Caleta

Para una comida fresca y casual en Chapalita, Caleta es un buena opción.
Aquí le dieron un vuelco a la tradicional tortita ahogada cambiando el puerco por carnitas de pescado, pulpo y camarón. Las sirven un en birotito salado bañado en salsa y coronado con cebolla morada y aguacate ($ 35).
También tienen tacos dorados de papa, frijol o rajas con el cebiche a tu elección, marlin o aguachiles (de $ 20 a $ 30).
Mi favorita fue la tostada de atún fresco, que puedes complementar con la barra de salsas, ensalada y chilitos.
Para beber hay micheladas, cervezas y limonada con pepino; de postre pide el helado de Froot Loops, tan dulce como el cereal, pero cremoso.
El lugar es pequeño, cuenta con un par de mesas y una barra. Si tienes suerte puedes ponerte en alguno de los dos lugares de estacionamiento que tiene afuera.
*Aceptan pagos con tarjeta.

Caleta nos trae una opción diferente a la hora de pedir tacos y torta ahogada, haciendo las mas llamativas fusiones de estos platillos con la comida del mar.
La experiencia en caleta es diferente, el lugar está construido para que realmente te sientas en un pequeño restaurante de puerto dentro de la ciudad, el personal agradable, atento y muy amable.
Lo que me apeteció pedir fue una torta ahogada de camarón y unos tacos de papa con marlín, aquí fue donde mi experiencia baja un poco las expectativas, a pesar de que la comida fue traída a tiempo el sabor no fue el que yo esperaba, los ingredientes principales eran algo insípidos y en general carecían de un buen sazón, sobre todo la torta ahogada.
Espero haber ido en un mal día o que por el hecho de ser un lugar nuevo aún estén en el proceso de mejorar sus platillos, pretendo regresar en una par de meses y poder cambiar mi opinión, creo que es un buen concepto y valdríà la pena regresar.