Hotel La Alhondiga

como hotel no conozco, pero hoy vi una publicidad bastante atractiva, decia capuchino y pastel por 39… el capuchino el anuncio de adentro decia de 300ml un vaso muy considerable, bueno pues entramos y nos hicieron pasar como un tipo cocina mas sencilla que el restaurant del hotel, despues tardaron bastantes minutos en servirnos un capuchino si se puede decir asi, era como de 150ml el vaso y ademas sin espuma ni nada parecido al anuncio, al probarlo al menos tuviera sabor a algo, pero sabia a agua pintada, bueno ya ni pedi el pastel que se veia bastante feo, nunca lo sirvieron ni quise porque ya con lo que me dieron fue suficiente, fue algo horrible eso q sirvieron y ademas de todo nos cobraron y ni siquiera lo probe!!! muy mal por ustedes voy muy seguido a los nevado q esta junto solo por lo que dan y excelente servicio, lo recomiendo y voy cada que puedo, con ustedes olvidenlo ni pensar la comida que promocionan no me quiero arriergar, si asi perdi 100 pesos por no comer nada, prefiero otro lugar… NO RECOMIENDO EL RESTAURANTE DE LA ALHONDIGA

Pues el lugar es bonito, pero no es nada original, y su decoracion no es muy linda que digamos, esta regular.
El servicio si es muy bueno, te atienden muy bien y estan al pendiente.
Y la comida en lo personal no me gusto nada, la sopa esta super salada, la pasta muy incipida, las costillas sin sabor y el agua amarga.
En lo personal no regresaria.

Ubicado en el Pasaje del Centro, hace algunos meses fue madrina de confirmación de una amiga de la preparatoria, como era de esperarse fuimos a celebrar después de la celebración y empezamos a buscar algún buen y bonito restaurante para desayunar, caminando sobre el pasaje del centro nos topamos con ese bonito hotel y al percibir el bufet desde afuera decidimos que ahí desayunaríamos. El hotel cuenta con los servicios necesarios para eventos como bodas, reuniones, servicios para empresas o reuniones de negocios.
El restaurante y bufet, que es lo que yo conocí, lo recomiendo mucho. Ambos son pequeños pero ideales para disfrutar un sábado o domingo en familia. Desde que llegas te atienden y te ofrecen café o chocolate caliente, la variedad en el menú es poco pero es muy muy bueno. Las papas gratinadas son deliciosas y los chilaquiles pican bastante pero ambos son sabrosos. Tiene copas con fruta ya servida, cereal y pan dulce en una canasta para disfrutar con tu chocolate o café.

La entrada del Hotel está un poco escondida, sobre todo porque a pesar de que está en pleno Zócalo de la ciudad, no sabes de su existencia hasta que decides pasar por el pasaje ayuntamiento. Ya una vez ahí, se nota de inmediato.
He tenido la oportunidad de quedarme aquí una vez. El servicio y la atmósfera que se propaga en el ambiente es acogedora y digamos, elegante. Las camas de los cuartos son cómodas, hay televisión por cable, cuenta con teléfono digital, conectividad wi-​fi, aunque el inconveniente es que en efecto, los cuartos tienen dimensiones un poco reducidas, pero son económicos. Una buena ventaja que hay es que las habitaciones tienen baño privado con agua caliente durante todo el día.
El Hotel cuenta con servicio de desayuno, almuerzo o cena, pero en lo personal no te lo recomiendo mucho, por las porciones que te dan y por el costo de estos. Pero recuerda que estás en el zócalo, tienes millares de opciones.

Hace un año tuve que buscar junto con dos amigas más un hotel aquí en Puebla, la verdad es que en esta zona hay una gran variedad de opciones, pero ya era noche y sólo quería descansar. Alguna vez un amigo me recomendó este hotel. No es caro, por las tres personas que nos quedamos ese día fueron menos de $ 800.
Al entrar a la recepción estás un poco dudoso puesto que es muy pequeña. Pero al entrar al hotel en verdad que uno se siente acogido por el ambiente. Sus recamaras son pequeñas, y el hotel en sí también, pero se respira un aire colonial que pocas veces se vive en uno de estos lugares.
Las personas que nos atendieron aquella vez fueron muy amables, nos mostraron varias recamaras que se ajustaran a nuestro presupuesto, y nos dieron un tour por los salones principales del hotel, donde se llevan acabo eventos, donde se presume estuvieron algunos personajes importantes de la historia de México, en la época de la Nueva España (al menos eso nos contaron en el recorrido que nos dio el guardia)
A la mañana siguiente desayunamos ahí mismo. El restaurante no lo recomiendo mucho, es mejor salir a alguno de los restoranes que hay afuera del pasaje, ya que tardaron horas en atendernos, la comida estaba fría y nada buena, y los precios son caros.
Pero fuera de la experiencia del desayuno en el restorán, la verdad el lugar es buena opción para pasar la noche y más si no cuentas con mucho presupuesto.