Il Bacco Pizzería

Hay lugares que no necesitan ser demasiado ostentosos para reclamar para sí mismos la esencia de un tipo de comida. Il Bacco es de esos. Personalmente, me gusta muchísimo la comida italiana, pero en muchos sitios te venden la idea de que la comida está hecha tradicionalmente nomás porque sabe a aceite de oliva. Aquí no.
Cada cosa está hecha con un esmero y dedicación prodigiosas, que hacen que la pizza sea lentísima, pero cuando te la sirven percibas entre los ingredientes (que oscilan entre aceitunas, jamón serrano, queso de cabra, alcaparras, berenjenas…) el tiempo, quizá el que mejor sabor le da de todos.
Además, puedes probar la lasña al horno, que es igualmente deliciosa, porque cada ingrediente parece que fue sembrado, plantado, cosechado o cortado pensando en el platillo en que después se convertiría.

Cuando conocí las «Il Bacco», no tenia expectativa alguna, ni de sabor ni de precio, ni de absolutamente nada; cada que escuchaba las palabras «4 quesos», me daba curiosidad cómo la prepararán en este lugar.
Así que le di la oportunidad y me pasó lo mismo que le pasa a Reni en Ratattouille; explosión de sabores por todos lados. Las pizzas que se hacen en Il Bacco no son convencionales, vienen de una rama «artesanal» hechas en un pequeño horno, tardan en hacerlas ya que sabemos que mientras más esperemos mejor será el resultado.
Tengo un año y medio visitando este lugar cada jueves, de pronto se volvió para mi familia y para mi, una tradición. La música siempre tiene el nivel de audio perfecto; totalmente variado desde algo muy lunch, pasando por miles de géneros hasta llegar al electrónico.
Muy recomendados la pizza de 4 quesos (exquisita, el queso de deshace en la boca), la piccola ciabatta y el fetuccini Alfredo con camarones y queso azul.