvo (que lo haré) espero que siga abierto éste lugar y no pierda su encanto. Es absolutamente GENIAL.