La Fuga de Don Porfirio

Lugar pequeño para escuchar algo de rock, con una cerveza, platicar a gusto, tranquilo la atención muy buena, precios accesibles, música en vivo después de las 10 de las noche los fines de semana.

Excelente para ver el partido y comentarlo, gran diferencia, los propietarios siempre estan abiertos a la polemica y al comentario. Las chelas baratas y el ambiente pues el del rumbo aceptable, hay q salir para ir al bano pero esta pasable, precios excelentes. Villamelones abstengase! No tenemos tiempo de explicar ni oir estupideces!!!

Creo que es de esos barecitos un poco usuales y este si es un verdadero barecito, ya que mide lo que mide cualquier localito que rentas, tiene una historia muy interesante, pero ya lo reseñó un compañero, pero bueno a mi me parece mágico y especial este lugar a pesar de ser muy pequeño la pasas muy a gusto.
Los precios bueno son muy económicos, creo que es de esos lugares donde siempre verás gente, por lo regular ñores, a veces leen el tarot y echan partidas de ajedrez o damas chinas.

Conocí este lugar por un amigo. Él solía venir mucho aquí a echar el trago con sus amigos en reuniones que se gestaban desde la red social del pajarito azul. Siempre (y más si eran fin de semana) había un comentario que hacía alusión a La Fuga de Don Porfirio y de la buena juerga que se había o se estaba dando aquí.
Movido por la curiosidad decidí venir a ver qué había o qué tenía de especial el lugar y les diré que cuando llegué, instintivamente fui a la barra a pedir algo para beber, me senté y disfrute del partido que transmitían. El ambiente al principio parece tenso y así lo sientes, pero una vez que entras en confort no te quieres mover ahí. La mayoría de los clientes que hay aparentemente ya son de antaño y siempre están dispuestos a abrir la conversación y eso es bueno.
Las instalaciones del lugar, aunque ya son algo arcaicas están bastante cómodas y a pesar de que su fachada no es muy vistosa, es un sitio bastante frecuentado por las noches de fines de semana. Ideal por si se te antoja un par de cervezas o si de plano tienes sed de una botella.
Lo más solicitado aquí es la cerveza.

Lugar pequeño pero divertido, con un gran ambiente y una barra muy luminosa, perfecto para estudiantes, grupos de amigos o cuando quieres tomar tranquilo. La cerveza es muy barata, no pagas más de $ 20 por una, tiene bebidas muy exóticas como el diablito que es un licor «secreto» con sangrita y dos cacahuates que simulan ser los cuernos del diablo.
Perfecto para todos aquellos amantes del futbol, se siente la pasión cada vez que hay partido casi como si estuvieras en el estadio mismo. En ocasiones organizan rifas de playeras de futbol y cosas así.
Venden botana
No tiene estacionamiento

Con una pequeña puerta se puede observar un lugar emblemático en muchos sentidos, pero sobre todo en el aspecto histórico pues se dice que ahí se vivieron momentos tensos con el mandato de Porfirio Diaz, no por nada el nombre que lleva este lugar, donde se dice que el mandatario se refugió para no ser apresado por los franceses.
Interesante ¿no? ahora puedes saber que este lugar no es una simple cantina/​bar, si vas estarías pisando un lugar que jugó un importante papel para la historia de México. En este lugar, aparte de unas buenas cervezas, es probable que pases momentos muy agradables y ¿por que no? memorables.
El ambiente es muy divertido y además puedes tener la seguridad de que no gastarás grandes cantidades de dinero, pues no es muy caro, bueno eso depende de cuanto ingieras pero no dejes que la bebida te traicione y bebe con responsabilidad.

Tenía que venir a ponerme una buena jarra a este lugar. Aparte de las buenas
recomendaciones que me habían dado sobre sus bebidas típicas, resulta ser que es el
lugar donde el 20 de septiembre de 1865, unos caballos esperaban al general Don
Porfirio Díaz para que escapara de su reclusión. Frente al bar, está el edificio Carolino
donde el general fue prisionero por los franceses.
La historia cuenta que apoyándose de una cuerda amarrada a una estatua escapó.
El bar es pequeño, muy concurrido y me gusta porque se respira el aire de que algo
emocionante ahí aconteció. No sé si es porque siempre hay alguien hablando de
Porfirio y su gobierno o agregando ya hasta el color de los caballos que lo esperaban,
pero mi vena historiadora siempre me obliga a volver.