Semevet

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martes 09:00 – 20:00
miércoles 09:00 – 20:00
jueves 09:00 – 20:00
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Mexico City, México
Acudí sólo una ocasión, ya que un mugroso gato, más sucio que animal, no me dejó de seguir. Ya lo saben, no me agradan los gatos, pero aprecio más la vida animal que la de los seres humanos. Después de andar por tres cuadras seguidas con un gato detrás de mí, antes de ir a visitar a mi jefa, cogí entre mis manos al felpudo y lo llevé al Servicio Médico Veterinario. Ya en ese minúsculo lugar, viejo y descuidado, no quisieron aceptarme al gato, dizque porque no podían hacerse cargo. Adustos, malencarados y poco atentos. «Yo tampoco», respondí, pero aun así no me hicieron caso. Tuve que llevarme al animal a otro lugar para que me lo recibieran (hasta Portales) y eso me recordó la pobreza de los humanos. Le di de comer, lo traje conmigo como si fuera mío y llegó el día en que tuvimos que decir adiós. Adiós: a-​dios, al-​infinito.